A dos semanas de la irrupción de la madre buscadora Virginia de la Cruz en el Congreso de Zacatecas, es imprescindible que la indignación rebase la instantaneidad de las redes sociales y que la solidaridad con esta luche continúe.
Miércoles 31 de julio de 2024
Foto portada: El País
Se cumplen dos semanas, al tiempo que se escribe esta columna, de que la señora Virginia de la Cruz irrumpiera en el Congreso de Zacatecas para reclamar que el Servicio Médico Forense (Semefo) tardó más de seis meses en notificarle que tenían el cuerpo de su hijo José Alejandro, de 21 años.
Entre gritos y sollozos, la mujer aseguró que en más de una ocasión la Semefo negó que el cuerpo de su hijo se encontrara en dicha instancia. El vídeo de esta acción se hizo viral con rapidez, especialmente en TikTok y Facebook; de igual manera fue comentado en la red social X causando la indignación de miles de usuarios.
Después de estos hechos, la Comisión Nacional de Derechos Humanos del Estado de Zacatecas (CDHEZ) se posicionó asegurando que se iniciaría una investigación para indagar a las instituciones señaladas por la madre. Cabe resaltar que esta situación afecta sobre todo a los sectores sociales más vulnerables. Según cifras oficiales dadas por la fiscalía en 2023 se reportaron mil 351 casos de desaparecidos en Zacatecas siendo Fresnillo el municipio con más desapariciones.
El fiscal del estado, Cristian Paul Camacho Osnaya, se reunió con ella el 18 de julio para ofrecerle disculpas, a lo que la señora Virginia respondió con rabia diciendo que ella lo que quería era justicia y castigo para los responsables y nuevamente reprochó la falta de ética de las autoridades en Zacatecas puesto que son “unos hijos que no tienen madre” y unos corruptos.
Es imprescindible que la indignación rebase la instantaneidad de las redes sociales y que la sociedad, en general, siga solidarizándose con la lucha de las madres buscadoras. Es posible apreciar que lxs zacatecanxs vivimxs en modo supervivencia; irritadxs y abrumadxs ante las acciones de las autoridades y la violencia que asola en el estado. Así, la señora Virginia aseguró que continuará con su labor de madre buscadora puesto que sigue en el rastreo de su yerno desaparecido desde hace tres años en Fresnillo, Zacatecas.
