Nuevamente volveremos a marchar contra la violencia machista y los femicidios. Estos crímenes de odio son el último eslabón de una cadena de opresiones que sufrimos las mujeres. ¿Cuáles son las otras formas de opresión que padecemos?.
Viernes 2 de junio de 2017 09:20
El pasado 8 de marzo, día Internacional De Las Mujeres, en más de cincuenta países paramos para reclamar por nuestros derechos. Ese día volvimos a manifestarnos no solo contra los femicidio y por el derecho al aborto libre y gratuito, sino también para reclamar “a igual trabajo, igual salario”. Es que en todo el mundo las mujeres ganamos, por las mismas tareas, menos que nuestros compañeros varones. En nuestro país esta diferencia salarial es del 27 %; y asciende al 40 % cuando lestán precarizadas, que son más de un tercio del total de las mujeres ocupadas.
Las trabajadoras somos parte del movimiento de mujeres “Ni Una Menos”, porque en los lugares de trabajo la discriminación va enlazada con el látigo de la explotación capitalista: somos empleadas por los capitalistas como mano de obra barata; se nos destinan tareas repetitivas y por eso muchas veces las compañeras no pueden levantar a sus hijos en brazos porque están rotas por los ritmos de trabajo.
El nivel de desocupación es mayor para las mujeres, como así también el nivel de informalidad. Además realizamos el trabajo doméstico no remunerado, estamos atadas a la doble jornada laboral; la mayoría de las jóvenes trabajadoras están tercerizadas, y ser madre es causal de despido en un país donde mueren 300 mujeres pobres por año por aborto clandestino. Sólo cuatro de diez mujeres con hijos tienen un trabajo.
El 56 % de mujeres trabajamos, representamos el 40 % de las manos ocupadas, sin embargo los sindicatos burocratizados no luchan por nuestros derechos como el pago igualitario, licencias por violencia de género, espacios para la lactancia, día femenino, jardines maternales en lugares de trabajo. Y ni que hablar que los máximos cargos en los sindicatos son ocupados por hombres, mientras que las mujeres ocupan secretarías como la de la Mujer; de Acción Social; Turismo, entre otras. En la nueva CGT, de 37 secretarías solo dos son ocupadas por mujeres.
Una lucha desde nuestra clase, en defensa de las mujeres
Desde la Bordó de la alimentación venimos peleando por la recategorización de las tareas que desempeñan las trabajadoras. En la multinacional PepsiCo nuestras compañeras y compañeros estuvieron al frente de esta lucha, porque nuestro convenio no tiene categorías calificadas para las mujeres. En esta fábrica hemos logrado que tanto hombres como mujeres adhieran al paro de mujeres del 19 de octubre y del 8 de marzo. En Stani las trabajadoras pararon el 8 de marzo, una hora por turno, haciendo asambleas junto a la Comisión Interna donde discutieron la situación de las mujeres en la fábrica y en la sociedad.
La multinacional Kraft, donde trabajo, factura miles de millones por año a costa nuestra, que vivimos en la fábrica. Los trabajadores del turno noche somos un ejemplo de esto, entramos los domingos a las 22 y nuestra semana laboral termina los sábados a las 6 de la mañana. Es por esto que estamos levantando una bandera de lucha para defender la salud y la vida de los millones de trabajadores que producimos las riquezas: trabajar 6 horas, cinco días a la semana, repartiendo las horas de trabajo entre ocupados y desocupados, para trabajar todos con un salario como mínimo equivalente a la canasta familiar, como parte de un programa para que la crisis la paguen los capitalistas.
Este 3 de junio tenemos que marchar por todas nuestras demandas.