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El Círculo Rojo. Lactancia y escasez o desigualdad en polvo

La escasez de leche de fórmula para bebés desnudó uno de los tantos pilares de de la desigualdad en Estados Unidos. Columna de Cultura en El Círculo Rojo, el programa de La Izquierda Diario en Radio Con Vos FM 89.9.

Celeste Murillo

Celeste Murillo @rompe_teclas

Viernes 3 de junio de 2022 01:14

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· Hace varias semanas empezó a aparecer una noticia en la sección internacional de los portales. En Estados Unidos, el país más rico del mundo, hay escasez de leche de fórmula para bebés. El 70 % de la leche despareció de las góndolas de los supermercados.

· La escasez tiene 3 causas:

· Los problemas de producción y distribución que causó la pandemia.

· El cierre de una planta de la empresa Abbott Nutrition (cuando se detectó una contaminación bacteriana después de la muerte de dos bebés)

· Cuatro fabricantes controlan el 90 % del mercado.

¿Quiénes pierden cuando el capitalismo no funciona?

· En Estados Unidos, según datos oficiales, 38 millones de personas viven debajo de la línea de pobreza.

· Muchas familias dependen de programas sociales para comer, el más famoso es el programa de cupones. Existe otro, que se llama WIC por sus siglas en inglés (Programa Federal para Mujeres, Bebés y Niños) y garantiza la leche de fórmula a millones de niños y niñas de hasta 5 años, que de otra forma no podrían acceder a tomar la leche que necesitan.

· ¿A qué empresas le compra el Estado la leche? A las cuatro que monopolizan el mercado. La mitad de la leche de fórmula se distribuye vía el programa WIC.

· Por eso la escasez afecta directamente a las familias pobres, las que más necesitan leche de fórmula accesible.

· Un dato que muestra la gravedad de la crisis puede verse en Google. Las búsquedas en Google sobre cómo fabricar la leche de forma casera se disparó en un 2.400 %.

· El gobierno quiso desentenderse, un funcionario dijo “este es un país capitalista. El gobierno no hace fórmula para bebés, ni debería hacerlo”. Pero la crisis es tan grave que terminó invocando una ley que le da al Gobierno la potestad de exigir que se priorice la producción de fórmula para bebés. También se autorizó la importación de leche de fórmula de Australia y otros países, vía vuelos de emergencia.

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¿Gratis?

· La escasez desnudó otra cosa: la carga que significa para las mujeres la crianza, en general, y la lactancia, en particular.

· Cuando empezaron a aumentar los precios por la escasez, una respuesta fue “Reemplacen la leche con lactancia materna”. Como si fuera una alternativa sin costos y como si todas las mujeres tuvieran la opción de hacerlo.

· ¿Es gratis? La ONG Plutus Foundation calculó el costo de la lactancia materna en cerca de 950 dólares al año (comparado con 1.200 de la leche de fórmula).
# También calcularon que la lactancia requiere entre 300 y 400 calorías diarias extra. Esto implica aumentar el gasto de compras (un lujo que muchas familias no pueden darse, cuando muchas madres y padres comen menos para que sus hijos coman).

· También tiene costos indirectos, por ejemplo el tiempo. La revista Inc. estimó que la lactancia puede significar unas 1800 horas al año, similar al tiempo de un trabajo de teimpo completo, equivalente a 40 horas semanales con tres semanas de vacaciones (1960 horas).

· La diferencia es que nadie espera que vayamos a una oficina o a un taller sin que nos paguen, pero sí se considera la lactancia como algo “gratis”.

· Se suma otro problema. La lactancia depende de la vuelta al trabajo: en Estados Unidos no existe la licencia por maternidad paga y la mayoría se reintegra pocas semanas después del parto, salvo que pueda costear la licencia. Y solamente el 40 % trabaja en lugares con espacios para utilizar succionadores de leche que no sean baños.

· ¿Cómo es posible elegir en estas circunstancias?

· La tasa de lactancia exclusiva es baja en Estados Unidos: el último registro oficial estimó que solo el 25,8 % la eligió durante los primeros seis meses de vida de su bebé y el 46,3 %, durante los tres primeros.

· Las condiciones mencionadas explican la “elección”. Tampoco es una sorpresa encontrarse con cruces de clase y etnia al observar los datos: “las personas que menos optan por la lactancia materna son jóvenes, de bajos ingresos, negras y solteras”.

Desigualdad en polvo

· Existe un sentido común que dice que la leche de fórmula es un “invento moderno” porque las mujeres no quieren dedicar tiempo a la lactancia. Nada de esto es cierto. Las investigaciones y el desarrollo de alternativas y suplementos a la lactancia surgieron de la búsqueda de mejorar las condiciones de vida de las mujeres, las y los bebés.

· Existen un sinnúmero de situaciones en las que la lactancia se ve obstaculizada por motivos de salud y, como muchas otras cosas, se trata de una decisión de las mujeres sobre la que nadie tendría por qué opinar.

· La sobrecarga de tareas no remuneradas, sobre todo la crianza, profundiza las brechas de desigualdad. Explica que las mujeres sean mayoría en los puestos de salarios bajos, de condiciones más precarias y, en general, en la pobreza porque tienen menos tiempo disponible para el mercado de trabajo.

· La “igualdad de género” es tan frágil que un problema en la cadena de suministros hace que salgan a la superficie las líneas de falla de una sociedad que es desigual por definición.


Celeste Murillo

Columnista de cultura y géneros en el programa de radio El Círculo Rojo.

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