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Red Internacional
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Medio Oriente. Líbano anuncia formación de nuevo Gobierno en medio de las protestas

Los manifestantes continúan desde hace tres días bloqueando las calles de todo el país, rechazando el primer nuevo Gobierno desde la renuncia de Saad Hariri en octubre, en una de las acciones más fuertes contra el régimen a pesar de la brutal represión.

Miércoles 22 de enero de 2020 14:34

Líbano ha formado un nuevo Gobierno luego de que Hezbolá y sus aliados cerraran un acuerdo sobre un gabinete que tiene la tarea de abordar la peor crisis económica del país en décadas, mientras continúan las protestas que cuestionan al régimen. El país ha estado sin un Gobierno efectivo desde que el primer ministro interino Saad Hariri renunció en octubre del año pasado (3 meses) bajo la presión de las protestas contra la creciente situación de precariedad social y económica exigiendo la caída del Gobierno por la corrupción extrema.

El nuevo primer ministro, el ex ministro de educación Hassan Diab, un profesor de 60 años de la Universidad Americana de Beirut apoyado por el movimiento chiita Hezbolá, ahora dirige un gabinete de 20 miembros -un tercio más pequeño que su predecesor-, en su mayoría especialistas respaldados por los distintos partidos políticos. Algunos ministerios se fusionaron, incluidos Agricultura y Cultura, y Asuntos Sociales y Turismo, y algunos ministerios estatales a pequeña escala fueron eliminados por completo. Durante la administración de Diab como ministro de Educación fue fuertemente criticado por las contrataciones que hizo en su área, las cuales, aseguraron, provocó parte de la inflación en el país y protegió su actuar asegurando que sus decisiones eran políticas.

Diab dijo que su Gobierno satisfaría las demandas de los manifestantes para terminar con el amiguismo y al mismo tiempo abordar la prolongada crisis económica del Líbano, que contiene una deuda externa del 150% del PBI. Aún así, el nuevo Gobierno incluye enlaces a muchas facciones políticas existentes en el país. Altos funcionarios estadounidenses criticaron la influencia de Hezbolá en Líbano y pidieron la suspensión de la ayuda estadounidense al país si se vuelve demasiado cercano a las políticas de Irán.

Quienes apoyaron el nombramiento de Diab son, el Movimiento Patriótico Libre, Amal y Hezbolá. Sus rivales políticos, en particular el “Movimiento Futuro” dirigido por el ex primer ministro Saad Hariri, las “Fuerzas Cristianas Libanesas” y el “Partido Socialista Progresista” liderado por los drusos, han optado por no participar en el gobierno de Diab, lo que puede acompañar próximas tensiones políticas, ya que hasta el momento Líbano se encontraba bajo un régimen de gobierno de unidad nacional. El nombramiento de Diab se produjo después de intensas consultas políticas entre los bloques parlamentarios y el presidente Aoun, donde ganó el voto de 69 de los 128 diputados del Líbano.

"Este es un gobierno que representa las aspiraciones de los manifestantes que se han movilizado en todo el país durante más de tres meses", dijo Diab. Prometió que su Gobierno "se esforzará por satisfacer sus demandas de un poder judicial independiente, por la recuperación de fondos malversados, por la lucha contra las ganancias ilegales".

Lucha en las calles

Las palabras de Diab, y la formación de un nuevo Gobierno, no lograron satisfacer a los manifestantes, que protestan desde el 17 de octubre con movilizaciones de millones de personas.

Este lunes, diferentes grupos de protesta se han reunido en Trípoli y el centro de Beirut a raíz de la formación del nuevo Gobierno. Las redes sociales y los mensajes de WhatsApp han circulado llamando a huelgas generales en todo el país. Por el momento varias calles y avenidas permanecen bloqueadas en todo el país. La represión fue la más dura desde octubre dejando más de 540 personas heridas y se produjo cuando las disputas retrasaron la formación del nuevo gobierno.

El movimiento de protesta, que está compuesto por miles de jóvenes, estudiantes y mujeres - que participan con sus propias organizaciones- que a su vez no hacen distinción racial o por confesión religiosa, vienen desafiando un régimen anclado en el reparto de las ganancias entre familias millonarias, la corrupción y el clientelismo. Han estado exigiendo reformas económicas profundas, un gobierno liderado por tecnócratas independientes que puedan hacer frente a la crisis económica paralizante y que haya elecciones anticipadas. La situación de ahogo ocasionado por el aumento sistemático de impuestos y la precariedad de la vida, como la falta de agua y servicio eléctrico, hicieron estallar a las masas, lo que incluyó cuestionamientos por la relación de Hezbollah con Irán, país que a su vez es ahogado por las sanciones financieras del imperialismo norteamericano y europeo.