La conducción kirchnerista de Foetra convoca a una asamblea para reformar el estatuto, con solo seis días de anticipación sin impulsar asambleas en los edificios y sin hacer públicas aún las propuestas de modificaciones.
Viernes 2 de diciembre de 2016 09:25
El 6 de diciembre, en Ezeiza, y en un horario donde muchos telefónicos todavía están trabajando, la conducción de Foetra convoca a una asamblea extraordinaria para votar su propuesta de reforma estatutaria.
La lista Azul y Blanca que dirige Osvaldo Iadarola (CGT M.A.S.A.) y Claudio Marín (CTA Yasky) anunció esta reforma como una de las más democráticas del país, pero como vemos, nada de esto es así, ya que basta ver el método con el cual pretenden aprobarla, para darse cuenta que es una lavada de cara. Por eso decimos que es una reforma trucha, ya que mantiene los puntos centrales que fortalecen a las conducciones burocráticas, como la reelección indefinida de los dirigentes. Mientras que se niegan a reconocer y modificar la proporcionalidad en la comisión directiva, el cupo femenino, el funcionamiento de los plenarios de delegados y la unidad con los tercerizados. Lejos de ser una reforma democrática, es una maniobra burocrática más, para recuperar algo de apoyo en vistas a las próximas elecciones de conducción que son en noviembre de 2017.
Los trabajadores necesitamos democratizar nuestras organizaciones sindicales para estar en mejores condiciones para enfrentar a las patronales y sus gobiernos, que intentan avanzar sobre nuestras condiciones. Un gremio que busque la unidad de acción con todas las organizaciones de trabajadores y estudiantes, para poner la fuerza de los trabajadores al servicio de la lucha.
Los telefónicos que somos parte de la Agrupación Violeta, venimos planteando hace años la necesidad de abrir un debate en todo el gremio sobre los estatutos, y en ese sentido es que hemos presentado una nota en el gremio el día 22 de noviembre.
Entendemos que es una discusión realmente importante, ya que el estatuto es lo que rige la vida interna de nuestra organización gremial, por eso mismo debe ser patrimonio de todos los telefónicos. Esto nos lleva a preguntarnos directamente ¿Qué sindicato necesitamos?
Desde nuestra agrupación peleamos por un sindicato democrático, en unidad de efectivos y tercerizados, que mantenga la independencia política con el Estado y los gobiernos de turno, y siendo un gremio de servicios creemos que también debe darse una política de unidad hacia los usuarios, entendiendo las telecomunicaciones como un servicio público.
Esta discusión creemos que debe abrirse a todos los compañeros, donde se conozcan todas las propuestas que hay, con tiempo para el intercambio y la reflexión. Queremos dar a conocer los puntos clave que nosotros creemos deberían discutirse en todo el gremio.
Sobre el funcionamiento del plenario de delegados
Hace años venimos planteando que el plenario debe representar al conjunto de los telefónicos. Por eso, creemos que los compañeros tercerizados, esto es, de las contratistas, de limpieza, de mantenimiento, deberían ser parte del mismo. Por otra parte, hoy los compañeros de las celulares tienen menos representación sindical, debería igualarse. Además, nos parece que tendría que existir lo que se llama “plenario con barra”, esto es que los compañeros de las oficinas puedan presenciar el plenario y los debates, sin voz ni voto. Y por supuesto que todos los plenarios resolutivos sean con mandato de las asambleas de las oficinas.Al contrario de lo que viene sucediendo en nuestro gremio, donde la mayoría de las veces se cierran los acuerdos salariales en plenarios sin mandato. Esto sucedió, por ejemplo, en el año 2014, en que el plenario de delegados dio despacho a una asamblea general que demostró que la mayoría de los telefónicos estaba por rechazar el acuerdo, aunque esto fue desconocido por la conducción de nuestro gremio.
La representación de las minorías
Este es un aspecto que nosotros creemos que es fundamental, y por eso lo hemos planteado como parte de nuestro programa en las elecciones en las que nos hemos presentado (en el 2005, 2009 y 2013). Proponemos que la distribución de los cargos dentro de la Comisión Administrativa debe ser proporcional a la cantidad de votos que saque cada lista en las elecciones generales. Por ejemplo, en las últimas elecciones, la lista opositora a la actual conducción, obtuvo un 40% de los votos y no tuco ningún tipo de representación en la comisión, es decir que un número cercano a la mitad de los trabajadores telefónicos no pudo ser representado por la lista que había elegido.Pero al mismo tiempo, creemos que debe discutirse la función que cumple esta Comisión. Para nosotros, debe ser, como su nombre lo indica, solo administrativa siendo los plenarios de delegados con mandato y las asambleas generales los que tengan pleno poder y decisión sobre las cuestiones fundamentales de los telefónicos.
¿Reelección indefinida?
Otro aspecto que es muy importante, y que hace a la democracia del gremio, es la discusión sobre la reelección indefinida. En este punto, venimos planteando que los dirigentes deben de cumplir un mandato, a lo sumo dos, y volver a su puesto de trabajo normalmente, dejando pasar un período para volver a presentarse. Más allá de la honestidad que pueda tener el compañero que ocupe el cargo, creemos que deben establecerse mecanismos para evitar la burocratización de los dirigentes sindicales, evitando que se alejen de las bases, de las condiciones de trabajo diarias de sus compañeros, es decir, de cómo viven y lo que padecen día a día todos los telefónicos. No queremos dirigentes eternos en los sindicatos. Si una reforma estatutaria no discute estas cuestiones, es solo una reforma para consolidar un aparato y mantenerse 20 años más.
El cupo femenino
Nuestro gremio tiene una alta composición de compañeras. Hoy, dentro de la Comisión Administrativa solo tienen un 30% de representación (y a veces no es real, ya que ese porcentaje puede cubrirse con los cargos suplentes, por lo que en los hechos es muchas veces menor). Nosotros creemos que debería discutirse una proporcionalidad en relación a la cantidad de trabajadoras que trabajan en la actividad. El enorme proceso y la bronca que se expresaron con el Ni Una Menos tiene profundas raíces que debemos combatir. Si bien no creemos que el cupo femenino establezca automáticamente la igualdad de género, ni mucho menos, sí creemos que puede ser un puntapié para facilitar la participación de las compañeras en la vida gremial y política de nuestra organización.
Proponemos una secretaria de género con plena autonomía, que convoque reuniones periódicas abiertas a todas las compañeras que se quieran organizar incluidas las compañeras tercerizadas y ahí se debata y decida qué actividades y políticas llevar adelante para organizar un gran movimiento de mujeres activo y de lucha para acabar con todo tipo de opresión y por los derechos democráticos e igualitarios de las mujeres.
Por un verdadero debate sobre el estatuto
Creemos que una verdadera reforma del estatuto, para avanzar en un gremio democrático, debe darse de cara al conjunto de los compañeros, y con el tiempo necesario para discutirla. Por eso es que rechazamos esta metodología y proponemos que esta asamblea se postergue y se dé el debate previo necesario, impulsando asambleas en todos los edificios telefónicos para que la reforma del estatuto sea patrimonio de todos los trabajadores y trabajadoras que forman parte de la vida interna de nuestra organización gremial.