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Red Internacional
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Intervención y amenazas contra Villa Española. La respuesta desde abajo

Hinchas y simpatizantes del Club Social y Deportivo Villa Española se enfrentan a una intervención decretada por el gobierno que busca censurar y acallar el posicionamiento comprometido y abierto del club y sus jugadores; a lo que se suman las amenazas y expresiones de violencia de estos últimos días.

Sábado 2 de julio de 2022

El martes 28 de junio un grupo de socios, hinchas y simpatizantes con la causa del trabajo social y barrial del CSyD Villa Española, se encontraron en la entrada del Estadio Obdulio Jacinto Varela.

En las puertas de su cancha realizaron un acto comentando el trabajo realizado en todos estos años, la presión por parte de un grupo de ex-dirigentes y algunos socios contra lo que llaman “ la politización del club”, y las amenazas que sufren jugadores e integrantes de la Directiva intervenida.

Este repudio a la intervención y la amenaza de destruir el trabajo que se está realizando bajo la Cultura de Barrio fue acompañada calurosamente con un abrazo en la puerta de su estadio y junto a la comparsa de tambores La Roma (conocida por apoyar luchas sociales).

Esta intervención contra la Directiva del Club es una arremetida censuradora y persecutoria del Poder contra un club que se posiciona activamente en favor de las luchas populares y rescata la memoria de la clase obrera en el barrio.

A esto se le suma que en estos días se dan amenazas de muerte y de agresiones físicas contra jugadores del equipo masculino mayor de fútbol, cuerpo técnico, e integrantes de la directiva. En un comunicado el club denuncia los métodos violentos que aplica el poder en el fútbol y que los motivos que se esgrimen, las supuestas irregularidades estatutarias o las manifestaciones políticas, que esconden otros intereses.

La situación que se vive motivó la renuncia de varios integrantes amenazados y la paralización del fútbol uruguayo resuelto por la Mutual Uruguaya de Futbolistas Profesionales

El carácter de la intervención y de quiénes la solicitan

Todo comenzó cuando un grupo de ex-dirigentes y algunos socios denunció ante el Ministerio de Educación y Cultura al Club Villa Española por irregularidades en los informes, en la convocatoria a elecciones, y por el incumplimiento del Estatuto por injerencia política. Esta denuncia dio lugar a la intervención del Ministerio de Educación y Cultura (MEC) del gobierno derechista de la Coalición Multicolor.

En su resolución el MEC resuelve la intervención por irregularidades, la realización de elecciones de la Directiva, la depuración del padrón, y el control de las redes sociales; esto último llama poderosamente la atención, especialmente cuando el Ministro Pablo da Silveira manifiesta que no se interviene en el Club por motivos políticos.

Desde la actual Directiva desmiente estas acusaciones, señalando que el balance del año 2020 está publicado en la página web del Club y la memoria y balance 2021 está siendo preparada; y que no son ciertas las acusaciones de que las últimas elecciones se realizaron hace 3 años como se denuncia al MEC sino en noviembre de 2020 bajo un contexto de pandemia por el virus COVID-19. Agregan que se trata de una intervención que en el fondo quiere atacar el trabajo social y deportivo realizado desde hace algunos años con la Cultura de Barrio y el posicionamiento social sobre causas como la lucha contra el terrorismo de Estado. Como mencionamos anteriormente la intervención incluye un control de redes sociales del Club por parte del interventor designado por el MEC.

En este sentido varios colectivos que trabajan con el club elaboraron un comunicado

Un detalle no menor es que el club ha saneado una deuda que lo estaba ahogando desde hace varios años que condicionaba su independencia en el ámbito deportivo; una deuda de 100.000 dólares con la empresa Tenfield contraída en el año 1999, a cargo del contratista futbolístico Francisco “Paco” Casal, conocida en el fútbol uruguayo por auxiliar con dinero a equipos a cambio de votos en la Asociación Uruguaya de Fútbol que defiendan sus intereses.

No te metas en política

Esta solicitud de intervención tiene un fuerte componente político, el grupo de denunciantes sale a la prensa a cuestionar la toma de postura en aspectos sociales como puede ser la lucha por memoria verdad y justicia, con el repudio al cartel realizado en el estadio de “nunca más” y la posición pública contra el terrorismo de Estado.

