La Universidad Nacional de Lanús lanzó un polémico seminario con claro contenido eclesiástico. En medio de la crisis económica y social y con un superministro que quiere poner la Universidad al servicio del ajuste a los movimientos sociales, las autoridades convocan a un Seminario de reivindicación de “Perón al Papa”.
Jueves 11 de agosto de 2022 15:41
Las autoridades de la Universidad Nacional de Lanús lanzaron ayer 9 de agosto un seminario que recibe el nombre nada más y nada menos que de “Perón al Papa”. En medio de la crisis que atravesamos, quieren profundizar una orientación religiosa y oscurantista, reivindicando a Perón y al Papa Francisco. La Universidad y las organizaciones aliadas al gobierno, abren paso a la discusión de este tipo de contenidos, porque históricamente la iglesia jugó un papel crucial en la contención de la bronca de millones por el hambre, planteando una salida tanto desde la perspectiva de la Teología de la Liberación como desde la Teología del Pueblo.
Es decir, siempre como “mediadora” entre las patronales, el Ministerio de Trabajo y les trabajadores, especialmente si las bases amenazaban con desbordar a las organizaciones sindicales burocráticas. Ése fue el papel que cumplió en 2002, cuando el entonces presidente Eduardo Duhalde promovió una mesa de diálogo, anunciada por cadena nacional desde un monasterio.
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La misma institución que le daba indultos a los militares en la última dictadura militar y que sigue recibiendo financiamiento estatal con decretos que el mismísimo Rafael Videla puso y que ningún gobierno constitucional eliminó.
La opresión y el odio, el sermón del día
En general, las Iglesias son voceras de discursos de odio y discriminación contra la diversidad, y se oponen a la educación sexual laica, científica e integral. La relación más notoria que se puede hacer de Perón al Papa, es la injerencia religiosa en la educación pública con el primer peronismo con la ley 1420. En la actualidad, el peronismo quiere dar paso a estos contenidos en la universidad. Al mismo tiempo que sigue vigente en las escuelas y universidades un reclamo histórico: No tenemos ESI en nuestra formación profesional ni educación con perspectiva de género.
Estamos hablando de una institución que históricamente jugó un rol enemigo de las mujeres y disidencias, oponiendose a nuestro derecho a decidir, donde fuimos cientos de estudiantes y docentes de UNLa quienes nos movilizamos por el derecho al aborto y firmamos la peticion por la Separacion de la Iglesia del Estado tiñiendo la universidad de verde y naranja. No es casualidad que ese mismo año, en 2020 asumiera como Vicerrector Narvaja, sobrino del Papa.
La Universidad Nacional de Lanús como muchas universidades nacionales no tiene ofertas de Cátedras marxistas o con diversas orientaciones y contenidos fortaleciendo así una única voz y perspectiva en la formación profesional.
Es necesario la apertura de Cátedras y democratización de las mismas donde también haya perspectivas que cuestionen en profundidad al Capitalismo y sus consecuencias. El Papa Francisco y el Seminario brindan una perspectiva de sostenimiento de este sistema de producción capitalista, cuestionando muy levemente sus consecuencias e incluso lo sostienen como solución a la crisis ecológica.
Y la salida entonces ¿Cuál es?
Una orientación religiosa en medio de una crisis en donde día a día se siente en nuestros bolsillos y en el deterioro de nuestra calidad de vida. Los salarios se encuentran por el piso, muchos estamos en negro, somos monotributistas o pasamos muchas horas en la fabrica haciendo extras o changas para agarrar unos pesos más. En esta situación, las medidas que se dieron a conocer estas últimas semanas, con Sergio Massa, Alberto Fernández y Cristina Kirchner no sólo anuncian mucho más ajuste, si no que nuestros conocimientos tienen que estar al servicio del FMI, el rol de las universidades tiene que ser persecutorio, poniendo a les estudiantes a auditar a las familias de los barrios populares que son beneficiarios de los planes sociales, y quienes no cumplan los requisitos se les quitará la prestación.
Es claro que quieren que las universidades y sus profesionales estén completamente al servicio de sus intereses. Estudiantes policías del FMI y con contenido medieval en sus aulas. Los centros de estudiantes de la UNLa siguen el camino de seguir vaciados de participación y organización, distinto a como queremos desarrollarlos nosotros con nuestra perspectiva donde los estudiantes somos protagonistas y sujetos de cambio.
La perspectiva que defendemos como estudiantes, es que desde nuestra universidad podemos aportar con todo a la comunidad, donde intelectuales pongamos nuestros conocimientos a disposición de resolver los problemas sociales, ambientales, de vivienda que emergen en las ciudades del conurbano. Acá algunas experiencias.
Por esto es que venimos organizándonos en asambleas de estudiantes, graduados, ingresantes junto a trabajadores del ferrocarril, de la fábrica de Coca Cola, docentes y trabajadores de salud, para enfrentar el ajuste orquestado por el FMI y defender el derecho a la educación pública, peleando también por otras medidas de fondo donde sean les trabajadores junto a intelectuales quienes tomen el control del país. Las medidas las encontrás acá.
Queremos profesionales e intelectuales trabajadores sociales, diseñadores, enfermeros, técnicos que estén al servicio y junto a las mayorías de la sociedad y de la lucha de les trabajadores, de las mujeres y disidencias, de la juventud trabajadora precarizada, sin ataduras ni mandatos para pelear por cambiar esta sociedad de raíz y colaborar a un gobierno de les trabajadores y por el socialismo.
Respetamos la libertad de creencias, pero peleamos por una educación laica y científica al servicio de las mayorías populares. Peleamos porque el marxismo ingrese a las aulas de la universidad.
Sumate a organizarnos para viajar al 35° Encuentro Plurinacional de Mujeres, Lesbianas, Travestis, Trans, Intersexuales, Bisexuales y No Binaries en San Luis en Octubre. Exijamos a la UNLa que ponga micros. Sumate a las actividades y a Pan y Rosas.