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KIRCHNERISMO Y BUROCRACIA: PAZ SOCIAL Y ESPERAR AL 2019. La burocracia sindical y el kirchnerismo quieren paz social y no enfrentar al FMI

En el marco de la Conferencia Episcopal una multisectorial que congrega a dirigentes sindicales y movimientos sociales, junto a empresarios, se presentó un documento con propuestas políticas frente a la crisis.

Facundo Aguirre

Facundo Aguirre @facuaguirre1917

Sábado 15 de diciembre de 2018 00:48

Entre los presentes y defensores del documento se encuentran la Corriente Federal de Trabajadores y el Frente Sindical por el Modelo Nacional, representados por Pablo Biró (pilotos). Por la CFT el bancario Eduardo Berrozpe y Hugo Torregosa (SADOP-Río Negro). También estaban presentes: Omar Plaíni (Canillitas), Ricardo De Simone (SMATA), Emilio Pérsico y Gildo Onorato (Movimiento Evita- CTEP), Luis Cáceres (Ladrilleros), Cachorro Godoy (ATE Nacional), Daniel Moreira (Frente Productivo), Edgardo Forn (cooperativismo) entre otros.

El documento es reivindicado por la kirchnerista Corriente Federal de los Trabajadores. El texto presentado ante los obispos tiene por titulo: “Una Patria Fundada en la Solidaridad y el Trabajo” con la bajada “Mesa de Diálogo por el Trabajo y la Vida Digna”. Allí plantean sus propuestas para “repensar un modelo de Nación con un desarrollo integral”.

Según continua el texto: “La construcción de un consenso básico sobre un Modelo de País para todos reclama que todas las representaciones sociales, de los sindicatos, de la industria y el comercio, del campo y de las finanzas, de la economía popular y la social, las organizaciones libres de la comunidad, universidades y organismos de ciencia y técnica, se sientan convocados a la construcción de una Patria más justa y fraterna, para todos los habitantes de nuestro Pueblo sin exclusiones”.

Hasta aquí un previsible llamado por parte de la burocracia sindical, la iglesia y los empresarios a darle un objetivo común a explotadores y explotados, obreros y patrones.

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La propuesta de un modelo alternativo se pone de manifiesto a partir del diagnóstico trazado en el texto: “el aumento de la desocupación y la informalidad, resultado en gran medida del ahogo por el que atraviesa la industria nacional, en especial las pymes, urbanas y rurales, las cooperativas y las economías regionales producido por la abrupta caída del consumo interno, las altas tasas de interés, el aumento indiscriminado de las tarifas, la apertura de las importaciones, el endeudamiento desproporcionado, son todas cuestiones que requieren repensar el modelo de Nación”.

A lo largo de diez carillas la única mención a que la responsabilidad de la crisis que se describe recae sobre el ajuste dictado por el FMI, se reduce a plantear que “Un llamado de atención particular merece el proceso de endeudamiento público, (tanto externo como interno) de los últimos tiempos, no sólo por la magnitud del mismo, sino por la débil institucionalidad con la que ha sido producido”.

En el conjunto de las propuestas que se han hecho públicas el documento no sostiene la ruptura con el FMI, el no pago de la deuda, ni la nacionalización de la banca. Medidas elementales para evitar la sangría de los recursos nacionales y el ajuste sobre el pueblo trabajador.

El saqueo en curso es estructural y no da lugar para otra salida. Pero desde la oposición sindical referenciada en el peronismo y el kirchnerismo, colocada bajo el paraguas del clero, no se proponen ninguna vía de enfrentamiento con el FMI, lo que deja planteado que se piensa negociar con el Fondo, como ya lo ha señalado Axell Kicillof, o ser garantes directos de sus planes.

De ser así solo más penurias le esperan a los trabajadores y el pueblo pobre porque el esfuerzo nacional que se nos va a exigir va a ser para pagar la deuda.

No se proponen enfrentar al capital financiero y los especuladores bajo ningún contexto, por el contrario solo aspiran a que el esfuerzo de la banca privada nacional y extranjera y los especuladores financieros que estimulan las políticas de ajuste y endeudamiento, se pongan voluntariamente “al servicio de la producción para mejorar el producto argentino y la generación de empleo. El dinero puesto al servicio del dinero no genera otra cosa que pobreza y desigualdad”.

