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Red Internacional
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OPINIÓN. La mentira de la reparación histórica

Algunos jubilados puedan acceder a una "reparación histórica" que podría llegar al 45% de aumento. Viéndolo así, como suena, podría ser una buena noticia, pero muchos que no accederán a ese beneficio.

Martes 2 de agosto de 2016

En la última se semana se conocieron los pasos a seguir para saber si los jubilados pueden o no ser alcanzados por el plan de reajuste de haberes y pago de juicio que lanza el gobierno a través de ANSES. Se hizo mención a los requisitos para que los jubilados puedan acceder a un aumento o reparación histórica que podría llegar en algunos casos hasta el 45%. Viéndolo así, como suena, se diría que es una buena noticia.

Sin embargo, los requisitos son absolutamente insultantes para quién trabajó toda una vida y necesita de un retiro tranquilo. A esta “reparación histórica” no se puede acceder por el sólo hecho de ser jubilado con una jubilación mínima, ya que es un plan de adhesión voluntaria. El jubilado/a tendrá que verificar con una clave de seguridad social, en la página de Anses, si le “corresponde” o no el aumento.
Lo que causa indignación es enterarse de que quedan afuera de este plan, los jubilados que hayan obtenido su jubilación mediante moratoria sin aportes, con lo cual un gran número de personas mayores no recibirá el aumento.

Es el caso de mi papá que es jubilado y percibe la jubilación mínima de 4.959 pesos, quien tuvo que salir a trabajar en su antiguo oficio, enristrador de ajos, porque no llega a fin de mes. Las boletas de la luz, el gas, agua, llegan una tras otra y con el aumento de los tarifazos. Los remedios que recibía con el 100% de descuento a través del PAMI, ya no los recibe. No puede acceder a la tarifa social porque tuvo la “mala suerte” de comprar con mucho esfuerzo y trabajo a lo largo de muchos años, un auto con una antigüedad de 10 años. Y así, a un ritmo desenfrenado, lidiar con las compras se ha vuelto un padecimiento, cuando ve que a su magro sueldo mes a mes, se lo come la inflación.

No es diferente lo que le toca a su compañera de vida, mi mamá, que es otra de las tantas jubiladas que pudo jubilarse con la moratoria, que no fue un regalo, ya que trabajó toda su vida alternándose entre el cuidado de la casa, de sus hijos y las temporadas de trabajo como obrera rural precarizada. Ella sólo por haberse jubilado bajo esa condición está exceptuada de una “reparación histórica”.

¿Es acaso una burla, que algunos estén beneficiados y muchos otros queden afuera, o es un odio de clase que deja entrever la concepción ideológica de la clase que nos gobierna, que sólo tiene reparos en proteger a los empresarios?

Esa mentalidad de dar aumentos a unos y otros no, que hay obreros de primera y de segunda, es típica de los patrones. Cuando trata de quilomberos o despide a los obreros que le piden aumento, cuando en un mismo establecimiento hay trabajadores registrados por la empresa y trabajadores tercerizados, o como cuando el patrón, preocupado por la ganancia, decide aumentar los ritmos de producción y dejar sin descanso (30 min para 8 horas de trabajo y 15 para 4 horas) a los trabajadores. Esa misma lógica es la que tiene cuando ve que un niño trabajando en su establecimiento y sonríe cínicamente a esa personita que está siendo utilizada como mano de obra barata.

Es esa clase, la de los patrones, la que menosprecia y maltrata, sólo por el hecho de ser obrero, la que gobierna hoy a través de sus representantes de Cambiemos. Por lo tanto, no sorprende el maltrato a los obreros jubilados, que a pesar de todo siguen trabajando, como es el caso de mi papá.

Este gobierno de Cambiemos es quien propone las leyes, el Frente Renovador y el Frente Para la Victoria son quienes se las aprueban. Sólo el Frente de Izquierda, vota en contra cuando se ven afectados los intereses de los trabajadores y presenta proyectos que tienen el aporte de trabajadores y que son elaborados para aportar en la lucha de clase trabajadora. Más aún sale a las calles en cada protesta obrera en apoyo a la clase a quien representa.

Pero esto no alcanza, es necesario que como clase, tomemos conciencia, que reflexionemos sobre el futuro que nos espera por ser precarizados, que tomemos conciencia que es nuestro presente el que nos toca cambiar a través de la lucha. Así, como con sus 73 años, un obrero que forjó vidas, sale a pelearla y es un ejemplo de lucha; así tenemos que luchar nosotros, uniéndonos y organizándonos en los lugares de trabajo, de estudio, donde nos toque estar, no bajando la cabeza, sino exigiendo nada más y ni nada menos que lo que nos corresponde.

Ante esta necesidad, los trabajadores tenemos que tomar la política en nuestras manos, para que podamos tener independencia política, ya que hasta ahora, sólo han gobernado los partidos que representan a los patrones; y que unidos enfrentemos el ajuste y busquemos una salida de los trabajadores.

Es esta la opinión de quién sacó esta foto llena de orgullo pera también llena de bronca por la situación que le toca vivir a este humilde laburante.