Los Monoblocks y Las Casitas de Llavallol fueron cercados por la policía por orden del Municipio de Lomas de Zamora bajo un argumento sanitario. ¿Cuáles deberían ser las medidas?
Miércoles 15 de abril de 2020 18:34
El Municipio de Lomas de Zamora, a través del secretario de Gobierno Martín Chorén, manifestó a medios locales que este aislamiento de los barrios El Campanario y Los Pinos, más conocidos como Los Monoblocks y Las Casitas, durará tres días.
Esta medida responde al pedido de movimientos sociales como Movimiento Evita de implementar un “aislamiento o cuarentena barrial”. Este abordaje sobre zonas carenciadas fue propuesto por el presidente Alberto Fernández en la conferencia de prensa del día domingo 12 de abril, junto al anuncio de extensión de la cuarentena.
Desde el gobierno municipal quisieron presentar este aislamiento represivo como un plan sanitario. “Son lugares donde hay viviendas con numerosas familias, lo cual, dificulta realizar el aislamiento dentro de su domicilio y preservar la salud” dijo el secretario de gobierno lomense Martín Chorén.
Los vecinos deberán portar un permiso para entrar y salir del barrio, quienes al volver, supuestamente, son controlados por personal de salud por si presentan síntomas de Covid-19. Difícil pensar que las trabajadoras y trabajadores de esos barrios puedan acceder a permisos de estas características siendo que en su mayoría trabajan de manera informal y precaria.
El funcionario lomense reconoce que los problemas habitacionales y alimentarios son la principal causa por la cual la gente no puede llevar adelante el "quedate en casa". Si bien se está realizando un relevamiento, vacunación y entrega de mercadería puerta a puerta, no dice cómo resolver esos problemas de forma profunda y por el contrario la principal política es cercar el barrio con la policía.
Cabe preguntarse cuál es el plan para resolver el hacinamiento estructural, la falta de servicios públicos básicos, cloacas, la pobreza y desocupación de esos mismos barrios castigados por años donde no hay posibilidad de echar culpas a “la herencia recibida” ya que en Lomas de Zamora Martín Insaurralde gobierna hace una década.
¿Cuarentena comunitaria o aislamiento represivo?
En esta “cuarentena comunitaria” como la presenta el Municipio resulta preocupante que la mayor presencia en el barrio sea la de fuerzas represivas. ¿Por qué pensar que el barrio lleno de policías en las esquinas es más seguro, cuando son los viejos conocidos implicados en el maltrato a la juventud, los casos de gatillo fácil y el narcotráfico? Ya se ha visto, es la misma policía que viene reprimiendo en los barrios de todo el país, haciendo “bailar” a los jóvenes y la misma que reprimió salvajemente hace días en el frigorífico Penta de Quilmes la que supuestamente hoy “nos cuida” y viene a “velar por la salud de nuestras familias”.
Si hay una forma de presencia del Estado municipal en los barrios es a través de punteros y clientelismo político, por esta razón es más que lícita la duda de muchos vecinos que se preguntan: ¿Por qué ahora se preocupan por la salud de los vecinos de los monoblocks o de las casitas cuando nunca lo hicieron?”
La “cuarentena comunitaria” planteada en estos términos no es más que un “aislamiento represivo” que apunta a contener a sectores sociales que en esta situación pierden sus empleos y no logran cobrar el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) mientras los precios de los alimentos aumentan cada día.
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Los vecinos denuncian abusos policiales y reiteradas situaciones de control. Una vecina comenta “estaba yendo a comprar un medicamento para mi hija y no me dejaron salir”, otro testimonio de una mujer del barrio plantea “mi marido trabaja en la construcción y cuando trató de salir no se lo permitieron, estaba yendo a trabajar”.
Todo indica que la crisis económica y sanitaria no va a hacer más que profundizarse y el Estado ya ha demostrado lo que tiene preparado para ese entonces: represión a los que salen a reclamar lo que les corresponde. Sin ir más lejos en el día de hoy, el gobernador Axel Kicillof junto al intendente Fernando Espinoza de La Matanza anunciaron la triplicación del personal de gendarmería en ese distrito.
