×
×
Red Internacional
lid bot

El Círculo Rojo. La mujer que volvió de la Luna

La trataron como un personaje secundario en la historia de la llegada del hombre a la Luna, pero fue la protagonista. Columna de Cultura en El Círculo Rojo, programa de La Izquierda Diario los jueves de 22 a 24 por Radio Con Vos FM 89.9.

Celeste Murillo

Celeste Murillo @rompe_teclas

Viernes 23 de julio de 2021 00:14

Frances Northcutt tenía 25 años cuando calculó los ángulos y la velocidad que debía tener la nave Apollo 11 para, después de llegar a la Luna, volver con su tripulación sana y salva a la Tierra.

Escuchá la columna completa acá

Frances recuerda en muchas entrevistas que el presidente estadounidense John F. Kennedy había dicho que el éxito no era alunizar sino llegar a la luna y volver. Y para eso, el trabajo de Frances Northcutt y otras mujeres fue imprescindible.

Matemáticas de salarios bajos

Cuando terminó la secundaria, si eras mujer, en sus palabras, “tenías tres opciones: enfermera, maestra o tal vez secretaria ejecutiva”. Como no le interesaba nada de eso, pensó que como era buena en matemática, iba a estudiar eso. Terminó la carrera en tres años y medio y cuando se graduó empezó a trabajar como “computadora humana”.

En castellano no se nota porque la palabra computadora es un sustantivo femenino, pero en inglés no hay marca de género para los objetos. La marca era artificial, para subrayar que no eran varones. Y además, como dijo ella misma, las trataban como una cosa y además las sexualizaban.

Este nombre suena raro pero era muy común. Las mujeres hacían un montón de cálculos monótonos necesarios en ingeniería, y se les podía pagar mucho menos que a los hombres.

Por las leyes de Estados Unidos, las mujeres podían trabajar hasta 54 horas semanales, las empresas no “podían” pagarles más que eso. Frances (como otras mujeres) trabajaba entre 60 y 70 horas semanales en empresas como TRW, que tenían contratos muy importantes, por ejemplo con la NASA (la agencia aeroespacial estadounidense).

Muchas mujeres trabajaban más horas porque el ambiente laboral era bastante hostil con ellas, tenían que “mostrar” que eran capaces. En la película Figuras ocultas se ve a esas mujeres que hacían cálculos matemáticos que les pedían los hombres, siempre en la sombra.

Te puede interesar: ‘Figuras ocultas’: las afroamericanas detrás de los éxitos de la NASA

El hombre llegó a la luna y volvió gracias a una mujer

Frances fue la primera mujer que llega a la sala de control de una misión espacial. ¿Qué pasaba? Estados Unidos estaba perdiendo la carrera espacial con la entonces Unión Soviética. Entonces la NASA reunió todos sus recursos y el mejor era una mujer.

¿Por qué ella? Porque con su equipo había diseñado lo que describió como “pequeñas apps”, que permitían corregir muy rápido errores en los programas y actualizarlos. Como la NASA no los manejaba muy bien, la necesitaban. En varias entrevistas contó que trabajaba en ambientes machistas, pero no estaba ni de lejos entre las mujeres que peor la pasaban. La habían ascendido, ahora le pagaban bien pero su trabajo solo era posible porque había un montón de mujeres con salarios bajos, muchas eran negras, que seguían siendo invisibles.

Cuando el Apollo 11 llegó a la luna en 1969, el programa que Frances había hecho los cálculos para corregir un error potencial y se transformó en la manera de volver a la tierra. El resto es historia, una historia en la que las mujeres eran personajes secundarios.

Después de la llegada a la Luna, Frances cuenta que sufrió mucho más el tratamiento de los medios que a su compañeros. En el documental “Chasing the Moon” dice que la trataban como un trofeo “Era rubia, era joven, era delgada, usaba ropa de moda”. En una entrevista en la revista Time, contó que se sentía observada durante la misión del Apolo 11 y escuchó a sus compañeros hablar sobre una cámara del circuito cerrado de televisión. Lo buscó y se dio cuenta de que la cámara la enfocaba solo a ella: la trataban como un objeto aunque estuviera haciendo los cálculos más importantes del mundo.

Había logrado que la tripulación del Apollo volviera sana y salva y los diarios le decían “la rubia en el control de la misión”, “la rosa de Texas de la NASA”. También contó que muchos periodistas la miraban shockeados cuando se daban cuenta de que era una mujer la que hacía el trabajo.

Su trabajo era tan importante que evitó por ejemplo que la misión fallida del Apolo 13 colapsara. Seguro escucharon la frase “Houston, tenemos un problema”, el problema lo solucionaron los cálculos de Frances. En la película Apolo 13 de Ron Howard, que inmortalizó ese momento, hay un personaje que no existe. ¿Adivinen si es Frances Northcutt?

Una sola mujer en el control, muchas en la calle

Después de 1969 pasaron dos cosas que cambiaron para siempre su vida:

Estalló la segunda ola feminista en Estados Unidos. Vio el aviso de una “Huelga por la igualdad de las mujeres”en agosto de 1970. Ya había empezado a organizarse con compañeras del trabajo contra la brecha salarial. Pensaba que si la humanidad había llegado a la Luna y no podía ser que solo hubiera una mujer en la sala de control, deberían haber sido cien.

Te puede interesar: El sinuoso camino de la libertad y los derechos de las mujeres

Su papá le dijo que estaba muy orgulloso de ver su nombre en el diario cuando el hombre llegó a la Luna y que lo único que podía superarlo iba a ser cuando publiquen su casamiento. Frances hacía un chiste y decía que eso “la radicalizó”.

Trabajó en las misiones espaciales que siguieron y sus cálculos fueron usados en todos los vuelos a la luna. Al mismo tiempo era militante activa de la organización feminista NOW y empezó a estudiar derecho para sumarle una capa a su lucha por los derechos de las mujeres.

Se recibió en 1981 y trabajó como abogada durante muchos años. Colaboró con muchas reformas en Texas para la eliminación de discriminaciones legales, para terminar con la violencia institucional que sufrían las mujeres que denunciaban haber sido violadas, entre otras cosas.

Hace unos años le pidieron que se describiera a sí misma. Respondió: “soy una científica de cohetes, a veces soy abogada, y soy luchadora por los derechos de las mujeres a tiempo completo”.


Celeste Murillo

Columnista de cultura y géneros en el programa de radio El Círculo Rojo.

X