OPINIÓN. La foto: renglones calurosos y desordenados

¡Y si están no mostrarlas! Hace unos pocos días 71 personas murieron asfixiadas en un camión en Austria. Austria, se ve, no es solo los niños cantores, las salchichas de las publicidades y las galas de Opera.

En Austria también los inmigrantes se quedan sin aire. 4 Aylan y 67 padres de Aylan murieron. Pero ahí fueron más pulcros y murieron sin ostentar su muerte, sin cagarle las vacaciones a ningún funcionario o ricachón que tenga que sacarse los esquíes o las antiparras y ponerse rajando la careta de compungido.

En Austria no hubo foto. Entonces los diarios no descubrieron el “drama de los inmigrantes”. El problema, sabemos, es la foto. Que se vea, ese es el tema. Que aparezcan nenes flotando en las playas donde, se supone, “la gente”, debe bañarse.

El problema es la foto y que los niños mueran en las playas donde “ellos” deben mojarse en sus 12 meses de vacaciones. Los africanos también se ahogan en esas aguas. Pero son negros. Entonces no es tan dramático el drama de los inmigrantes.

Un drama que dura 200 años no es un drama. Es un plan. Una condena. Un destino. Una sesión de tortura cotidiana hacia los que hacen la torta, la ponen en la mesa, pero mueren ahogados mientras otros se la comen. ¡Pero que no se vea la foto de ese momento! ¡Que no les caguen las vacaciones!

Un diario dice: “Europa no pudo salvarlo”. Y Aylan mira al suelo con los ojos cerrados y apagados. No. Lo que ustedes llaman Europa, que son los que esquían y se ponen las antiparras, sumergió la cabeza de Aylan y de sus hermanos, padres y tíos, mientras convocaba a una conferencia para discutir el “drama de los inmigrantes”.

Ya va a aparecer un Gigoló, un campeonato de fútbol o una entrega de premios. Y la foto se va a ir. La realidad queda. Los ahogados seguirán llegando con su estorbo y su molestia y su testaruda gana de cagarle las vacaciones a Ellos.

Pero al menos no va a haber foto. Porque el problema es la foto y no lo que hay en ella.