Reseña del libro del escritor chileno Nicolás Medina Cabrera “La Paz China o una abeja bajo la lluvia”.
Sábado 24 de junio de 2023
La Paz China (o una abeja bajo la lluvia), como se titula el texto, es un libro de artista. Desde el título, hasta las reseñas de la contraportada son parte del relato y de la narración. Pedro Rodríguez sería un ex abogado en medio de una dictadura totalitaria China en Chile (2043) quien confluirá por amor, pero también por deseos de libertad, con una célula de resistencia a través de Mara Goldberg.
Una imagen al final del texto condensa quizás el corazón, su sentido: el protagonista mira una abeja agonizante y sufre su picadura tras la cual rememora décadas de vida, de hechos políticos y sociales, de arquitectura, de experiencias y vida. Recuerdos que son, a su vez, un impulso por recuperar lo perdido así como quien hoy buscaría volver al pasado para no fracasar, cambiar la historia.
El libro es propio de la literatura de la desolación, de la resignación y la desesperanza. Desde la izquierda se tejen entramados donde las revueltas y revoluciones no llegaron a ser y, en cambio, se erige la ficción de un mundo donde el ganador del nuevo reparto post tercera guerra mundial es el régimen del Partido Comunista Chino, con nuevas formas de opresión social y mecanismos de represión que incluyen drones e inteligencia artificial.
Imágenes atávicas y nauseabundas se yerguen como una lectura crítica del Chile actual, con políticos como Jackson, el Rojo Edwards y Shalper convertidos en mendigos. El fracaso de Boric y el de toda su generación no habría llevado a otra situación que al triunfo de Kast, a un autogolpe y a la entrega total a una dictadura China a lo 1984.
Entre medio de la lectura, el intertexto con Kundera es de total atingencia. Sin duda un referente de la escritura, crítica a los regímenes estalinistas y autoritarios, pero a su vez arrojada al escepticismo de la transformación social. A diferencia de Kundera, la insoportable levedad del ser es reivindicada, y el impulso más primigenio del humano es reivindicado como acto de resistencia.
La parálisis del personaje principal es resultado de quien concibe al capitalismo como eterno y absoluto ganador post caída del muro de Berlín. Sus mecanismos vendrían siendo determinaciones sociales imposibles de evadir. Estaríamos condenados a nuestro tiempo, los aparatos represivos del Estado serían invencibles y nuestro adormecimiento somnífero, inevitable. No es solo la sociedad que se imagina el autor como distopía de un mundo pre apocalíptico, con drones de vigilancia y drogas que vienen a reemplazar el gas lacrimógeno, esta absoluta Paz China es a su vez una lectura del Chile actual, de la derrota pos rebelión. Pero, ¿estamos condenados a la resignación?
El propio libro contiene ventanas de esperanza, aquellas que más allá de la nostalgia abren paso a la práctica revolucionaria y a la convicción necesaria para construir partidos, organizaciones, sujetos dispuestos a levantar una nueva sociedad desde sus cimientos. Además de las células de resistencia comandadas por Mara, están la literatura y las humanidades como potencia del pensamiento autónomo y crítico. El escritor dice: “porque actualmente nadie lee nada, ni literatura, ni historia, ni crónicas (…) Pero el chileno quiltro persevera. El chileno sin nombre reseñable, empobrecido, carne de sumisión, no ha sido extinguido totalmente. Todavía el pueblo bajo, pese a su inercia drogada, sigue respirando, manipulando el oxígeno de una manera específica, quiero creer que única. Está vivo y tiene algo de bestia porfiada”.
La pulsión sexual y amorosa de Pedro Rodriguez, nuestro protagonista, también es parte de lo incontrolable por el sistema, una vía de escape del control social hacia el caótico entramado de deseos, pasiones y pulsiones que se enfrenta y se distancia de las orgías inducidas y programadas por el régimen Chino-Chileno y que son utilizadas para deshonrar a quienes se movilizan.
Pese a los aires de resignación, a los límites a simple vista infranqueables de una totalitarismo cyborg, el personaje revela luces de esperanza, y termina arrojado a la idea de que no vale vivir en la sumisión.
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Desde La Izquierda Diario reseñamos el libro del escritor chileno Nicolás Medina “La Paz China o una abeja bajo la lluvia” que nos hizo llegar desde España, lugar donde actualmente reside el autor. En Chile se puede adquirir desde Weprint.App. https://www.weprint.app/products/134