Dicho en los términos folclóricos del peronismo la "patria fundada sobre la solidaridad y el trabajo" no se pretende ni justa, ni libre, ni soberana.

Tampoco podemos hallar en el texto ninguna referencia a las empresas de servicio privatizadas impulsoras y beneficiarias de los tarifazos. El gobierno de Cambiemos se ha mostrado como un activo agente de estas empresas.

Sin embargo, para los adherentes solo se trata de “Revertir el impacto enorme de las tarifas y segmentar el precio de los servicios públicos de acuerdo a la actividad productiva, y a las posibilidades de pago de los diferentes sectores de la sociedad”. Nada de nacionalizar las empresas de servicios públicos, no hablemos de que se plantee ponerla bajo control de trabajadores y usuarios.

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Por otra parte se plantea declarar la emergencia alimentaria y reglamentar la ley de agricultura familiar, sin siquiera reclamar la expropiación de los grandes terratenientes y propietarios rurales, otra gran fuente de especulación financiera y provocadora del desabastecimiento y el alza de los precios de los alimentos.

Los firmantes remarcan que su objetivo es “Defender la Industria Nacional, administrar en forma consensuada con cada sector productivo las importaciones, de modo de no deteriorar nuestro aparato productivo, y preservar los puestos de trabajo, sostener el mercado interno sobre la base de paritarias libres y sin condicionamientos. También solicitamos acompañamiento para las empresas, incluyendo a las unidades productivas de la Economía Popular en situación crítica. En ese sentido propugnamos, también, la eliminación del impuesto a las ganancias para los/as trabajadores/as alcanzados por el mismo. Observamos con preocupación que el sistema tributario en su conjunto atenta contra la producción, exime a la especulación y genera que tributen proporcionalmente más aquellos/as que menos tienen”.

Entre reivindicaciones parciales como rechazar el impuesto a las ganancias que el kirchnerismo mantuvo intocable, o la defensa de las paritarias libres, el documento lo pone al servicio de defender los intereses de las patronales industriales.

Llama poderosamente la atención como en todo el escrito no existe referencia alguna a la amenaza de reforma laboral reclamada por dichas patronales. Como los dirigentes del SMATA y de la Bancaria, para nombrar solo dos de los presentes, le silencian la cuestión frente a patronales que exigen cercenar los derechos de los trabajadores, abaratar el costo de la fuerza de trabajo e intensificar la carga laboral y los ritmos de producción.

Con la obligada referencia al Papa Francisco, y sin plantear ni siquiera la sombra de la marea verde, mucho menos un apartado de consignas en defensa de los derechos de las mujeres, el documento se propone promover “la comunidad de intereses entre el Movimiento de los Trabajadores y las Organizaciones Empresarias y Sociales de la producción nacional de bienes y servicios”, es decir para ejemplificar, entre los trabajadores del Subte y Roggio.

Los dirigentes sindicales firmantes plantean que su rol dentro del modelo seria “Reconocer la importancia de los sindicatos en la conformación del tejido social, particularmente para equilibrar las fuerzas de los factores de la producción y generar una dinámica de producción, distribución de la riqueza y consumo que constituye un círculo virtuoso en la búsqueda del bien común de la sociedad”.

Dicho de otra manera ser la fuerza que contiene las demandas de los trabajadores cuando el consumo estimula la lucha reivindicativa. El tema es que sostenido en un momento donde la crisis apura y se lleva puesto el salario, los puestos de trabajo y las condiciones de vida de millones se trata de una declaración de intenciones contra los intereses de los trabajadores.

Son los mismos dirigentes que convocaron a marchar a Lújan, en lugar de luchar contra el Presupuesto y que levantaron un paro a cambio de un bono miserable de fin de año.

Es la declaración programática de que la burocracia sindical esta completamente alineada con la linea de paz social de la Iglesia y la estrategia electoral del peronismo de cara al 2019.

Nada puede extrañar de quienes sostienen las medidas de Mauricio Macri desviando y conteniendo la fuerza de los trabajadores.


Facundo Aguirre

Militante del PTS, colaborador de La Izquierda Diario. Co-autor junto a Ruth Werner de Insurgencia obrera en Argentina 1969/1976 sobre el proceso de lucha de clases y política de la clase obrera en el período setentista. Autor de numerosos artículos y polémicas sobre la revolución cubana, el guevarismo, el peronismo y otros tantos temas políticos e históricos.

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