La Izquierda Diario recibió una nueva denuncia de trabajadores. Esta vez, de un obrero de esta fábrica textil (ex PGI) del parque industrial. Tras haberse encontrado un contagio, la gerencia solo cerró el sector de despacho por apenas 24 horas, mientras que obligó al resto de los trabajadores a seguir asistiendo a la fábrica, arriesgando su salud y la de sus familias.
Lunes 22 de junio de 2020 21:46
Durante el feriado del lunes pasado un trabajador del turno noche se retiró de la planta con síntomas coincidentes a los del Covid-19, habiéndose sometido posteriormente a un hisopado que resultó positivo. No obstante, según el propio relato de los obreros denunciantes, recién el miércoles el municipio de Pilar envió inspectores a recorrer las instalaciones. Luego de intentar negarles el ingreso para inspeccionar las instalaciones, la gerencia les mostró nada más que el sector de logística, quedando clausurado. Mientras, el resto de la planta siguió produciendo.
Los operarios contaron también que al día siguiente fueron convocados a presentarse como si nada pasara. Ellos aseguran desconocer si la empresa aplicó el protocolo sanitario y testeos a todo el personal, aunque por el corto tiempo transcurrido sostienen que es poco probable que lo haya hecho.
Además ni el sindicato textil ni la comisión interna de la fábrica se han puesto a disposición de los obreros para defender su salud, quedando en complicidad con la gerencia de la planta.
Te puede interesar: Primeros casos de Covid-19 en la fábrica Procter & Gamble
Te puede interesar: Primeros casos de Covid-19 en la fábrica Procter & Gamble
Además de poner en riesgo la salud de los trabajadores, Berry fabrica insumos textiles que son para uso final del personal de la salud o para el cuidado personal (como pañales y toallas femeninas). No es la primera empresa del parque industrial denunciada por sus trabajadores por incumplir los protocolos sanitarios. Otras fábricas como Impresores S.A., Procter & Gamble o Tigre han actuado de la misma manera. Por eso mismo se torna urgente la puesta en pie de Comisiones de seguridad e higiene integradas por los propios trabajadores de la fábrica, en consulta permanente con profesionales de la salud y las universidades públicas, sin injerencia de la patronal ni de la burocracias sindicales. Estas comisiones podrían tener una fuerza suficiente para torcer el brazo de la patronal, obligándola también a testear masivamente a todo el personal.
Por el lado del Gobierno, con cada “siga, siga” queda claro que proteger las necesidades del pueblo trabajador en lugar de al lucro empresarial está lejos de ser una prioridad. Mientras deja pasar todos los ataques de las patronales, busca negociar a toda costa con los fondos buitres para pagar la deuda.
Es importante reagrupar fuerzas entre los trabajadores para poner un freno a estos ataques que son avalados por todos los gobiernos. Para ellos lo único que importa son sus ganancias, pero para nosotros ¡nuestras vidas valen más!