La marea verde en Argentina demostró que nuestros derechos se ganan en las calles. La rebelión de octubre ya nos confirmó que tenemos la fuerza. En este III Encuentro Plurinacional de las y les que luchan, Pan y Rosas propone un plan acción para el movimiento de mujeres.

Javiera Márquez Santiago de Chile

Karla Peralta Díaz Médica en Antofagasta, Pan y Rosas
Domingo 7 de febrero de 2021
Las mujeres trabajadoras, estudiantes y pobladoras hemos demostrado que tenemos una fuerza imparable, lo vimos al calor de Ni Una Menos y con la lucha por el derecho al aborto legal en cada 8M, en el 2020 hicimos temblar la tierra. Ahora, somos gran parte de la primera línea de trabajadoras y trabajadores de la salud que enfrentan la pandemia y una salud precarizada por 30 años de saqueo empresarial.
También somos parte del debate que atraviesa al país ante las próximas elecciones del proceso constituyente. Desde Pan y Rosas, participamos para denunciar cada una de la trampas que tiene este acuerdo Por la Paz y la Nueva Constitución, que fue un verdadero salvavidas para el gobierno de Piñera que tambaleaba tras semanas de movilizaciones y la huelga nacional del 12 de noviembre, que exigía como demandas centrales la renuncia de Piñera y una Asamblea Constituyente libre y soberana.
La pandemia desnudó la enorme precariedad de las mayorías trabajadoras, las mujeres hemos sufrido las peores consecuencias. En las cuarentenas cargamos sobre nuestros hombros la crisis del cuidado de niños, ancianos, enfermos y muchas veces el agobio del teletrabajo.
Nos hemos organizándonos para apalear el hambre que trajo la ley de supuesta protección del empleo que impulsó el gobierno y votó desde la derecha, el Frente Amplio y el Partido Comunista, la que permitió más de 700 mil suspensiones y llevó al desempleo a más de 2 millones de personas, implicando para nosotras retroceder 10 años en inserción laboral. Esto ha generado mayor dependencia económica, propiciando el aumento de la violencia doméstica.
Por esto desde el Pan y Rosas y el PTR, creemos fundamental ocupar cada una de estas elecciones para denunciar las trampas de la convención, a la vez que disputamos ese espacio para que no sigan eligiendo los mismos de siempre. Por esto planteamos demandas claves para el movimiento de mujeres ante un debate constituyente abierto.
¡Exigimos un plan de emergencia para enfrentar la crisis sanitaria!
La primera línea contra la pandemia tiene rostro de mujer, enfrentándose a una salud pública desmantelada por los 30 años de saqueo post dictadura y viviendo el agobio laboral que aumentó con la crisis sanitaria mundial. Mientras la salud está por el suelo, el cobre está por el cielo alcanzando su valor más alto en los últimos 8 años.
Millonarios como Luksic aumentaron su fortuna en más de un 84% en 2020, por esto exigimos un impuesto a las grandes ganancias para financiar un plan de emergencia que permita enfrentar la crisis sanitaria, que contemple la realización de Test PCR masivos para la población; contratación estable de personal de salud para trazabilidad y hospitalizados, prohibición de despidos y suspensiones; sueldos y pensiones de emergencia para trabajadores despedidos y suspendidos; estatización de las clínicas privadas que quiebren, sin pago a los empresarios de la salud. Así como también, el fin al toque de queda y todas las medidas represivas que no aportan en criterios sanitarios, sino que su único objetivo es mantener controlada a la población.
¡Vamos por el derecho al aborto legal, libre, seguro y gratuito!
La marea verde en Argentina logró arrebatar el derecho a decidir y atravesó la cordillera, instalando nuevamente el debate del aborto legal. Incluida la Educación Sexual Integral para poder decidir.
La realidad actual es que las pobres son arrojadas a prácticas inseguras en la clandestinidad mientras que quienes pueden pagarlo se atienden en clínicas privadas. El aborto es una problema sanitario, por eso es necesario el proyecto que presentan las diputadas de oposición con Maite Orsini a la cabeza, sin embargo, es insuficiente para garantizar este derecho a las mujeres mas precarizadas.
Más aún, a consecuencia de la pandemia miles de mujeres no han tenido acceso a anticoncepción de calidad, generando una oleada de embarazos no deseados, bautizado como “baby boom” o con casos aberrantes como los 111 embarazos no planificados.
¡Ni una menos! es urgente un plan de emergencia contra la violencia de género
La pandemia y las cuarentenas aumentan las condiciones de riesgo y la violencia al interior de los hogares, donde las mujeres muchas veces están obligadas a convivir a tiempo completo con su agresor. Es necesario levantar un plan de emergencia contra la violencia de género, financiado con el impuesto a las grandes fortunas, que garantice un plan de vivienda, salarios de emergencia, planes de apoyo psicológico y todo lo que sea necesario para romper los círculos de violencia.
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¡A darlo vuelta todo!
Queremos ser una gran fuerza que exprese las demandas del Chile que despertó, contra el saqueo de los 30 años post dictadura sin confianza en los mismos de siempre y sus acuerdos a espaldas del pueblo, sino en nuestras fuerzas organizadas en los lugares de estudio y trabajo, retomando el camino de la movilización como perspectiva para el próximo 8M, donde la coordinadora a nivel nacional debería llamar a articular esta gran fuerza para terminar con el Chile heredado de la dictadura.
Desde Pan y Rosas, ponemos nuestras candidaturas a disposición de la coordinación y el fortalecimiento del movimiento de mujeres y del pueblo en las calles. Confiamos en esas fuerzas para conquistar todas nuestras demandas. Pensamos que el Encuentro debe pronunciarse sobre las exigencias de diversas participantes que insistimos en: ¡Fuera Piñera! ¡Juicio y Castigo a los violadores de Derechos Humanos! y ¡Libertad a los presos políticos!
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Javiera Márquez
Periodista