La sobre-explotación, la precariedad y la desigualdad de la mujer en el mercado laboral es un hecho que avalan las cifras de diferentes estudios, tanto a nivel autonómico en Aragón, como a nivel estatal.

Sara Povo Zaragoza | @sarapovo
Jueves 10 de marzo de 2016
Sólo en Aragón la tasa de paro femenino en el cuarto trimestre del 2015 ha sido del 18%, esto supone 6,23 puntos porcentuales por encima de la tasa de paro masculina según un pormenorizado estudio realizado por CCOO de Aragón. Esta desigualdad se mantiene a nivel estatal, según la Encuesta de población activa (EPA), publicada este enero, que sitúa la tasa de paro entre las mujeres en el 22,52% mientras que la de los hombres está en el 19,49%.
Sólo observando las cifras que se corresponden con las tasas de paro o con el porcentaje de empleados a nivel autonómico, estatal, o mundial podemos comprobar como el capitalismo en su alianza con el patriarcado, explota, precariza y mantiene una desigualdad absoluta de la mujer trabajadora.
Para muestra, Aragón
Cualquier, provincia, Comunidad Autónoma, país o pueblo, con sus diferentes peculiaridades podría servir como muestra general de esta desigualdad, “para muestra un botón”. Pero nos centraremos en algunas cifras que se corresponden con la Comunidad Autónoma de Aragón. Que pueden dar buena muestra de cómo la crisis capitalista se ha cebado doblemente sobre la mujer trabajadora. En este sentido aunque somos conscientes de que el capitalismo ha descargado su crisis sobre la clase obrera en general, veremos algunos datos que ponen blanco sobre negro, sobre como la ha descargado con mucho más peso sobre las espaldas de las mujeres.
El estudio realizado por CCOO “La mujer en Aragón 2015” saca a la luz cifras que esclarecen esta situación de desigualdad de la mujer. En el podemos observar como los trabajos más precarios y las jornadas parciales son “dedicadas para la mujer”
Del total de la ocupación laboral en Aragón a tiempo completo las mujeres estamos en una clara desigualdad sólo el 37,84% de las mujeres trabajan a tiempo completo. Esto hace que un porcentaje elevadísimo de las mujeres trabajen a tiempo parcial, en concreto el 76,27% de los contratos a tiempo parcial son para las de mujeres. Además trabajamos en los sectores que más precariedad conllevan, el sector servicios se lleva la “palma”, el 85,76% del total de las mujeres empleadas en Aragón (de la población activa el 45,42% somos mujeres) trabajan en este sector. Mientras sobre este total el porcentaje que se dedica a la industria es de un 10,57%.
Otro dato muy preocupante es el que se refiere al paro de larga duración, aquí las cifras siguen cebándose con las mujeres, ya que de la cifra total de parados de larga duración que asciende a 55.800, 30.300 son mujeres. Lo que supone el 54,26% del total de las mujeres paradas en Aragón son desempleadas de larga duración.
Además seguimos teniendo un salario menor que el de los hombres. En este estudio vuelve a salir a la luz esta situación que refleja que las mujeres cobramos casi un 25% menos que los hombres en esta Comunidad Autónoma.
La pesada carga de las tareas domésticas, el cuidado tanto de los hijos y las hijas, así como de los familiares dependientes siguen recayendo de forma casi exclusiva sobre las mujeres. Este mismo estudio muestra que el 93,07% de las excedencias por cuidado familiar fueron solicitadas por mujeres, frente al 6,93% de los hombres. Las cifras que corresponden a las prestaciones por maternidad también son clarificadoras en el mismo sentido, 98,12% de mujeres las solicitaron, frente al irrisorio 1,88% de los hombres.
Una y otra vez las cifras ponen blanco sobre negro como somos las mujeres las que cargamos con la pesada losa de los cuidados familiares y las tareas domésticas. Por un lado somos las que asumimos esas jornadas laborales parciales porque en muchas ocasiones tenemos que cuidar de nuestras familias. Y por el otro cuando tenemos jornadas a tiempo completo pedimos las excedencias para hacernos cargo de estas situaciones familiares.
La desigualdad de género no tiene fronteras
Pero el Estado español no es una excepción, si pasamos a un tercer nivel sigue la misma tónica, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) ofrece cifras muy claras. Según este organismo, en el año 2015 el empleo femenino a nivel mundial es del 49,6%, es decir hay 1300 millones de mujeres trabajadoras en el mundo, mientras que el empleo masculino es del 76%, que corresponde a 2000 millones de hombres trabajadores.
Estas cifras no son sólo números, esconden detrás de ellas situaciones muy complicadas para muchas mujeres, las dobles cadenas son una realidad que pone de manifiesto que somos doblemente explotadas, primero en nuestros puestos de trabajo, para la que tiene la “suerte” de tenerlo y después cuando volvemos a casa seguimos “trabajando” sin ninguna remuneración. Todo esto también pone de manifiesto que sacrificamos nuestras carreras profesionales y nuestra vida personal para hacer la tarea que el capitalismo y el patriarcado “nos tiene encomendada”, primero la producción y después la reproducción.