La capilla de la UAM apareció con varias pintadas:"aborto libre" y "educación laica". La policía investiga a pedido de la Iglesia. ¿Para cuándo la separación de la Iglesia del Estado?
Clara Mallo Madrid | @ClaraMallo
Viernes 17 de junio de 2016
Foto: Twitter
La capilla de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) situada en el Pabellón B del campus de Cantoblanco ha aparecido este miércoles con varias pintadas en color rojo. En la puerta de acceso se podía leer la frase "educación laica" y en el interior de la misma la consiga de "aborto libre". Ante ello, la policía ha abierto una investigación ante una presunta “profanación de un centro religioso”.
Tratándose de una universidad pública a alguien puede parecerle extraño encontrar en la UAM una capilla y espacio de culto católico, sin embargo esto es algo habitual en las universidades públicas del Estado español.
Las universidades madrileñas parecen ser las más devotas. Veinte de las más de treinta capillas que existen en universidades públicas españolas se encuentran en Madrid. La Universidad Complutense cuenta, nada más y nada menos, que con ocho capillas entre sus campus; le sigue la Rey Juan Carlos que tiene cuatro. Las universidades públicas de ciudades como Zaragoza, Barcelona, Córdoba, Pamplona y otras muchas también cuentan con espacios de culto donde se celebran regularmente oficios religiosos financiados, incluido el sueldo del párroco, a través de los propios presupuestos de las universidades.
A día de hoy estas capillas son mantenidas y financiadas con dinero público mientras las universidades públicas expulsan a miles de estudiantes mediante subidas de sus tasas alegando "falta de financiación". Los espacios, aulas e infraestructuras se ven empobrecidos y los trabajadores de las mismas más precarizados. A pesar de ello, y aunque el acuerdo vigente entre la Iglesia y Estado no exige que existan estos lugares de culto en las universidades – lo cual sí ocurre en lugares como hospitales o cárceles – parece que las autoridades universitarias deciden dedicar parte de sus espacios y presupuestos al culto católico.
Separación de la Iglesia y el Estado: una reivindicación histórica de la lucha estudiantil
Una de las reivindicaciones históricas del movimiento estudiantil en el Estado español ha sido la separación entre Iglesia y Estado. Esta unión tiene como consecuencia una fuerte presencia de la Iglesia en la educación pública, privada y concertada. El Estado siempre ha sostenido económicamente la educación concertada de los centros religiosos principalmente, también asegura que en los públicos la doctrina católica esté muy presente.
La presencia de la educación controlada por la Iglesia en el ámbito privado es casi total dadas las facilidades con las que cuenta esta institución para abrir centros educativos. El 30% de los centros educativos en el Estado español son privados, de los cuales el 90% son católicos, lo que responde a los privilegios y facilidades que posee en este sentido la divina institución. En cuanto a la educación superior universitaria, el 34% de las universidades del Estado son privadas, y de estas, el 65% católicas.
A diferencia de las etapas primarias y secundarias donde la influencia de la Iglesia es más evidente, en el ámbito universitario y en las universidades públicas aparentemente puede notarse menos esta ligazón, no obstante los privilegios de los que la Iglesia goza en este ámbito también es notable, aunque en ocasiones no tan notorio.
Un ejemplo es la presencia de estos centros de culto en los recintos universitarios . Las treinta y tres universidades públicas que albergan una capilla en su recinto pagan religiosamente el mantenimiento de las mismas, a pesar de que no existe ningún acuerdo que así lo exija.
Supuestamente, el Estado español es aconfesional y como tal debería existir en la práctica una separación entre el mismo y las ideas e instituciones religiosas. Sin embargo, en los hechos, es todo lo contrario. El Estado español, ya sea con gobierno del PSOE o del PP siempre ha asegurado la continuidad de esta unión con pactos que benefician a la Santa Sede en lo social y lo económico. La Constitución española del `78, el Concordato con el Vaticano del ’79 y otros acuerdos preservan la educación religiosa en el ámbito público.
La separación completa del Estado y la Iglesia es aún una tarea por lograr. Romper con los profundos lazos y privilegios que unen el Estado español con la Iglesia Católica requiere de un programa que elimine todos los privilegios de esta institución y que suponga el fin de la financiación pública de la Iglesia, la derogación de los pactos Iglesia y Estado, el cierre de los espacios de culto dentro de los espacios públicos, la proclamación de un Estado laico y la expropiación del patrimonio y los espacios públicos ahora en manos de la Iglesia.