El origen del principal canal de tv de la provincia muestra sus vínculos profundos con el poder político de turno y la última dictadura militar. Una historia de desinformación.
Lunes 21 de marzo de 2016 09:00
Canal 7 de Jujuy 50 años de des-información
En la página oficial del multimedio encontramos una reseña de origen e historia que dice “…una aventura impulsada por un grupo de amigos”, entre los cuales había “…Abogados, empresarios, comerciantes, finqueros y contadores”, quienes se unieron para levantar el actual emporio empresarial, cómplice de los diversos gobiernos de turno, sean democráticos o dictatoriales, a lo largo de estas líneas encontraremos el porqué de dicho accionar.
Los inicios de un gran negocio
El impulsor de la empresa fue Fernando Isidoro Pérez Paz, hombre conocedor de los medios de difusión de aquellos tiempos, era propietario de la Organización CARF (propaladora y primera agencia integral de publicidad en Jujuy), y como buen “emprendedor” vislumbro un nuevo negocio, mediante la resolución 54-SC, en el año 1961, de la Secretaría de Estado de Comunicaciones de Argentina, que llamó a concurso público para la concesión de licencias de estaciones de televisión en localidades de provincia. Así nació lo que hoy conocemos como Radio Visión Jujuy o popularmente Canal 7 de Jujuy.
A finales de los “60, para llevar adelante esta empresa Pérez Paz, necesitaba inversores, y lejos de la historia-mito del grupo de amigos que “no les movía el dinero, ni la fama tampoco; únicamente un corazón enamorado por su gente, su tradición y su cultura”, como dice en el sitio oficial. Pérez Paz recurrió a sus antiguos clientes de la agencia, y con olfato capitalista, eligió como primer socio a un comerciante de gran peso de la época, a Ángel Leonor Marciani, propietario de “Tradicional Casa Marciani”, un local de muebles y electrodomésticos. Y el argumento para convencer al ulterior socio fue “don Ángel así como usted ahora vende radios, máquinas de coser… va a vender televisores”-Entrevista a la hija de Angel Marciani, en Marcelo Andrés Brunet “Del cable al aire. La historia de Radio Visión Jujuy (1952-2010)-, así encontramos el primer embuste del futuro multimedio a la comunidad. Entre los demás socios encontramos a Carlos Marcelo Quevedo Cornejo, gran tabacalero y finquero, a través de éste el ex –Vicegobernador Guillermo Jenefes (PJ) llegará a ser presidente del Holding, al ser esposo de Eulalia Quevedo Carillo hija del socio en cuestión.
La continuidad del “progreso”… ahora de la mano de la última Dictadura
Después del primer impulso, y tras haber instalado decenas de televisores en los hogares capitalinos de Jujuy, debían romper la barrera de llegar al interior, el primer objetivo era el ramal jujeño (San Pedro, Ledesma y parte de Salta), y debían buscar la manera de instalar repetidoras en un lugar alto, llegaron así al Cerro Zapla, a casi 30 kilómetros de la ciudad de San Salvador de Jujuy. Aquí inician la relación directa con las fuerzas represoras de la época, es así que la estación repetidora en Cerro Zapla fue bautizada “Comandante General Marcelo Barbieri” en reconocimiento al trabajo realizado por Barbieri, quien realizó el montaje de la estación trasmisora central y luego en la instalación de la repetidora de Zapla. El Comandante Barbieri fue Director de Radiocomunicaciones de Gendarmería Nacional, fuerza encargada de reprimir a su manera en aquellos años 60´ y 70´.
Pero esto solo fue el inicio, la vinculación con los represores se profundizó; para llegar al norte de Jujuy y sur de Bolivia, necesitaba más repetidoras, y ante esto, Radio Visión Jujuy recibió un gran aporte estatal de la genocida última dictadura, citemos textualmente el trabajo de Marcelo Brunet sobre el tema “Hay que destacar la importancia de los convenios y el mencionado decreto por casi 500 millones de pesos, para Radio Visión Jujuy S.A., ya que, si bien la empresa estaba acostumbrada a contar con una pauta mensual del gobierno, esos montos habitualmente no excedían los 10 millones de pesos. Esta información se puede corroborar accediendo, por ejemplo, al decreto N° 6057-H correspondiente al expediente N° 79 del 14 de septiembre de 1979. Partidas del mismo tenor y monto se pueden encontrar en los decretos N° 6158-H28 que otorga publicidad oficial por el mes de septiembre de 1979 y el decreto N° 6297-H29 que hace lo propio en el mes de octubre del mismo año, sólo por citar algunos.”
Una vez más, se vislumbra que lejos de ser un “progreso para la comunidad”, como le gustaba decir a los dueños de esta empresa en aquellos años de plomo, optaron conscientemente por el silencio cómplice, y emprendieron grandes negocios, como muchos empresarios hicieron en la última dictadura, esta asociación sombría, se refuerza una vez más en la inauguración de la señal de televisión abierta en La Quiaca, mediante las declaraciones del Intendente Ricardo Giménez: “Esta realidad, producto de un esfuerzo mancomunado entre el gobierno de las Fuerzas Armadas en la provincia de Jujuy y una empresa privada jujeña, y a la vez un aliento más para que en esta frontera norte de la patria se siga levantando a diario la bandera Argentina, al mástil de nuestra soberanía…” El negocio televisivo crecía, al igual que las listas de desaparecidos de la mano de los genocidas, Canal 7 a cambio de millones de pesos, no dijo ni una palabra a favor de los trabajadores y los sectores populares.
Y esta alianza nefasta con los militares la terminaron de sellar, cuando le pusieron color a las transmisiones de canal 7, nada más ni nada menos en la inauguración estuvo presente el represor a cargo del gobierno de facto en la provincia de Jujuy, General Urdapilleta donde señaló, es “una gran satisfacción para todos los que nos encontramos en Jujuy; sobre todo la población debe estar contenta de asistir y compartir este adelanto, que puede permitir una gran difusión de todo lo que acontece en el mundo y mostrado en sus colores originales”. Los colares iban a estar focalizados en los desfiles de carrozas y elección a la reina del estudiantado, y la programación diaria que brindaba el canal. Por supuesto, el rol que cumplía este medio televisivo era ocultar aquellos años terrible que vivían los jujeños, sobre todo los trabajadores y estudiantes, que habían decidido ser parte de aquella generación que buscaban transformar su realidad. Canal 7 se calló deliberadamente ante la violación de los DDHH, como ser en el caso de la “Noche del Apagón”, donde el empresario del azúcar, Blaquier que junto los mismos militares genocidas que elogiaban a los dueños de Canal 7, desaparecieron a 300 personas, en Ledesma y Calilegua en Julio de 1976, y hasta el día de hoy están desaparecidos 33 trabajadores y jóvenes luchadores.