Donello confesó que hubo más de 1.500 despidos en 2018, y sentenció que este año va a ser peor, con 5.000 trabajadores metalúrgicos en riesgo de perder el empleo. El gremio viene acordando con las patronales los despidos y suspensiones.
Jueves 3 de enero de 2019 15:00
Las declaraciones de Antonio Donello, secretario general de la UOM Rosario, no sorprenden. El sindicato metalúrgico hace años que viene dejando pasar los ataques, actuando en en complicidad con las empresas. Durante todo 2018 la UOM acordó suspensiones y despidos con los industriales, y más de 1.500 trabajadores perdieron su empleo ese año según sus números. Ahora advierten que son 5.000 los puestos de trabajo que peligran, una verdadera carnicería. El gremio, que debería defender a los metalúrgicos, en cambio justifica los ataques de las patronales por la baja que experimentaron las ventas, pero ocultan las grandes ganancias que hicieron estas empresas durante los últimos años, a costa de la flexibilización laboral.
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Donello y otros dirigentes sindicales burocráticos integran las listas del PJ de Santa Fe. Plantean que esta situación que viven los trabajadores del metal es prácticamente irremediable gracias a las decisiones económicas del gobierno nacional, y que la única salida al ajuste es votar bien en las próximas elecciones. Aseguran que para frenar los ataques no hay mas alternativa que la urna.
Si hay pelea se puede vencer
Se puede enfrentar los ataques de los empresarios metalúrgicos. Los trabajadores de la fabricante de heladeras Siam, de Avellaneda vienen demostrándolo: con unidad entre trabajadoras y trabajadores, debatiendo y votando todas las medidas en asambleas, con quite de colaboración, paros y otras acciones dentro de la planta, con movilizaciones callejeras, coordinando con otros sectores en lucha, logrando el apoyo de los vecinos de la fábrica y visibilizando su pelea en los medios de comunicación para que llegue a la opinión pública. Esta empresa venía realizando despidos por goteo, pero la última tanda de 20 operarias y operarios despedidos en noviembre se plantó, a pesar de que la UOM les venía dando la espalda. Así lograron que hasta el momento siete trabajadores sean reincorporados, mientras continúa la pelea para que todos vuelvan a su puesto.
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Los metalúrgicos de Rosario tienen otra alternativa que resignarse a las suspensiones y despidos que marca la UOM: pueden organizarse y pelear como hicieron en Siam. Si las empresas tienen menos ventas y la producción baja, entonces que se repartan las horas de trabajo entre todos los trabajadores, sin reducir el salario.
