Según datos del Ministerio de Trabajo, casi 6 millones de jubilados y pensionados, reciben un haber inferior a la canasta básica de pobreza. El 90% de los jubilados se encuentra en esa situación.
Lucía Ortega @OrtegaLu_
Sábado 24 de septiembre de 2016
El Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) publicó el jueves pasado los valores estimados de la Canasta Básica Total y la Canasta Básica de Alimentos que definen la línea de pobreza y línea de indigencia, estimadas en $ 12.489,32 y $5.125,92 respectivamente. Mala noticia para los jubilados, que a pesar de rimbombantes reparaciones históricas y movilidades previsionales -por debajo de la inflación-, están muy lejos de alcanzar los ingresos mínimos para no ser pobres.
La Secretaría de Seguridad Social, perteneciente al Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social, que conduce Jorge Triaca, volvió a publicar el Boletín Estadístico de la Seguridad Social, donde da cuenta de la situación crítica en que se encuentran los millones de jubilados y pensionados en el país. Los jubilados ya saben de qué se trata porque lo viven día a día, sin embargo sigue siendo invisibilizado un reclamo que afecta al conjunto de la clase trabajadora: el 82% móvil.
Como se señala en la revista Ideas de Izquierda, la mayoría de los trabajadores no podrá jubilarse con los requisitos mínimos de aportes, una vez alcanzada la edad jubilatoria, lo que significa que no tendrá derecho a recibir una jubilación ordinaria. Pero para peor, el gobierno está preparando una reforma previsional que entre otras cosas, pone en cuestión la propia edad de jubilación que afectaría especialmente a las mujeres, como ya se anticipó con la imposición de una Pensión Universal para el Adulto Mayor en la llamada ley de "Reparación Histórica", que condena a quienes no pudieron trabajar en blanco o estaban desempleados durante su vida activa (no por elección propia, sino por las miserias a las que el capitalismo expone a los trabajadores), a cobrar un haber inferior a la jubilación mínima.
Ahora llegó la noticia que no deja de ser escalofriante: el haber mínimo, que cobran 4,7 millones de jubilados y pensionados, es apenas de $5.661, menos de la mitad del valor de la canasta básica de bienes necesarios para no ser "pobre", y casi al borde de no alcanzar la canasta alimentaria básica que define la línea de indigencia. Esta medición, además, es realizada según la canasta del INDEC, que llamativamente es un 24% inferior a la canasta que mide la Dirección de Estadísticas de la Ciudad de Buenos Aires.
Habrá que esperar al próximo miércoles 28 de septiembre para conocer qué cantidad de "pobres" por ingresos estima el INDEC. Los jubilados no necesitan esperar, la mayoría ya sabe que el dinero no les alcanza.
Lucía Ortega
Economista UBA. Coeditora de la sección de Economía de La Izquierda Diario.