Aunque el aborto esta despenalizado en CDMX y Oaxaca, la incertidumbre para las mujeres a nivel nacional continúa.
Joss Espinosa @Joss_font
Viernes 3 de abril de 2020 16:47
Pese a que la Interrupción Legal del Embarazo es contemplada como una práctica de salud urgente y se ha declarado que los servicios de salud continúan de forma normal, hay la incertidumbre de qué pasará con esta necesidad en medio de la pandemia, y si por ello se agrava la situación. Esto se suma a que solo está despenalizado el aborto en CDMX y en Oaxaca.
Aunque en CDMX hay oficialmente 12 clínicas que brindan el servicio, se tiene conocimiento de que solamente brindan el servicio completo tres de ellas. Por otro lado, se sabe que pueden acceder a este servicio cualquier mujer del interior de la República (aunque no de forma gratuita), algo que se complejiza por el llamado a cuarentena y la poca movilidad obligada para las personas debido a la pandemia.
Esto se suma al reciente cierre de una clínica privada de ILE, debido a protestas de grupos religiosos. Aunque a este tipo de clínicas son muy seguras, solo puede acceder un pequeño sector, pues tienen un alto costo las prácticas. Sobre todo, lo que expresa el cierre de esta clínica, es que ante la despenalización del aborto en Oaxaca, los sectores de la derecha conservadora se han puesto a la ofensiva contra nuestros derechos.
No está descartado que se abra una crisis, como las que vemos en otros países ante el Covid-19, en torno al aborto. Claro es el ejemplo de EE. UU. en el que la derecha aprovecha estos momentos de crisis para implementar recortes a las clínicas que brindan este servicio, derivando en el cierre de clínicas para abortar en Ohio y Texas. Esto posibilita que dicha medida sea implementada en otros estados.
La Iglesia y la derecha en este panorama
Pese a que las condiciones del aborto no han cambiado, desde que se aprobó la despenalización del aborto en Oaxaca, los grupos de la derecha conservadora y la Iglesia, han tratado de avanzar en aprobar leyes locales, que impliquen trabas a que este derecho se garantice a nivel nacional.
Tal es el caso de estados como Hidalgo, en el que se aprobaron leyes antiaborto, con el pretexto de “proteger la vida”, donde sorprendentemente los diputados de la 4T y el Morena votaron a favor de las reformas reaccionarias, poniendo obstáculos para que la despenalización se concrete en ese estado.
Por otro lado el Frente Nacional por la Familia ha movilizado a personas, y entregado recolecciones de firmas en Puebla, con las que exigen que no se apruebe el aborto. De la mano de esto, las discusiones parlamentarias en torno a la despenalización del aborto, están detenidas (como muchas otras) so pretexto de la pandemia, y las medidas sanitarias.
Esto se suma a las declaraciones de líderes de la Iglesia como Ramón Castro Castro, Obispo de Cuernavaca, quien afirmó que la pandemia es un llamado de Dios por culpa del aborto y la homosexualidad.
"La pandemia de Covid-19 es un grito de Dios a la humanidad ante el desorden social, el aborto, la violencia, la corrupción, la eutanasia y la homosexualidad”
–Obispo Ramos Castro
Este tipo de declaraciones apuntan a criminalizar a las mujeres, exponiendo sus vidas al imponerles embarazos no deseados o abortos clandestinos que pueden tener consecuencias mortales o llevarlas presas.
Este tipo de declaraciones apuntan a criminalizar a las mujeres, exponiendo sus vidas al imponerles embarazos no deseados o abortos clandestinos que pueden tener consecuencias mortales o llevarlas presas.
Pese a que ahora hay una pausa en la organización de las mujeres, creemos que éste no puede paralizarse por la pandemia, y estar al pendiente de cómo evolucionan estas situaciones. Debemos continuar con la denuncia de las presas y muertas por abortar, y visibilizar que nos sigue haciendo falta el aborto legal, seguro, libre y gratuito.