Según un estudio realizado por el Grupo Cetep, la región de Arica y Parinacota fue la que registró la mayor cantidad de licencias por salud mental en estos 10 años, donde las mujeres alcanzaron el 65% de los casos. ¿Por qué es tan precaria la salud mental en la región?
Domingo 25 de febrero de 2024
El informe realizado tomó 192 mil evaluaciones que se presentaron entre 2013 y 2022, donde 61% de las licencias corresponden a mujeres, siendo el principal rango de concentración entre los 26 y 35 años, en ambos sexos. Según los roles de trabajo, las mujeres profesionales son parte del 50% de licencias, y los hombres, el 32% entre profesionales, un 27% técnicos y otros. A nivel nacional el 2022 aumentó 14,7% las licencias médicas a nivel nacional, superando los 9 millones al año. El 2023 el porcentaje aumentó en un 32% interanual, pero en un 15% con respecto al año anterior, sumando más de un millón de licencias.
Hay múltiples factores que empujan al deterioro de la salud mental. Uno de los primeros y más importantes, es el agobio laboral, tal como se ve en las cifras presentadas en los informes recientes. La inestabilidad laboral, los bajos salarios, el agobio, son parte de todo el empeoramiento de la salud mental en el trabajo.
Todo esto no solo ocurre en la región, sino en todo el país. Según los datos de la última década, Chile es uno de los países que lidera en los índices de depresión en todo el mundo, ademas de un aumento del suicidio en la juventud.
Algunos importantes psiquiatras como el Doctor Pedro Retamal de la universidad de Chile, planteó con respecto a la depresión que, “este es un problema no solo de Chile, sino que de muchos países desarrollados, y pareciera ser que las tasas de depresión están correlacionadas con las tasas de desigualdad social y desigualdad económica. A más desigualdad, más depresión”.
En la región factores como la vulnerabilidad, el desempleo, el hacinamiento en los hogares, las precarias condiciones en la educación pública y en la salud pública, la falta de especialistas en Cesfam y Hospitales, son cosas simples que permiten dar una radiografía y entender mucho mejor el problema de salud mental que vive la ciudad.
El rol del Estado debiese responder a esta problemática. Desde el gobierno plantean abocarse a estos problemas, pero de fondo la situación empeora cada año. Es imposible responder a esto si no se plantean medidas de fondo, estructurales. Pensar lo contrario, es tener la ilusión que un sistema de salud creado por los militares en medio de una dictadura que nos arranco el derecho a la salud, va a dar una respuesta a las situaciones de salud mental existente.
En este sentido, dentro de los problemas que acarrea el sistema de salud actual, proponemos un Sistema Único y Universal de Salud al servicio de las y los trabajadores, mujeres y el pueblo. La cantidad de centros de salud y la mala infraestructura no da abasto en la ciudad, necesitamos soluciones de fondo, donde los recursos están enfocados en resolver las necesidades que tiene la población, sobre todo frente al aumento de los problemas de salud mental.
Por lo mismo creemos que hay que acompañar cada lucha contra la sobreexplotación de los trabajadores de la salud, aumentando los contratos a personas cesantes para descongestionar los turnos, pues el contrato a honorarios por tiempo reducido no asegura las condiciones laborales mínimas de estabilidad. No más contratos precarios en el Hospital, los Cesfam y otros centros de salud. Por contratos de planta que protejan la seguridad social y promuevan el desarrollo personal, profesional y académico de todas y todos los trabajadores.
Salir a batallar por una mejor salud mental, es al mismo tiempo pelear contra el sistema que la deteriora día a día.