Vidal pasó de ser la “heroína” que derrotó al peronismo en la PBA a quien debe cargar con gran parte del ajuste en su territorio, mientras no descartan su candidatura a presidenta ante el desgaste de Macri.
Walter "Pata" Moretti @patamoretti
Jueves 1ro de noviembre de 2018
Macri y Vidal en Trenque Lauquen, reunidos con el gabinete provincial y parte del nacional. Foto: Twitter
La rosca entre los gobernadores peronistas y el gobierno nacional que precedió a la votación del presupuesto de Madame Lagarde en la Cámara Baja hizo oídos sordos al incesante pedido de María Eugenia Vidal para que en el mismo se incluya la actualización por la inflación del Fondo del Conurbano; se trata de alrededor de $19 mil millones que la gobernadora necesita como el agua para afrontar el agravamiento de las finanzas provinciales.
Vidal precisa la actualización del Fondo del Conurbano no solo para cubrir los $28 mil que ya arrastra el déficit total de la provincia, sino también para absorber la “provincialización” de las tarifas sociales de la electricidad, los subsidios al transporte y la eliminación del Fondo Sojero; un paquete que suma otros $40 mil millones a las cuentas bonaerenses.
De allí el enojo de Vidal y los funcionarios provinciales ante la eliminación de la actualización requerida del presupuesto nacional. Los gobernadores peronistas se plantaron con todas sus fuerzas para que ésta no salga y Macri, como no podía ser de otra forma, optó por el pacto exigido por Christine Lagarde y el FMI y no por la “pobre” Mariú. Esta se quedó con las manos vacías -al menos por ahora- mientras los gobernadores peronistas se alzaron con significativas cajas para compensar los subsidios al transporte y para seguir financiando obras públicas de importancia. Además consiguieron el guiño para el endeudamiento externo. De esa rosca salió el presupuesto de “déficit cero” que pagaremos los trabajadores y los sectores populares.
El propio ministro de Economía Nicolás Dujovne fue el encargado de hurgar en la grieta abierta entre Macri y Vidal. Según el periodista Marcelo Bonelli, el ministro habría disparado desde un palco del Monumental que compartía con su colega Rogelio Frigerio: “si quiere ser presidenta que lo haga con su plata”. Rápidamente el ministro de Gobierno provincial Joaquín De la Torre (exintendente de San Miguel que perteneció al FpV y que luego pasó por el Frente Renovador antes de recalar en Cambiemos) se convirtió en el escudero de Vidal ante los ataques del ministro. Para bajar las tensiones, el propio jefe de ministros Marcos Peña viajó a La Plata para participar en la reunión del gabinete y bajar los decibeles, con sus acostumbrados pero ya gastados discursos motivacionales.
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Últimamente comenzó a sonar la posibilidad de que Macri saque por decreto la actualización que exige Vidal, pero esto sería recién en diciembre una vez aprobado el presupuesto, encaminado el acuerdo con el FMI y luego de la reunión del G20. El senador Miguel Ángel Pichetto salió al cruce alegando que esto “rompería las reglas de juego”, que seguramente tendría que ser compensado con una nueva ronda de concesiones y pactos a espaldas nuestras. ¿Será la anulación del DNU por el Fondo Sojero la nueva prenda de negociación?
En medio de este escenario Macri le habría dicho a Vidal: “Si yo puedo, en diciembre te voy a ayudar, si no puedo, no. Y veremos otras alternativas”, pero en el mejor de los casos la promesa estaría bastante lejos de los $19 mil millones que anhela la gobernadora.
Por las dudas Vidal sigue con su idea de formar un gran frente legislativo bonaerense para darle fuerza a su petición. Massa ya acercó su mano y su bloque impulsó un “proyecto de beneplácito para adherir a todas las gestiones” encarnadas por la mandataria provincial. El peronismo de los intendentes seguramente arrimará también su apoyo, mientras la gobernadora los amenaza con descargar sobre ellos los $25 mil millones necesarios para los subsidios al transporte, algo totalmente impagable para los municipios.
Veremos, entonces, como sigue esta rencilla que más allá de su resultado final, tendrá consecuencias que en nada favorecerán al pueblo bonaerense.
La crisis de Macri y los problemas del “Plan V” y del “Plan B”
El constante debilitamiento de Macri está llevando a los representantes de las clases dominantes a dudar si el presidente puede llevar hasta el final el plan de guerra contra los trabajadores y sus conquistas, ya sea en su mandato actual o en un posible segundo gobierno. Si bien el adelanto de los desembolsos del FMI le puede dar coyunturalmente un poco aire -un vuelo gallináceo a lo sumo- al proyecto reeleccionista de Macri, queda mucha agua por correr bajo el puente hasta las próximas elecciones, y esto incluye la nueva reforma previsional, la reforma laboral, más una recesión profunda y una inflación y un ajuste creciente. Ciertos sectores del Círculo Rojo dudan mucho de que el actual presidente pueda ser un garante efectivo de tamaño ataque, y por lo tanto se abre la discusión sobre un posible recambio para el 2019.
En este marco, parte de ese Círculo Rojo insiste en erigir a María Eugenia Vidal como posible recambio como un posible “Plan V”; entre ellos se ubicaría el Grupo Clarín, aunque también ponen un ojo en la posibilidad de que surja un peronismo racional unido. Pero como señaló el politólogo Andrés Malamud, Vidal podría ser una carta perdedora porque Macri le transferiría su propia debilidad.
En el último Coloquio de Idea, la gerenta general de Latam que lo presidió expresó que Vidal “necesita más que el ángel”, luego que ésta diera apertura a la reunión de los CEOs.
Aunque no se pueda descartar que finalmente se imponga el “Plan V”, surge el gran problema de quién sería el “Plan B” para que Cambiemos pueda retener la propia Provincia de Buenos Aires.
Una fuente de Cambiemos expresó: “Si no va María Eugenia [Vidal] se nos arma un quilombo imposible. No hay sucesor y al no haberlo, va a ser un lío importante. Porque Esteban Bullrich va a querer serlo, Ritondo va a querer serlo y los radicales van a querer ir a una interna. Se descalabra todo”.
En este marco, la idea de la foto de la gobernadora con Macri para mostrar cierta unidad puede tener vida corta en medio de la profunda crisis económica y política del gobierno de Cambiemos. Al fin y al cabo, sea como sea, tanto la reelección de Macri, como con un gobierno de Vidal e incluso del PJ (si logra superar su dispersión) seguirán gobernando Lagarde y el FMI contra las masas laboriosas y populares.
Con esta nota cumplimos dos meses en la edición de Escenario Bonaerense, gracias a todos los lectores y lectoras y desde ya esperamos su colaboración para ir mejorando nuestra columna.
Nos volvemos a encontrar el próximo jueves.
Walter "Pata" Moretti
Junta Interna de ATE - Ministerio de Desarrollo Social PBA