La causa iniciada en Mendoza en 2016 tiene su primer allanamiento en la sede platense, de donde salieron Nicola Corradi y Horacio Corbacho, abusadores de niños sordos amparados por Monseñor Aguer.
Daniel Satur @saturnetroc
Jueves 6 de septiembre de 2018 15:21
Foto Los Andes
En la mañana de este jueves la fiscal platense Cecilia Cordfield ordenó un allanamiento en las instalaciones del Instituto Antonio Provolo de La Plata, en el marco de la causa en la que se investigan casos de abuso sexual sobre niños sordos que concurrieron al establecimiento desde la década de 1980.
La titula de la Unidad Fiscal 15, especializada en trata de personas y pedofilia, ordenó relevar del colegio documentación que pudiera relacionarse con la “posible comisión de delitos contra la integridad fiscal”.
El Provolo, ubicado en las calles 25 y 47 de la capital bonaerense, es lindante desde hace años de una de las sedes de la Universidad Católica de La Plata y del Instituto Santa María de niñas sordas. Con este último, además, tiene una conexión interna.
De acuerdo a los primeros trascendidos, el allanamiento fue ordenado en la búsqueda de elementos que aporten a la causa como documentación y registros fílmicos de víctimas y acusados. La causa judicial data de fines de 2016, cuando comenzaron a conocerse las primeras denuncias por abusos en el Instituto Provolo de Luján de Cuyo, Mendoza, y se extendió con las denuncias vertidas en torno a la sede que funciona en La Plata.
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De hecho, dos de los detenidos en Mendoza, los curas Nicola Corradi y Horacio Corbacho, pasaron muchos años previamente en la sede platense, donde también cometieron abusos. Corradi, además, había sido trasladado desde Verona a fines de los años 70, “corrido” por la jerarquía eclesiástica tras varios escándalos de abusos cometidos en Provolo italiano.
Daniel Sgardelis, un hombre salteño que hoy tiene 43 años, es uno de los denunciantes de abusos cometidos contra él en el Provolo de La Plata durante la segunda mitad de la década del 80. Su testimonio forma parte del documental No Abusarás (el mandamiento negado en la Iglesia de Francisco), producido por La Izquierda Diario (junto a Julián Maradeo). Allí explica las diversas vejaciones a las que fue sometido por Corradi y sus secuaces de La Plata.
Cuesta creer que el allanamiento de este jueves arroje pruebas contundentes que sirvan para llegar a la verdad de las diversas torturas sexuales, físicas y psicológicas sufridas por decenas de niños sordos en el Provolo de La Plata. Sobre todo porque a lo tardío de la causa judicial, que durante un buen tiempo durmió en manos del fiscal Fernando Cartasegna (hoy dedicado a solucionar sus desequilibrios psíquicos y emocionales), se agrega la trama de encubrimiento pergeñada desde la más alta esfera eclesiástica.
Uno de los mayores encubridores de los hechos ocurridos en el Provolo platense (así como de otros abusos sexuales eclesiásticos de la región) es nada menos que el arzobispo emérito de la Arquidiósesis de La Plata, Monseñor Héctor Aguer.
Será por ese nivel de encubrimiento que desde la desde la Red de Sobrevivientes de Abuso Sexual Eclesiástico se vieron sorprendidos por este allanamiento. Julieta Añazco, referente de la red y residente de La Plata, confirmó a este diario que desde la organización no tenían conocimiento de que se fueran a producir esta orden de la fiscal Cordfield.
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Resta saber qué tipo de documentación finalmente se encontró en el Provolo que pueda servir como elemento de prueba en una de las causas más escandalosas de abusos sexuales en la Iglesia argentina.
El diario platense El Día, donde Monseñor Aguer es columnista regular, accedió al allanamiento junto a la Policía Bonaerense. Lo cual hace presumir aún más en la posibilidad de que el resultado de las pesquisas sea cercano a nulo. Habrá que esperar.
Daniel Satur
Nació en La Plata en 1975. Trabajó en diferentes oficios (tornero, librero, técnico de TV por cable, tapicero y vendedor de varias cosas, desde planes de salud a pastelitos calientes). Estudió periodismo en la UNLP. Ejerce el violento oficio como editor y cronista de La Izquierda Diario. Milita hace más de dos décadas en el Partido de Trabajadores Socialistas (PTS).