El Estado española cierra un 2016 con crecimiento, pero, raquítico y con fuertes contradicciones internas. 2017 confirmará la desaceleración, pero con un aumento importante del IPC que reducirá en pérdida de poder adquisitivo de los trabajadores.
Carlos Muro @muro_87
Martes 10 de enero de 2017
Si analizamos los principales indicadores macroeconómicos podríamos decir que 2017 seguirá la tendencia de la desaceleración. La economía española, aunque fuera de la recesión, sigue manteniendo fuertes contradicciones internas. En este contexto de fragilidad económica es donde debemos enmarcar la economía española.
Precios al alza
Los últimos datos publicados el pasado viernes por el Instituto Nacional de Estadística (INE) muestran un aumento de los precios en el pasado mes de diciembre hasta alcanzar el 1,5%. Las causas, según el INE, se deberían al aumento de los carburantes.
Después de una tendencia a la baja general de precios desde finales de 2013, el último tramo de 2016 marca una tendencia al alza. En comparación con el mismo tramo de 2011 -que llegó a situarse al 3,8%, 2012 -3,5%- y 2013 -llegando al 2,1%-. Unos años donde la economía europea se tambaleaba, y en particular la española.
Sueldos a la baja
El aumento drástico de los precios a final de año ha provocado que el conjunto de salarios pactados en los convenios se queden en “aguas de borrajas”. El supuesto aumento salarial pactado entre patronal y la burocracia sindical de CCOO y UGT ha quedado en nada tras el previsible aumento de los precios. Es decir, un “incremento” salarial del 1,06% frente al 1,5%.
Los raquíticos aumentos del 2013 al 2015 junto a la baja inflacción hicieron de “colchón” para muchas familias que habían visto reducido su sueldo. Según el acuerdo estatal de negociación colectiva contemplaba una subida máxima del 1,5% para 2016. Pero ni siquiera la mísera subida prometida del 1,5% por la casta sindical ha cumplido.
Queda claro que este hecho ha provocado un ataque general al conjunto de la población. El sector pensionista -8,5 millones- ha recibido en 2016 un alza tan solo del 0,25% frente al 1,5% del IPC. Es decir, una pérdida adquisitiva del 1,25%. Lo que quiere decir que para la pensión máxima quedó fijada en 2.567 euros, esa pérdida de poder adquisitivo de 1,25 puntos, equivale a 32 euros al mes. Para la mínima, de 636 euros, serían 7,95 euros al mes.
Para el conjunto de trabajadores y trabajadores es un ataque generalizado. El salario de los funcionarios subió un 1% en 2016 frente al 1,5% del IPC -una pérdida del 0,5%-. Si se analiza por convenios vemos que en 2016 se firmaron 2.956 convenios que afectan a 7,5 millones de trabajadores -quedando convenios por contemplar que se irán incorporando al registro del ministerio-.
Ahora bien, los convenios pactados por empresas y de ámbitos superiores muestran grandes diferencias de incrementos salariales. En los primeros de un 0,71% frente al 1,08% de los segundos.
Como se ve, malas perspectivas para la economía y para la población asalariada en particular. 2017 muestra “nubarrones” económicos y políticos inciertos, pero lo cierto también es que la incidencia de la lucha de clases puede estar también sobre la mesa.
Carlos Muro
Nació en la Zaragoza en 1987. Es estudiante de Historia en la UNIZAR. Escribe en Izquierda Diario y milita en la Corriente Revolucionaria de Trabajadores y Trabajadoras (CRT) del Estado Español.