Fue en la noche del viernes y detuvieron a uno de los atacantes. El grupo agresor estaba armado y trató de amedrentar a los manifestantes, una práctica que el gobierno de Duque ha generalizado en los últimos días.
Sábado 8 de mayo de 2021 15:03
La ciudad de Cali, tercera más importante de Colombia, es el centro de la rebelión popular desde su comienzo el 28 de abril. Allí también se concentra la represión del régimen que intenta aplastar la movilización a sangre y fuego, mientras a nivel nacional llama a un mentiroso "diálogo" para pasar una nueva reforma contra los trabajadores y el pueblo.
En el marco de la Minga indígena (movimiento común de protesta), en la localidad de la Luna, la Guardia Indígena intervino ante un ataque de un grupo parapolicial armado de 5 individuos que estaba disparando contra los manifestantes desde una camioneta de alta gama. Los agresores hirieron a tres personas, una de ellas de gravedad por una herida en la cabeza.
Una de las integrantes de la Misión Médica en el lugar, denunció la situación en un video difundido en Twitter:
#ConectadosInforma | Declaraciones de la subsecretaria de derechos humanos de la Alcaldía de Cali @natalipazcali de lo que está ocurriendo a esta hora en el sector de la Luna #CaliCo #DerechosHumanos #DDHH #ddhhColombia @AmnistiaOnline @MisionONUCol pic.twitter.com/MIKcbisjFF
— Conectados Colombia (@conectados_info) May 8, 2021
La Guardia Indígena logró poner en fuga a los atacantes y luego detener a uno de ellos que reconoció trabajar para la policía. Así lo informaba el propio dirigente indígena de la zona que además convocó a formar más guardias indígenas para defender la protesta social:
Balance de lo sucedido en #cali con el ataque a la protesta social en el sector de la Luna. Giovannny Yule dinamizador político CRIC. Viva la minga. pic.twitter.com/yAlafmfVTs
— Guerra Universitaria (@Gu2Hail) May 8, 2021
Los hechos se dan en el marco de una constante ofensiva policial, militar y parapolicial contra las manifestaciones, sobre todo durante las noches y madrugadas que ya se ha cobrado varios muertos. Un caso reciente es el de Héctor Fabio Morales, un paramédico voluntario que atendía manifestantes afectados por la represión, de la localidad de Pereira, que fue asesinado con disparos a la cabeza.
Estos ataques se centran en las y los jóvenes combatientes de primera línea, en los dirigentes de las movilizaciones y los rescatistas que intentan ayudar a manifestantes intoxicados por los gases o heridos. Recordemos que desde que comenzó la rebelión social el 28 de abril, ya hay más de 30 muertos, otros 20 con daños oculares, 80 heridos de bala y al menos otras 10 sufrieron agresiones sexuales por parte de los elementos represivos, además de cientos de desaparecidos.
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