Se excusa por sus creencias religiosas, dice respaldar la unión civil pero no el matrimonio.
Tomás Máscolo @PibeTiger
Martes 23 de septiembre de 2014
La candidata presidencial, Marina Silva, quien es evangelista, se opone al matrimonio entre parejas del mismo sexo argumentando que: “El casamiento es para personas de sexos diferentes. No hay en eso ningún tipo de discriminación”. Por otro lado, la candidata, que está segunda en las encuestas, aclara que apoya “la unión civil”, pero se opone al matrimonio por sus creencias religiosas.
Luego de haber presentado la propuesta electoral el viernes pasado, decidió retirar su apoyo al matrimonio homosexual, excusándose en que fue la “corrección de un error”, pues asevera que el matrimonio solo es entre hombres y mujeres. Consecuencia directa de esta política fue la renuncia de Luciano Freitas, coordinador de asuntos homosexuales, y la de Carlos Siqueira el secretario general del PSB (Partido Socialista Brasileiro).
Según Virginia Guitzel, militante de Pão e Rosas y trabajadora de la salud mental: “Para nosotros, las personas LGBT, el derecho al matrimonio igualitario es también parte de la lucha por la igualdad en la vida, derechos democráticos que nos son negados por el Estado y la Iglesia”. Y agregó: “Después de que Marina Silva recuperó el apoyo de sus seguidores evangelistas, por haber retirado el apoyo a nuestras reivindicaciones, Dilma Rouseff dice estar a favor de penalizar la discriminación contra las personas homo y transexuales. Una falacia, ya que sus principales candidatos están con la Iglesia Católica y el Papa”.
Desde mayo de 2013 en Brasil es legal la Unión Civil entre personas del mismo sexo, sancionada por el Consejo Nacional de Justicia (CNJ), pero el Congreso todavía no reglamentó la Ley de Matrimonio de las personas LGTBI.