Hace dos semanas Ismael Sosa llegaba a Villa Rumipal para asistir a un festival de rock. En el control de la entrada su novia dejó de verlo. Apareció ahogado en el lago del Embalse de Rio Tercero. Su familia sigue reclamando justicia y denunciado brutalidad policial.
Miércoles 11 de febrero de 2015
Ismael viajó desde Merlo, Buenos Aires, al recital de La Renga que tuvo lugar el 24 de enero en el aérodromo de Villa Rumipal localidad distante a unos 115 km de Córdoba Capital. A la entrada del evento, pasado el primer control, nadie volvió a saber de él hasta tres días después, cuando su cuerpo fue encontrado en el lago, frente al club náutico de Hernando, a más de 5 kilómetros en línea recta desde el aeródromo. Para que su familia fuera notificada tuvieron que pasar otros tres días.
¿Qué pasó desde ese primer control hasta el momento en que su cuerpo aparece en las aguas del lago?. Es el interrogante que parece no tener respuesta y, como Bulacio o Facundo Rivera Alegre, cuando la muerte implica a las fuerzas represivas, a dueños de poder económico o figuras políticas; el silencio, las pistas falsas, o “la culpabilización” de la víctima son los desenlaces ofrecidos.
Algo parece estar mal en Rumipal desde el principio, la novia de Ismael lo busca en hospitales y comisarías, pero no obtiene respuesta. Algunos asistentes creen haberlo visto ensangrentado, golpeado. El hermano viaja durante la semana, las mismas evasivas y amenazas veladas en las comisarías “¿Sabés lo que hizo tu hermano?” le preguntan. Días después, la familia es notificada telefónicamente de que debía viajar a reconocer el cuerpo de Ismael. Inmediatamente, la fiscal de Rio Tercero a cargo de la causa, Andrea Heredia Hidalgo desmintió ante medios informativos de la provincia que ella hubiera realizado esta notificación. “Yo no le informé a la familia; no se le puede informar a una madre telefónicamente el deceso de su hijo. Es un hecho investigable, pero primero hay uno más grave que es la muerte de una persona. Primero voy a investigar eso”, expresó a la Voz del Interior.
Ese mismo día Heredia Hidalgo ordenaba un allanamiento a la subcomisaría de Villa Rumipal por denuncias de 14 detenciones realizadas el día del recital y que no habían sido comunicadas a la justicia al tiempo que dispone el secreto de sumario. Hasta ese momento la pista policial estaba en el tapete, asistentes que reconocían haber visto al joven ser golpeado por efectivos policiales o de seguridad , que denunciaban que hubo brutalidad policial en los controles, incluso más que otras veces. Recordemos, las entradas a los recitales de rock y a los bailes de cuarteto suelen ser una muestra clara del odio entrenado de las fuerzas represivas del estado hacia la juventud.
El silencio oficial
El domingo 1 de febrero el gobernador de Córdoba, José Manuel de la Sota, abre las sesiones legislativas, en un recinto vallado y vigilado por la infantería, su discurso de presidenciable no tiene una sola palabra en referencia a este caso. La legisladora del PTS en el FIT, Laura Vilches, coloca en su banca un afiche con la foto de Ismael. En las calles, jóvenes y partidos de izquierda reclaman justicia por Ismael. Es la misma fecha en que finaliza la feria judicial y la fiscal Andrea Heredia Hidalgo es reemplazada por Alejandro Carballo. El fiscal ordena esperar hasta la autopsia del cuerpo. En los medios comienza a aparecer el relato de testigos que dicen haber visto al joven a la orilla del lago,o pidiendo ayuda en un hotel de la zona y las sospechas de que estaría alcoholizado o drogado se convierten en versiones que los medios hacen circular. Así, en un giro lento, la culpa es de Ismael.
El resultado de la autopsia no fue una sorpresa. Los peritos forenses designados, son Mario Vignolo y Moises David Dib, ambos conocidos por su participación en el caso Alós, policía supuestamente suicida vinculado a la narcopolicía cordobesa, y que sus familiares sostienen que fue asesinado. También en el caso de Nora Dalmasso, cuyo asesinato está vinculado al poder político y sus negocios. Este último continúa impune. El caso de Ismael, no es menos escandaloso, “no estaba golpeado, hay que esperar las pruebas toxicológicas y anatomopatológicas” sostuvieron los forenses.
La legisladora Laura Vilches del PTS/FIT ,el socialista Roberto Birri acompañado por la legisladora del Frente Cívico, Liliana Montero presentaron sendas solicitudes en la Legislatura cordobesa para citar al ministro de Gobierno de la Provincia y al jefe de Policía, en el marco del pedido de esclarecimiento de la muerte de Ismael Sosa. En su pedido Vilches solicitó, que los funcionarios informen los nombres de los agentes afectados al operativo, quiénes tomaron la denuncia sobre la desaparición del joven y estuvieron a cargo de su localización y si hubo más personas detenidas, demoradas u hospitalizadas durante y con posterioridad al día del recital. “Debemos quebrar el silencio oficial por el terrible hecho de la muerte de Ismael, probablemente a causa de la brutalidad policial”.
La legisladora, se mantiene en contacto con la familia, y desde el primer momento, puso a su disposición la banca del Frente de Izquierda y sus recursos.
En tanto, el legislador Birri consideró que el jefe de Policía, Julio César Suárez, y el ministro de Gobierno, Walter Saieg, deben brindar las explicaciones pertinentes. Este pedido fue rechazado por los legisladores oficialistas de Unión por Córdoba
Movilizaciones
Dos movilizaciones se realizaron en Córdoba y otras tantas en Buenos Aires, la juventud junto a partidos de izquierda, organismos de derechos humanos y familiares de víctimas de gatillo fácil salieron a las calles, saben que ese es el espacio desde donde reclamar en la lucha por su derecho a divertirse sin que la impunidad de empresarios, policías y gobiernos se lo impidan.