La represión en Guernica, llego hasta la quema de la posta sanitaria, donde las familias estos meses pudieron tener una atención en medio de la nada y ser socorridos entre gases y balas de goma. Reproducimos a continuación el comunicado del personal de salud que puso en pie la Posta Sanitaria. La lucha por vivienda digna sigue más vigente que nunca.
Viernes 30 de octubre de 2020 21:28
La brutalidad policial contra las familias de Guernica se vio casi por cadena nacional, las topadoras volteaban las casillas precarias que usaban para refugiarse, obligados a vivir entre nylons y barro, con helicópteros volando sobre sus cabezas y amedrentamientos policiales.
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Las que quedaban en pie eran incendiadas, así fue que la saña policial se llevó puesta la posta sanitaria que trabajadoras y trabajadores de la salud solidariamente pusieron en pie para acompañarlos y atenderlos. Algo que nunca fue ofrecido por el gobierno nacional en los 100 días de negociaciones a la intemperie. Este mismo personal de salud fue el que los socorrió, entre gases y balas de gomas, a quienes resistieron la represión policial, jóvenes, madres y niños por igual, mientras veían desaparecer sus pocas pertenencias. Este jueves, en Guernica se violó el derecho a la vivienda y también el derecho a la salud.
Reproducimos a continuación el comunicado público que emitió el personal de salud de la Posta Sanitaria de Guernica:
Serie de fotos mostrando la posta intacta, y después de ser quemada por la policía:
Comunicado de la comisión de salud de la recuperación de tierras de Guernica
Desde la comisión de salud de la recuperación de tierras de Guernica repudiamos el violento desalojo, manipulación de la información y vulneración de derechos perpetrado por el gobierno provincial de Axel Kicillof con el apoyo de Alberto Fernández y a manos de los ministros Larroque y Berni que llevaron a cabo una negociación totalmente desleal, irracional, violenta y que no cumplía en lo más mínimo en abarcar las necesidades de la problemática habitacional, humana y sanitaria.
Lo mismo aplica a la justicia, en manos del juez Martin Rizzo, sesgada por intereses económicos, técnicamente corrupta, humanamente perversa y inmoral tras también la deplorable actuación de sus fiscales - Juan Cruz Condomí Alcorta - en selfies donde se lucían sonrientes tras su barbarie.
Las imágenes muchas veces dicen más que mil palabras, pero nos vemos con el compromiso de usar nuestra voz en este caso y denunciar las mentiras y tergiversaciones de los medios y el gobierno.
Desde el comienzo de la recuperación de tierras en Guernica vecinos, enfermeros, médicos y otros profesionales de la salud nos autoconvocamos para tratar garantizar el acceso a la salud de quienes comenzaron a construir sus viviendas en el predio. Cosa que el gobierno y el estado nunca hicieron.
Con atención garantizada de forma voluntaria por equipos interdisciplinarios con donaciones de organizaciones sociales, gremios, trabajadores solidarios y aportes personales, montamos una posta de salud en el barrio La Unión, una Posta móvil en otro punto de convergencia del resto de los barrios, cómo además dictado de talleres y conformación de cuadrillas de rescate para cuidar a les vecinos en caso de que avanzaran violentamente con el desalojo.
El gobierno de Kicillof y Berni decidieron avanzar con la represión y desalojo un día antes de que se venciera la orden del juez (para quienes aún tienen dudas sobre la voluntad de diálogo), antes de que despuntaran los primeros rayos de sol ya habían ingresado al predio con un operativo descomunal que anunciaba lo que se venía.
Denunciamos que desde el dispositivo represivo dispuesto por el gobierno no hubo ningún mecanismo para resguardo de la salud de las familias y niñeces que estaban siendo desalojadas y no solo eso, sino que además en el operativo prendieron fuego las postas que desde la comisión habíamos dispuesto con insumos y todo adentro que no llegamos a llevarnos en el marco de las corridas, gases lacrimógenos y balazos de goma que recibimos.
Los móviles que trasladaron heridos fueron autogestionados por la comisión de salud. Y como se pudo una delegación de niñeces trato durante la madrugada de sacar en medio a la militarización de la zona los niños que pudieron. Quedando aun muchos niños, embarazadas, lactantes, adultos mayores con comorbilidades y personas con movilidad reducida dentro del predio.
Denunciamos que atendimos varios impactos de balas de goma, perdigones y esquirlas en globo ocular y cara (lo cual demuestra que fue una táctica deliberada de las fuerzas represivas) fracturas y quemaduras. Donde fuimos también víctimas de disparos a quemarropa, aún con la identificación clara de equipo de salud.
Denunciamos la represión y violencia ejercida a las familias y vecinos, no solo en el día de ayer sino durante todos estos meses. La crisis sanitaria y humana, el sistemático estado de terror dirigido y instaurado por parte del ministro Berni, el incremento de casos de crisis hipertensivas, desmayos por agotamiento, crisis epilépticas y de pánico fue un continuo de meses en incremento hasta la noche anterior al desalojo.
Y exigimos una respuesta ya al gobernador Kicillof para garantizar el acceso a una vivienda digna de estas miles de familias que a partir de ayer quedaron en la calle, sin tener hacia donde volver.
Sin vivienda digna y derechos vulnerados no hay salud posible.