Dice que el estado viene a traer cuidado y protección. Trae ¿test, camas, alimentos? No trae gendarmería, las fuerzas represivas que persiguen a los pibes. No queremos al ejército ni gendarmería en nuestros barrios. pic.twitter.com/riqN0GZrME
— Nathalia Gonzalez (@NathiGonzalezS) April 15, 2020
Una cuarentena comunitaria no puede ser una imposición, solamente puede ser válida si es producto de la deliberación en verdaderos comités de emergencia que estén compuestos por organizaciones sociales, de trabajadores, vecinales y de la juventud que son quienes pueden organizar las medidas de protección comunitaria sin la presencia policial.
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Algunos vecinos del barrio se comunicaron con La Izquierda Diario para contar que esta decisión del municipio se impuso “de un día al otro” sin ninguna consulta previa. Una joven estudiante del barrio manifestó a este medio que “esto fue todo de un día para el otro. Anoche circulaban unos cartelitos por whatsapp que decían que iban a vallar el barrio, pero nadie lo creía. Y hoy bien temprano a la mañana amaneció todo cerrado”.
Una vecina del barrio que prefirió reservar su identidad planteó: “No te dejan salir y no podés pasar por lugares públicos como la plaza. Es terrible acá por los monoblocks de Llavallol ya molieron a palos a varios, la yuta obvio. Esto se va a poner re picante. Me da mucha pena, porque yo quería que sean distintas las cosas, pensé que era un gobierno distinto. Militarizaron todo el monoblock”.
La realidad del barrio y una salida a la crisis sanitaria
El intendente Martín Insaurralde que estuvo en Llavallol hace un par de días en la reapertura de la fábrica Dánica tras el cierre ilegal, ha declarado en los medios que “si el virus penetra en el conurbano va a matar a miles”.
En Lomas de Zamora hay casi 300 mil personas sin ningún tipo de cobertura para 40 centros de salud de los cuales solo 2 tienen internación, y no se sabe cuántas camas de terapia intensiva con respiradores hay disponibles.
El personal de salud que entra al barrio no fue testeado por coronavirus ya que no se realizan pruebas de forma preventiva, con lo cual cualquier trabajador podría estar contagiado, lo mismo el personal policial, que por otra parte no cumple ninguna función sanitaria.
Es de público conocimiento que el coronavirus puede presentarse de forma asintomática por lo que resulta imprescindible que se realicen testeos periódicos por coronavirus a los trabajadores en actividad además de proveer elementos de bioseguridad hoy faltantes en los lugares de trabajo, hospitales, unidades sanitarias y Centros de Salud junto al nombramiento de personal.
Estas medidas, dan cuenta de que es necesario un plan sanitario para enfrentar la pandemia. En primer lugar el gobierno de la PBA y el municipio deben informar cuál es la situación sanitaria junto con un plan integral de prevención y atención. Además, a sabiendas de la crisis arrastrada por años en el sistema de salud público, es urgente que todos los recursos sanitarios estén disponibles por igual a toda la población unificando el sistema de salud público y privado.
Hoy presentamos un proyecto de Ley para recaudar 1 billón de pesos y destinarlos a comprar insumos sanitarios p/ enfrentar la pandemia y un salario de cuarentena de 30 mil pesos p/ millones q no cuentan con licencias pagas al 100%. https://t.co/rOHBTyyD2N vía @izquierdadiario
— Nicolas del Caño (@NicolasdelCano) April 14, 2020
Esta crisis deja al descubierto los problemas estructurales de los barrios que existen hace años y que ya no se pueden ocultar. Es urgente plantear un plan para resolverlos. Ante la realidad del hacinamiento implementar un plan de viviendas, mejoras habitacionales y obras públicas como cloacas y agua potable de forma inmediata. Para llevarlo adelante, se pueden obtener recursos si se impone un verdadero impuesto a los empresarios como propone el proyecto de ley presentado recientemente por Nicolás del Caño, diputado por el Frente de Izquierda-PTS. Sólo con un impuesto del 3% a las grandes fortunas se podría solventar un sueldo de $30.000 de emergencia para todos aquellos que no tienen sustento en la pandemia por dos meses.
Ante la crisis sanitaria y económica, los políticos atornillados a sus puestos en el conurbano ya no pueden ocultar la realidad en la que viven decenas de miles de personas en los barrios. Ponemos a disposición La Izquierda Diario para reflejar estas denuncias, acercarnos la tuya.