Desde el lunes 27 comenzó a funcionar el Hogar del Abrazo Maternal, con la bendición de la gobernadora Vidal. Estaría abocada a la “contención” de mujeres embarazadas en “estado de vulnerabilidad”.
Martes 28 de agosto de 2018 12:41
En una nueva avanzada en la cruzada contra los derechos de las mujeres, la Diócesis de Lomas de Zamora inauguró en la localidad de Claypole un nuevo Hogar del abrazo maternal, la propuesta que en julio lanzaron los sacerdotes de las Villas de Emergencia de Buenos Aires y Gran Buenos Aires. La obra estará a cargo del sacerdote Hernán Martín, quién declaró que desde la llamada Casa de María “se les brindará un abrazo, contención, orientación, acompañamiento y asesoría en todas las dimensiones. Ninguna estará sola. Podrá saberse acompañada para pensar, descansar y decidir. Desde aquí acompañaremos, incluso si es necesario, el camino de la madre durante los primeros 1000 días de sus hijas o hijos”. También dijo que este hogar estará al servicio del “acompañamiento de mujeres con embarazo de riesgo, no deseados, no planificados, en condiciones de fragilidad y desamparo”.
Pensar, descansar... ¿decidir?
Suena raro el verbo “decidir” en estas declaraciones, cuando este proyecto hecho documento y acción por los llamados “curas villeros” avanza y dice más adelante que a pesar de que pueda ser un embarazo no deseado (¿incluso si es fruto de una violación, cabe preguntarse?) deberá ser “llevado adelante”, y continúa afirmando que “cada embarazo, cada niña y cada niño, es esperado y recibido como un don, un regalo, con la esperanza de que un futuro distinto y mejor que el actual que le espera”. Más que decidir, llaman a las mujeres a cumplir con un mandato, el de ser madres, y que más allá de haber sido planeado o no, o de las condiciones en que se produjo, el embarazo siga su curso y el niño o niña sea recibido como “un regalo”, dejando en el aire la endeble esperanza un futuro mejor. La misma institución que está plagada de curas pedófilos, que en la voz del Papa solo pide perdón pero no actúa contra los abusadores, se quiere mostrar como preocupada por “la vida por venir”. Mientras desde el discurso plantean eso, se conoció que militantes autodenominados "provida" intentaron evitar un aborto legal en San Juan; se trataba de una niña con discapacidad que había sido violada.
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Iglesia y Estado: asuntos separados
No llama la atención que el proyecto haya recibido la “bendición” de María Eugenia Vidal, gobernadora de la provincia Buenos Aires, quién dijo sentirse “aliviada” cuando el reaccionario Senado votó contra la ley de interrupción voluntaria de embarazo, promoviendo así que continúe la clandestinidad. Solo durante la primera semana posterior a esto se supo el caso de dos mujeres jóvenes que dejaron huérfanos a sus hijos al morir tras realizarse abortos en condiciones de insalubridad. ¿Eso “alivió” a la gobernadora? Durante el fin de semana Vidal se reunió con Mariano Casacallares, Intendente peronista de Almirante Brown, con quién la gobernadora mantiene una buena relación, según propias declaraciones. Ambos, junto al sacerdote Hernán Martín -declarado ciudadano ilustre del distrito a pedido de la concejala del Pro/Cambiemos Patricia Josefina Bontempo, recorrieron la obra. Los lazos entre la Iglesia y los (otros) poderes de turno se muestran de manera descarada en un barrio cuyas escuelas dependientes de la gobernación reciben migajas para que los chicos desayunen.
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Esa plata que falta en las escuelas públicas bien podría sacarse del quite de subsidios a la Iglesia Católica; por eso es necesario profundizar la pelea por la separación de la Iglesia del Estado, apoyando el proyecto del diputado nacional Nicolás del Caño que ya tiene miles de firmas.
