La lucha de los SRT en momentos decisivos y el rol del “Partido cordobés”

La lucha que hace meses sostienen las y los trabajadores de los SRT en defensa de los puestos de trabajo y contra el vaciamiento del multimedio dio un salto cuando se conoció el plan del rectorado de la Universidad de Córdoba, de efectuar al menos 160 despidos. Pero el Rectorado radical no actúa solo, cuenta con una pata de apoyo en el peronismo provincial. ¿Cómo enfrentar estas maniobras para fortalecer la lucha y derrotar el plan de ataque?

Es claro que si los SRT continúan funcionando es sólo por la persistencia de las y los trabajadores que desde hace meses, con esfuerzo, vienen sosteniendo acciones de lucha a la vez que la programación diaria, desde la cual invitan a las audiencias a solidarizarse. La participación sostenida en múltiples movilizaciones junto a otros sectores, las acciones frente al Consejo Superior de la UNC, el abrazo solidario a los SRT, movilizaciones al Ministerio de Trabajo, el gran festival solidario en el Parque Sarmiento, sumado al contenido en defensa de la lucha que transmiten en los distintos programas radiales y de TV, permitieron ir instalando una campaña de solidaridad que creció en apoyos y difusión. Eso les permitió llegar hasta acá, logrando el pago de salarios y parte de los aguinaldos adeudados contra el intento del rectorado y el directorio del multimedio de quebrarlos por necesidad.

En esta campaña sumaron sus voces de apoyo distintas personalidades de la cultura provincial y referentes de distintos espacios sindicales, sociales y políticos. Un amplio y variado frente único en defensa del multimedio y los puestos de trabajo que es necesario seguir fortaleciendo. Al mismo tiempo, es necesario clarificar qué rol vienen jugando los distintos actores políticos que juegan en contra de la lucha. Porque si es evidente que el rectorado radical, alineado con el programa de “No hay plata” de Milei, tiene un plan de vaciamiento para avanzar en una gestión con participación privada y una planta reducida a 70 trabajadores, hay que dejar en claro también que el peronismo provincial, igualmente alineado con el ajuste libertario, viene jugando un rol de claro garante de este plan.

Fue escandaloso el papel del radicalismo en la última sesión de la Legislatura cordobesa que, con la intención de encubrir a su principal poder en la provincia al mando del rectorado de la UNC, intentó bloquear una mera declaración de apoyo a las demandas de los trabajadores utilizando maniobras parlamentarias de bajo nivel. Pero el peronismo hace lo suyo. Si por un lado algunos legisladores y concejales del peronismo expresaron su apoyo a las y los trabajadores, como fue en el caso de los 28 firmantes en apoyo a la declaración de solidaridad con los SRT presentada por Laura Vilches del PTS-FITU->https://www.laizquierdadiario.com/Presentan-nota-de-concejales-de-Cordoba-para-que-diputados-y-senadores-intercedan-por-la] en el Concejo Deliberante , al mismo tiempo el gobierno provincial usa sus herramientas para quebrar la lucha.

Desde el Ministerio de Trabajo, el Ministro Omar Sereno, que actúa políticamente en representación del gobierno de Llaryora, dio curso al Procedimiento Preventivo de Crisis presentado por la UNC en relación a los SRT. Eso da una cobertura legal al plan de vaciamiento de la patronal, en este caso el Rectorado de la UNC, ya que, reconociendo la crisis económica que alega, le permitiría pagar indemnizaciones reducidas al tiempo que le impide a las y los trabajadores realizar acciones de huelga y otras medidas sindicales mientras dure el procedimiento. Mímica de apoyo por un lado, garantes del plan de ataque por el otro.

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No está claro (aunque circulan múltiples versiones en ese sentido) si todo esto es con el objetivo directo de obtener una participación accionaria en un futuro plan de reestructuración del medio, pero lo que sí es claro es que todo lo logrado hasta ahora dependió de las propias fuerzas de las y los trabajadores y los sectores solidarios y que esa es la perspectiva que hay que fortalecer, de manera independiente del gobierno que busca atacar a cada sector en lucha, sea de frente como en este momento hace con la docencia, o sea con el “abrazo del oso”, como en este caso.

En ese "abrazo del oso", el peronismo sindical también juega su rol. Mientras la CGT Córdoba, de perfil kirchnerista, realiza declaraciones combativas de apoyo y colaboraciones limitadas (disponiendo recursos para el festival, por ejemplo), no impulsó una sola medida de lucha a la altura del ataque. Empezando por el propio SATSAID (que agrupa a los trabajadores de la televisión y telecomunicaciones), que ni siquiera realizó una campaña solidaria hacia el interior del gremio, ni impulsó fondo de huelga para el conjunto de los trabajadores ni convocó a asambleas en las que se informe de la situación y se discuta cómo defender cada puesto de trabajo; y siguiendo por la CGT que si además de hacer declaraciones llamara a un paro y movilización permitiría al conflicto pegar un salto y lograr la fuerza necesaria para triunfar. Como decíamos en esta nota, de nada sirven los discursos combativos si quienes tienen la responsabilidad de extender la lucha se quedan sólo en las palabras.

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Pero la lucha de los SRT no se desarrolla aislada. En este momento están en lucha las y los docentes universitarios con paros y no toma de exámenes, así como las y los docentes provinciales que enfrentan el amedrentamiento de Llaryora que impuso la conciliación obligatoria.

En la unidad con las y los trabajadores de la UNC, el movimiento estudiantil que viene de la masiva movilización del 23 de abril y la docencia provincial, en la perspectiva de una gran lucha educativa y en defensa de los medios universitarios, está la fuerza para ganar la lucha. El surgimiento de una gran coordinadora que se proponga unificar estas peleas que el gobierno busca separar, sería un gran paso en este camino.

Más de fondo, para fortalecer esta perspectiva, para darle impulso a cada conflicto, es necesario que crezca en Córdoba una gran fuerza militante de la izquierda entre los trabajadores y la juventud independiente del gobierno y todas las variantes del régimen. Porque mientras el gobierno tiene una dura orientación de ajuste alineada con Milei y ataca a los sectores que salen a pelear, al mismo tiempo ha sido muy exitoso en cooptar las distintas expresiones sociales y políticas que buscaron mostrarse opositoras pero fueron impotentes para construir una alternativa independiente. Incluso el espacio kirchnerista local llegó a presentar a Llaryora, actual aliado de Milei, como el supuesto “mal menor” contra la derecha en Córdoba.

Es necesario reflexionar que esa orientación política es la que fortalece al régimen y debilita las luchas contra el orden conservador del “Partido Cordobés”, una hidra de mil cabezas. Si los sectores que salen a pelear sacan casi naturalmente la conclusión de que cuando hay ataques y las papas queman, la izquierda “siempre está” y pelea consecuentemente, es necesario colaborar con la conclusión de fondo: hay que fortalecer una corriente política verdaderamente independiente que, frente a las falsas opciones que se postulan como opositoras, sea la expresión e impulse las demandas de los trabajadores y sectores populares en Córdoba.