A finales de octubre se realizará la asamblea universitaria que buscará reformar los estatutos en la Universidad de Córdoba
Viernes 16 de septiembre de 2016
Hace 3 meses que desde la Juventud del PTS venimos discutiendo las reformas que el actual rectorado de Juri quiere implementar en la Universidad Nacional de Córdoba. Se destaca la puesta en marcha del Consejo Social Consultivo, que es un órgano no vinculante pero que le da opinión a sectores patronales como la Asociación de Pequeños y Medianos Empresarios (APyME), burocracias sindicales (UEPC, judiciales) y personas de "ONGs" que también han estado vinculadas a puestos jerárquicos en importantes empresas (Arcor, La Voz del Interior).
El actual rectorado quiere incorporar a estos personajes en el Consejo Superior de la UNC con voz y voto, lo que sería una claro profundización en la orientación pro mercado que vino desarrollando la universidad en las últimas décadas. Representantes de empresas podrían opinar y decidir sobre la educación pública.
La conformación del Consejo Social Consultivo cuenta con el apoyo del kirchnerismo. Si bien dicen estar de en contra de la incorporación de empresarios tienen fuertes vínculos con los representantes de empresas y burócratas sindicales del Consejo Social Consultivo. Esta incorporación al Consejo Superior también cuenta con el inmovilismo cómplice de organizaciones como Patria Grande. Ambos sectores se negaron a impulsar un plebiscito en la Facultad de Filosofía y Humanidades para que el el conjunto de la comunidad universitaria de dicha unidad académica pudiera decidir sobre este tema. Esto se explica por la alianza política que existe entre ambos sectores, ya que Patria Grande votó al candidato a rector impulsado por los K y ahora propone una alianza hacia el congreso de la Federación Universitaria.
Elección de autoridades: proyecto de los radicales y kirchneristas
La reforma estatutaria que propone Juri incluye la modificación de la elección de autoridades unipersonales como los decanos y el rector. Actualmente los primeros son elegidos por los 18 miembros de cada Consejo Directivo de las facultades y el segundo por la asamblea universitaria (los consejos directivos de cada unidad académica) que suman en total 247 personas.
El radicalismo pretende la elección directa ponderada, es decir que voten todos los miembros de la universidad pero que el voto de los docentes equivalga al 50% del total. Es decir, que el voto de un docente equivaldría aproximadamente a 27 votos estudiantiles. Los estudiantes que son la enorme mayoría de la comunidad universitaria sumarían de conjunto (las más de 100 mil estudiantes) sólo el 33% del total. Este pretendido avance que quiere presentar el radicalismo sigue reproduciendo una decisión por castas. Un voto calificado que se reservan los docentes, como si para elegir gobernador tuviera que valer más el voto de un profesional que el de cualquier trabajador.
El kirchnerismo se opone a esta reforma, porque le parece demasiado. A la ponderación por claustros que presenta el radicalismo, los K quieren que también haya ponderación por facultad. Esto significaría que el voto de un estudiante de las facultades más chicas (como filosofía o como artes) debería valer más que el voto de un estudiante de económicas. Es decir, que bajo esta doble ponderación el voto de un docente de filosofía valdría más de 40 votos que el de un estudiante de económicas. Siguiendo la analogía anterior, es como pretender que el voto de cualquier persona de Tierra del Fuego tenga que valer más que cualquier persona de la Provincia de Buenos Aires. Entonces, si usted fuera profesional y viviera en Tierra del Fuego debería tener 40 veces más representación que un obrero del Conurbano.
El supuesto argumento para restringir de esta manera la participación, es que si fuera sólo elección directa ponderada por claustro, no se respetaría la autonomía, la identidad o la idiosincrasia de las facultades más chicas. Pero en realidad, el kirchnerismo da por supuesto que en facultades grandes como económicas o derecho la mayoría votaría al radicalismo por lo que nunca más llegarían a conducir el rectorado de la UNC. Toda la aburrida retórica que vamos a escuchar de ahora en más de Tatián y compañía, sólo busca que la elección de autoridades se reduzca a los acuerdos de la mesa de café, a la rosca de las camarillas docentes y burocracias estudiantiles de cada facultad como viene siendo hasta ahora. Que el kirchnerismo haya salido al cruce con esta política que le quedaría grande a burócratas sindicales descompuestos como Dragún, explica por qué durante nueve años al frente del rectorado mantuvieron la forma de elección mediante la antidemocrática asamblea universitaria. Pero también se explica el voto de Patria Grande a los rectores K, ya que en esta política de limitar burdamente la participación, también están de acuerdo.
Una persona un voto, mayoría estudiantil en los órganos de co gobierno
Desde la Juventud del PTS consideramos que el piso mínimo para avanzar en la democratización de la UNC debería ser la elección directa una persona un voto incluyendo a los colegios pre universitarios. No se puede aceptar ninguna “reforma democrática” que esté por detrás del voto universal. También se deben modificar los órganos de co-gobierno ampliando el número de representantes y con mayoría estudiantil, a la vez que se incluyan representantes estudiantiles, docentes y no docentes de los colegios pre universitarios al gobierno de la universidad. Esta es la política que impulsamos hacia la Asamblea Universitaria, para que sea debatida en las distintas asambleas estudiantiles y acompañada por la movilización del conjunto de las organizaciones, estudiantes, docentes y no docentes que pelean por una transformación de conjunto en la UNC, contra cualquier ajuste, por una universidad al servicio de las necesidades de la clase trabajadora y los sectores populares.