Alfonso Durazo, Secretario de Seguridad Ciudadana anunció que la Guardia Nacional recibirá este año en total 70 mil millones de pesos en contraste con la "austeridad republicana" que golpea a los trabajadores estatales y los servicios para el pueblo pobre.
Martes 4 de junio de 2019
Durante la firma del convenio de colaboración entre el Servicio de Protección Federal y la Comisión Nacional contra las Adicciones, Alfonso Durazo explicó que para la Guardia Nacional se aportan recursos de la Semar, la Sedena y la Policía Federal, pues los elementos de esas corporaciones "vienen acompañados de todo el impacto presupuestal, de sus uniformes, alimentos, de sus prestaciones, de sus sueldos".
Pero reconoció también que se le destinarán al menos 17 mil millones de pesos (mmp) de recursos nuevos y podrían llegar a ser hasta 20 mmp, según los recursos con los que cuente la Secretaría de Hacienda, para sumar un total de 70 mmp.
Estos recursos nuevos se destinarán a los sueldos, prestaciones y operación de 21 mil nuevos integrantes de la Guardia Nacional. La primera generación que se encuentra en adiestramiento lo terminará el 30 de junio, la segunda en septiembre y la tercera en diciembre.
El total de los 70 mmp sostendrá a los poco más de 80 mil elementos que tendrá la Guardia Nacional a finales de 2019, sumando ya a 35 mil policías militares, 18 mil federales y 8 mil marinos.
La “austeridad republicana” al servicio de la militarización
Todos estos recursos destinados a la Guardia Nacional como mecanismo de continuidad a la militarización, provienen de los recortes presupuestarios que el gobierno aplica en distintas dependencias estatales.
Recortes que han golpeado a decenas de miles de trabajadores estatales, que han sido despedidos o han visto reducidos sus salarios y prestaciones de forma arbitraria, debido a que la "austeridad republicana" se descarga sobre ellos.
Los despedidos son los trabajadores precarios, contratados por honorarios, servicios profesionales y otras figuras que les niegan el reconocimiento de derechos laborales elementales como la seguridad social. El gobierno apunta a despedir al final del sexenio a más de 200 mil de estos trabajadores.
Además se recorta el presupuesto al sector salud en unos 2,500 millones de pesos, como reportó el diario Reforma. Esto implicaría el recorte de trabajadores, recursos para medicamentos, infraestructura y operación, con el consecuente deterioro de la calidad en el servicio. Esto llevó a la renuncia del director del IMSS, Germán Martínez y ha encendido diversas protestas de trabajadores de la salud en clínicas y hospitales por temor a perder el empleo, el deterioro de sus condiciones laborales y el aumento de la carga laboral.
También la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) sufrió un recorte de 32%, recibiendo unos 27,500 millones de los 37,500 millones que recibía. Ya en febrero 15 mil trabajadores realizaron paros laborales en todo el país contra las consecuencias de la austeridad.
Brigadistas y trabajadores de la Comisión Nacional Forestal (dependiente de la Semarnat) denunciaron sus efectos durante los incendios forestales que se extendieron hace unas semanas por todo el país.
El recorte de 1,200 millones de pesos a la Conafor (Comisión Nacional Forestal) que terminó con un presupuesto de 2 mil 765 millones, complicó el combate de los incendios por falta de recursos, profundizando los daños medioambientales ocasionados por los mismos.
Como ya advertíamos en La Izquierda Diario Mx, el nuevo presupuesto asignado a la Guardia Nacional equivale también a 5 veces el presupuesto recibido por universidades como la UNAM, la UAM y el IPN y es casi el doble del presupuesto asignado a Cultura.
En síntesis, la austeridad republicana le quita recursos a la salud, la cultura, la educación, la protección del medio ambiente y atropella derechos laborales de los trabajadores estatales para dar prioridad a la operación de un nuevo cuerpo armado del Estado, la Guardia Nacional.
Todo esto para continuar con una estrategia militarista de “guerra contra el narco” que en los últimos 12 años ha generado cientos de miles de muertos, decenas de miles de desapariciones y la extensión del feminicidio a nivel nacional; pero también, y sobre todo, para reprimir las oleadas de migrantes -con le fin de halagar al "amigo" Trump- y los pueblos que salgan a defender sus tierras ante el avance de las transnacionales extractivistas y demás megaproyectos.
El gobierno de AMLO da más importancia a la continuidad de la militarización que a los derechos y necesidades de nosotros los trabajadores y el pueblo pobre.
Esta es una razón más para seguir alzando la voz en contra de la militarización del país, para exigir que los militares vuelvan a los cuarteles inmediatamente, aún los disfrazados de Guardia Nacional. Para que todos los recursos que hoy se destinan a sostenerlos, se destinen a salud, educación, cultura, transporte público y la basificación de los trabajadores estatales precarios.