El juez del Supremo Tribunal Federal, Teori Zavascki, relator de las demandas contra Eduardo Cunha y de la operación "Lava Jato" que investiga los esquemas de corrupción en Petrobras, decidió posponer el juicio de Cunha por motivos políticos. Según declaraciones de otros jueces del STF, habría motivos para el juicio pero el STF prefiere confluir con las fuerzas favorables al impeachment.
Sábado 23 de abril de 2016 23:09
Después de la votación del impeachment en la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha (PMDB) venía tejiendo su salvación. La Comisión de Ética no daría seguimiento a las denuncias hechas en las delaciones premiadas (testimonios de "arrepentidos") en la operación Lava-Jato, que investiga los esquemas de corrupción en Petrobras. Más allá de este acuerdo, el Supremo Tribunal Federal resolvió posicionarse sobre el proceso que la Procuraduría General de la República envió sobre el diputado.
En el contenido de la demanda, el Procurador Rodrigo Janot pide el alejamiento de Cunha del cargo basado en una serie de pedidos de investigación de diputados que el presidente de la Cámara tapó. Los aliados de Cunha fueron favorecidos mientras el proceso de impeachment era empujado a todo vapor.
Demostrando el mismo papel político que viene cumpliendo la operación Lava Jato y el resto de las decisiones del propio STF, ahora en defensa del sector golpista, el mensaje enviado es que Cunha podrá mantenerse como sucesor de Temer en caso de que el golpe se haga efectivo. El juez del TSF, Teori Zavascki, quien recibió el proceso en diciembre, no ve motivaciones jurídicas fuertes para avanzar con el proceso.
En el juego de cartas necesario para que se haga efectivo el golpe institucional, los mecanismos del régimen brasilero muestran todo su carácter reacccionario.
El hecho de que Cunha sea uno de los políticos corruptos, que ya es el reo más conocido y protegido del mundo no es suficiente para estos jueces. Muestra la hipocresía del régimen político "limpiándose" por las manos de la justicia y la Policía Federal.
Si dependemos de los ministros del STF, jueces que ganan los mayores salarios del país, el juicio ocurrirá solo después de la conclusión del impeachment, cuando Cunha ya haya cumplido su papel de articulador del golpe aun con todas las acusaciones de corrupción que pesan sobre él. O en una "nueva etapa" de la operación Lava Jato, en la que el "combate a la corrupción" que venía haciendo la justicia brasilera con el juez Sérgio Moro a la cabeza, mostrará su faceta también golpista.