Hilario Ramírez Villanueva, “Layín”, un alcalde que va por la calle aventando dinero y que ha dado muestras de machismo abiertamente busca ahora ser gobernador de Nayarit.
Miércoles 8 de febrero de 2017
Layín se ha dado a conocer por levantarle la falda a una joven con la que bailaba en una de sus ostentosas fiestas, por ir por la calle regalando billetes de 20 y 50 pesos, por regalar electrodomésticos, por regalar un auto a la quinceañera Rubí y por invitar a artistas a sus fiestas en las que ha declarado que ha llegado a gastar más de 5 millones de pesos, por ejemplo en su cumpleaños. Es una muestra más de la podredumbre de la casta política ligada a los empresarios quienes se burlan y sacan provecho de las necesidades del pueblo trabajador.
Ahora este alcalde cínicamente conocido como el “alcalde que roba poquito” se presentó ante el Instituto Electoral de Nayarit para registrarse como precandidato independiente a la gubernatura del estado.
Layín se siente confiado de que ganará la gubernatura, muy seguramente sacando provecho del enorme descontento que existe con los partidos empresariales responsables de las reformas estructurales, la desaparición de los 43 y el gasolinazo, sin embargo claramente este retrogrado personaje no es una opción para la clase trabajadora, los campesinos y el pueblo de Nayarit.
La figura de candidatos independientes busca ser una vez más utilizada por un empresario para hacer demagogia y llenar de corrupción la administración pública. Son pocos los candidatos y precandidatos auténticamente independientes que utilizan las elecciones para expresar una voz diferente a la de la casta política de los partidos tradicionales, como Toñita obrera de la maquila de Ciudad Juárez o Sergio Moissen profesor de la UNAM en la Ciudad de México.
Layín, quien argumenta sin que nadie le crea que lo que regala es “producto” de su trabajo pues es un empresario dedicado a la exportación de mango, es un digno representante de la forma en que la política es utilizada por empresarios para beneficiar sus negocios por un lado y por otro del machismo, la demagogia y la corrupción.
Los trabajadores y la juventud combativa deben construir sus propias organizaciones y contar con candidatos que defiendan realmente sus intereses y que enfrenten los planes de los gobiernos. Solo así acabaremos con este tipo de muestras de cinismo que ya tienen asqueados a millones.
