Ambos mandatarios llegaron a acuerdos para restablecer las comunicaciones militares y para la lucha contra el tráfico de fentanilo. También para retomar las líneas de contacto para evitar que la rivalidad de las dos potencias mundiales “derive en confrontación”. Pero también dejaron claras sus diferencias en temas candentes como Taiwán.
Jueves 16 de noviembre de 2023 10:30
Luego de cuatro horas de reuniones en una mansión de las afueras de San Francisco, Xi Jinping y Joe Biden llegaron a acuerdos para restablecer las comunicaciones militares y para la lucha contra el tráfico de fentanilo. También para mantener abiertas las líneas de contacto para evitar que la rivalidad de las dos potencias mundiales “derive en confrontación”. Pero también dejaron claras sus diferencias en temas candentes como Taiwán.
Las diferencias entre las dos potencias mundiales son demasiado grandes, y la desconfianza mutua es demasiado aguda como para esperar progresos en una sola tanda de reuniones. Según adelantaron altos cargos de la Casa Blanca, se trató de establecer algún tipo de sintonía entre dos líderes que se conocen desde cuando ambos eran vicepresidentes, hace más de una década, y también se buscó reforzar la confianza mutua.
A pesar de que fue una reunión llena de gestos amigables, al término de la rueda de prensa, Biden respondió a la pregunta de si sigue considerando a Xi un “dictador”: “Sí, lo es”, respondió.
Dos principales acuerdos: Taiwán y el fentanilo
El presidente estadounidense anunció dos principales acuerdos. Primero, que se reanudan los diálogos militares después de que se hubieran suspendido tras el viaje de la expresidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, a Taiwán. Los dos líderes acordaron que, cuando uno lo desee, podrá contactar con el otro para atajar posibles crisis de coyuntura y evitar el riesgo de una escalada que ninguno desee. Washington tenía gran interés en restablecerlos para evitar que alguno de los roces entre sus respectivas patrullas en las cercanías de Taiwán o el mar del Sur de China pudiera generar en una crisis grave.
Xi Jinping subrayó a su homólogo estadounidense la importancia que confiere a Taiwán , la isla de régimen democrático que China considera parte de su territorio. Según relató el alto cargo estadounidense, el presidente chino aseguró que el asunto es “potencialmente el más peligroso en las relaciones bilaterales”. El líder también insistió en que prefiere la unificación pacífica y su país no tiene aviones, hoy por hoy, de tomar la isla por la fuerza. Pero “pasó inmediatamente a las condiciones en las cuales se podría utilizar la fuerza”.
El estatus de Taiwán, sobre la que Pekín reclama su soberanía y a la que Washington proporciona una importante ayuda militar, sigue siendo uno de los principales puntos del problema. Joe Biden pidió a Xi que “respete el proceso electoral”, y Xi Jinping, por su parte, instó a Biden a "dejar de armar a Taiwán" y habló de una reunificación "inevitable", según una fuente diplomática china.
Preguntado al respecto en la rueda de prensa, Biden se limitó a responder que había expuesto a Xi que Estados Unidos mantiene su política de Una Sola China, que para Washington significa que reconoce a Pekín como el Gobierno legítimo de China y considera el estatus de Taiwán. Como algo no decidido. También, según el alto funcionario, le había reclamado a su homólogo chino que respetara el resultado de las elecciones taiwanesas en enero. El Gobierno de Xi prefiere el triunfo del conservador Kuomintang, que ve con buenos ojos las relaciones al otro lado del estrecho, y teme un triunfo por tercer ciclo consecutivo del Partido Democrático Progresista (PDP), partidario de la distancia hacia Pekín.
También alcanzaron un acuerdo antinarcótico para tratar de frenar la exportación de precursores químicos chinos que se están usando en México por carteles para fabricar el fentanilo, una droga sintética que está matando a cerca de 200 personas diarias en Estados Unidos.
Los dos líderes encontraron más armonía en cuestiones como la lucha contra el fentanilo, el opiáceo cuyo consumo cuesta la vida a decenas de millas de estadounidenses al año. La droga entra en EE UU mayoritariamente por su frontera sur, pero del gigante asiático parten buena parte de los componentes que los cárteles utilizan para fabricarla. “Trabajamos intensamente con cada elemento del sistema chino en un plan por el que China utilizará una serie de procedimientos para ir contra compañías específicas que producen precursores”, declaró el alto funcionario estadounidense.
La diplomacia estadounidense
Los líderes compartieron sus visiones sobre los conflictos en Palestina y Ucrania y otras partes del mundo. Sin embargo, no se llegó a un acuerdo concreto en cuanto al cambio climático, uno de los temas sobre los que se tenía más expectativa teniendo en cuenta que China y Estados Unidos son los países que más contaminan en el mundo.
“Estoy encantado con los pasos positivos que hemos dado hoy. Y es importante que el mundo vea que estamos poniendo en práctica un enfoque en la mejor tradición de la diplomacia estadounidense. Hablamos con nuestros competidores y estas discusiones directas ayudan a eliminar malentendidos. Esto es clave para mantener la estabilidad mundial y servir al pueblo estadounidense. En los próximos meses, mantendremos y proseguiremos la diplomacia de alto nivel con China en ambas direcciones, para mantener abiertas las líneas de comunicación. Incluso entre el presidente Xi y yo. Acordamos que, si uno de nosotros quería hablar con el otro, descolgaría el teléfono y hablaríamos inmediatamente”, dijo Biden.
El encuentro era clave: China llega con una economía debilitada; Estados Unidos, bajo la presión de los conflictos en Ucrania y Oriente Próximo. La reunión tiene como objeto evitar que la rivalidad entre Estados Unidos y China, las dos grandes potencias económicas mundiales, “se convierta en enfrentamiento”, insistió un alto funcionario que habló bajo la condición del anonimato con los periodistas que acompañan al presidente estadounidense en su visita a San Francisco para la cumbre con Xi y el encuentro anual del Foro de Cooperación Económica Asia Pacífico (APEC).
Es la primera ocasión en que los dos líderes mantenían contacto directo desde que se vieron cara a cara en noviembre de 2022 en Bali (Indonesia) durante la cumbre del G-20. Entonces acordaron dar pasos para reforzar la debilitada confianza entre los dos países y relanzar la relación bilateral más importante del mundo, a la deriva desde que la Administración del entonces presidente Donald Trump y Pekín impusieron aranceles a decenas de millas de millones de dólares de productos de sus respectivos países en 2018.
Con información de RFI y El País.