La batalla de María Eva Venegas, hija del “Momo”, en su pelea por la herencia, terminó destapando los manejos con el dinero de los peones rurales. Cuando "las mafias" bancan la campaña de Cambiemos.
Martes 10 de octubre de 2017
En su plan para recuperar “lo robado” María Eva Venegas declaró a Radio 10 que “la plata que nos corresponde a nosotros está yendo a la campaña de Cambiemos, están lavando guita”.
Además, señaló que desde que murió su padre y que el gremio pasó a ser conducido por Ramón Ayala, en la Uatre todo es un “viva la Pepa”.
Aprovechando el discurso que viene teniendo el Gobierno sobre las mafias sindicales, y que tuvo como expresión concreta la detención del “Pata” Medina (Uocra ), la hija del Momo aseguró que el presidente Mauricio Macrí “tendría que haber intervenido” para “sacar a las mafias de la Uatre, (Ramón) Ayala y el resto del secretariado”.
Completamente alejada de la realidad de los trabajadores rurales que representaba su padre, es absurda la exigencia la de la hija del Momo, ya que su padre supo construir una estrecha relación con el presidente y quien fue reconocido como el sindicalista modelo para el Gobierno de Cambiemos.
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Justamente por ser el dirigente que más oficialista se volvió en medio de los ataques, la flexibilización laboral y los despidos que viene aplicando el Gobierno, como gran amigo de las patronales del campo, se convirtió en el exponente sindical a seguir para ajustar a los trabajadores.
Incluso ante las amenazas de María Eva, el actual secretario general de la Uatre y también sindicalista mimado del Gobierno, Ramón Ayala respondió exultante: “Estamos dispuestos a que nos allanen y nos investiguen, así vivimos durante el Gobierno kirchnerista”, comentó el sindicalista, sobre quien pesa una denuncia presentada por la hija de Venegas, que cayó en el juzgado de Luis Rodríguez y es la que amenaza con la posible intervención del gremio.
“Tenemos todos los balances a disposición para quien quiere allanar, solo pedimos que se respete la figura de este gremio y del gran conductor que tuvimos”, expresó Ayala en diálogo con Toma y Daca, de Radio El Mundo.
“Entre gauchos no vamos a pisarnos el poncho”
Como un engranaje que funciona con movimientos precisos, burocracia y Gobierno, actúan en común cuidándose las espaldas y se devuelven los favores.
En este sentido el Gobierno nacional salió a respaldar al gremio, en palabras del ministro de Trabajo de la provincia, Marcelo Villegas, que en las últimas semanas ha dedicado un gran empeño para develar las irregularidades en los gremios y estuvo al frente del caso de Juan Pablo “El Pata” Medina, le hizo un guiño a la oficialista Uatre y explicó que: “Para Cambiemos los millones y los testaferros que la hija de Venegas denunció no estarían vinculados a cuestiones sindicales”.
Por lo tanto consideró que “se trata más de cuestiones de derecho sucesorio que del derecho penal o cuestiones sindicales”. “Hasta donde yo tengo información y reconozco que no he seguido todo el proceso post-mortem del Momo, si hay una cuestión de supuestos testaferros yo entiendo que hay una cuestión sucesoria en el medio, donde se tienen que acreditar documentos. De allí a hacer una imputación sobre alguien que no puede defenderse porque no está entre nosotros me parece que es una cuestión de mínimo respeto, no de doble estándar”.
Casi sepultando las mas que confirmadas irregularidades, que denuncia la hija del Momo porque no se quedó con nada, y no por interés de esclarecimiento a favor de los peones rurales, los negociados millonarios, los acuerdos entre las patronales del campo y empresarios del agro con quienes el Momo acumuló su fortuna, tienen un claro encubrimiento por parte del Gobierno nacional.
Un ejemplo indignante que hace parte del prontuario que tienen los dirigentes que constituyen la burocracia sindical.
Dirigentes de esta talla, junto a los secretarios generales que forman la CGT y que mantienen el “diálogo con el Gobierno” son los principales responsables de que el ajuste, los despidos y el plan de reforma laboral que se planea imponer luego de las elecciones de octubre, se lleve adelante sin ningún obstáculo de parte de los dirigentes sindicales.
Ni planes de lucha, ni asambleas para debatir que hacer, ni paros para enfrentarse a los planes de Cambiemos. Al contrario de reaccionar ante los ataques, el camino a seguir es mas traición para los trabajadores.