También una de las figuras Santiago “Bigote” López aparece interpelada por este grupo minoritario de ex-dirigentes por mostrar una camiseta contra la Ley de Urgente Consideración y contra la impunidad de los genocidas con el “Te fuiste sin hablar, cobarde” cuando falleció el torturador José “Nino” Gavazzo.

Bajo este pretexto se habla de “no mezclar fútbol con política”, aunque es sabido que quienes tienen este discurso (similar al de la “Laicidad” por expresarse socialmente) es político, en el sentido de buscar evitar la libertad de expresión de quienes luchamos contra una sociedad basada en la opresión y de injusticias contra el pueblo.

Esto no comenzó hace unos días; el Club y los jugadores vienen enfrentando una fuerte presión desde el año 2021; la aparición de una pancarta que dice “no politicemos el club, escuchen a sus socios e hinchas” es una clara muestra de esto, con el pretexto de un resultadismo futbolístico se ataca a la toma de posición social y política del Club, una receta de populismo reaccionario bastante conocida.

Cultura de Barrio con alma y vida

Además del posicionamiento sobre asuntos sociales y el rescate de la memoria de la clase obrera en Villa Española, el club se ha destacado en los últimos años por realizar un trabajo deportivo con mejoras en las condiciones del estadio y muy especialmente en lo barrial y cultural.

En el artículo publicado en La Senda Una barriada con memoria relata el trabajo del club en los últimos años y la resistencia a una intervención reaccionaria por defender otra forma de hacer deporte totalmente alejada del fútbol negocio.

En estos últimos aspectos el colectivo de hinchas, socixs, y simpatizantes Cultura de Barrio ha realizado diversas actividades en la sede, transformándola en un espacio cultural con una biblioteca comunitaria y una huerta; así como también ha trabajado en su refacción para que funcione como un espacio cultural abierto a la presentación de artistas y ensayos de conjuntos barriales como la comparsa de tambores Madinga y la murga Los Pepinitos. Un club que además apoya varias ollas populares de la zona, y acompaña al Centro Social “El Galpón de Corrales” que funciona desde hace 23 años.

En el Estadio Obdulio Jacinto Varela además de mejorar las condiciones del estadio, realizaron un trabajo social y cultural destacando la biblioteca en el vestuario, el trabajo en conjunto con la Escuela Nro 382 Maestro Ruben Lena y el CAIF, ubicados al lado de la cancha, con una huerta en el predio del estadio y la colocación de juegos para el disfrute de las niñeces.

Se trata de un club que apoya públicamente las luchas por la diversidad sexual y género; una institución que se destaca por apoyar la memoria, la verdad, y la justicia, rescatando las luchas obreras y sus perseguidos durante el terrorismo de Estado, que coloca consignas como “nunca más” y elabora camisetas defendiendo la incansable lucha de Madres y Familiares de Detenidos Desaparecidos. Un equipo que se planta ante todos los intentos de censura por la “politización del deporte”.

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Hay que derrotar a la reacción

Va nuestro apoyo a quienes resisten a una intervención que no hace otra cosa que buscar callar la voz contra las injusticias y detener el trabajo barrial, social y comunitario en estos últimos años; la resistencia a al hostigamiento por parte de un grupo de ex-dirigentes y algunos socios buscando públicamente “que no se haga política en el club” y que debe concentrarse en la obtención de resultados deportivos (especialmente en el equipo mayor de fútbol masculino).

Esto es un intento de querer callar las voces de una gran parte de los socios, de hinchas y simpatizantes que buscan construir una forma alternativa y distinta de un club deportivo, con independencia del poder en el deporte; que los socios sean quienes decidan y no las Sociedades Anónimas Deportivas o dependa de la empresa dueña de los derechos de televisación; que se comprometa socialmente poniéndose la camiseta; que tenga memoria de lxs desaparecidxs; y muy especialmente un club que trabaja social y culturalmente en los barrios de la sede y de la cancha.

Frente a los intentos reaccionarios el Villa no está solo, acá se defiende la cultura de barrio.

Todxs somos Villa Española