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Red Internacional
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POLITICA NACIONAL. La crisis de la DC y sus perspectivas

El resultado duro de la Junta Nacional de la DC fue la decisión de Carolina Goic de suspender su candidatura presidencial, aunque pueda decidir continuarla, será más debilitada que hasta ahora. “¡2%, 2%!” le gritaba durante el evento un sector de su militancia.

Nicolás Miranda Comité de Redacción

Lunes 31 de julio de 2017

Fue una pequeña tormenta política que envuelve grandes huracanes. Todas las alas falangistas salieron derrotadas.

Los “camino propio”, el ala más de derecha de la DC, casi no pudo hablar: Gutenberg Martínez era pifiado mientras hablaba, y además lo hacía teniendo que dar explicaciones.

Los pro domicilio en la centro-izquierda, y lista parlamentaria común, porque solo pueden contentarse con dos siglas la IC y el MAS, no con un acuerdo parlamentario real con partidos reales.

La VI Región detrás de Rincón jugó todos sus cartuchos a una candidatura inmoral, transformándose en el piño de un caudillo local y su familia.

Y, por supuesto Carolina Goic, al haberse jugado a afirmar su autoridad y cohesionar filas detrás de si con casi una sola carta: la arremetida contra Rincón.

Pero la gran derrotada es la DC entera como partido: la derrota de su presidenta y candidata presidencial, es la derrota del intento de unidad imposible, con una “identidad” propia sin contenido, y un camino propio que no lleva a ningún lado.

Es un signo de los tiempos, el famoso “centro” político es algo imaginario. ¿O no dice nada la crisis internacional de los gobiernos del “extremo centro” en Europa en los últimos años? La crisis de las capas medias, que vienen manifestando su malestar desde hace años, la empuja a dividirse (aún moderadamente) por derecha y por izquierda.

¿Favorecerá a Guillier, o a la centroizquierda gobiernista? Difícilmente. Puede que prevalezca la dispersión, electoral y militante. Puede que se divida la DC, con los sectores más de derecha rompiendo, tentados por Ciudadanos, un nuevo referente testimonial que los unifique con el artificio del ex ministro de Hacienda Velasco. Puede que decidan resistir reducidos a su mínima expresión, a lo Partido Radical.

Aún así, el escenario está abierto. En la derecha, compite el aglutinamiento detrás de Piñera con ataques encubiertos y un intento (¿real, ilusorio?) de re-editar la “democracia de los acuerdos”. La centro-izquierda de la Nueva Mayoría mostró su imposibilidad en este segundo gobierno de Bachelet, a su izquierda surgió el Frente Amplio que aumenta su presencia nacional pero sin conocer su real fuerza política y con una candidata que modera más y más su política. Un espacio anti-capitalista asoma por necesidad para prepararse ante los ataques que vendrán con Piñera y para confrontar a los empresarios que multiplican sus multimillonarias ganancias mientras el 50% de los trabajadores ganan salarios de hambre de apenas 300 mil pesos.