Utilizan una imagen del Papa, máximo representante del poder eclesiástico, junto con una frase que expresa una lógica machista, para publicitar el Paro Internacional de Mujeres.
Domingo 5 de marzo de 2017 19:55
Marisa Fassi, intendenta de la localidad de Cañuelas, junto con su esposo, el Diputado Nacional Gustavo Arrieta (FpV-PJ), concurrieron hace unas semanas a una audiencia pública dictada por el Papa Francisco en el Vaticano. Al volver, promueven su adhesión al #ParoInternacionalDeMujeres a través de carteles propagados por distintos puntos de la ciudad que gobiernan, donde se ve la imagen de Jorge Bergoglio con una frase que reza “la iglesia reconoce el indispensable aporte de la mujer en la sociedad, con una sensibilidad, una intuición y unas capacidades peculiares que suelen ser más propias de las mujeres que de los varones”.
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Dicha frase, poco acertada, encierra una lógica machista muy profunda. Hace referencia puntualmente a que la mujer se diferencia del hombre por poseer una “sensibilidad peculiar”. Tal cual lo reproduce la biblia y la religión católica desde hace añares alrededor del mundo, perpetrando razonamientos opresivos y referenciando que la mujer, por su género, es más débil que el hombre. El intento del Gobierno de Cañuelas por demostrar adhesión al Paro Internacional resulta bastante desacertado, sexista, machista e hipócrita.
Los carteles expuestos por la localidad representan una verdadera aberración para gran parte del movimiento de mujeres que se movilizará durante el #8M. Hacen mención a la misma Iglesia que en complicidad con el Estado nos niega el derecho a decidir sobre nuestros cuerpos, y pone trabas a la legislación del aborto seguro y gratuito. Hablan de la misma religión que a diario encubre a los curas abusadores de niñas y niños y que durante las dictaduras militares se alió a las Fuerzas Armadas para ser cómplice de genocidios. Es la misma Iglesia que se opone a la implementación del programa de Educación Sexual Integral en las escuelas y que influencia constantemente en la reproducción del sistema patriarcal que nos oprime.
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Es vergonzoso y repudiable que Marisa Fassi, intente hacer que Jorge Bergoglio sea parte del gran movimiento de mujeres que pelea por romper con los métodos eclesiásticos. El gobierno de Cañuelas es consciente de lo que representan las instituciones religiosas y aun así opta por mantener y propagar los lazos con las mismas. Desde Pan y Rosas junto al PTS exigimos la inmediata separación de la Iglesia del Estado, y llamamos a movilizarnos junto a las mujeres trabajadoras, estudiantes y obreros en forma independiente del Estado y los partidos patronales, para hacer que ¡la tierra tiemble!
