El especialista Daniel Schteingart señaló a La Izquierda Diario “es probable que vayamos a un escenario más frágil en materia de empleo” y que “2018 va camino a ser el peor año económico desde 2001/2002”.
Mónica Arancibia @monidi12
Miércoles 5 de septiembre de 2018
En las últimas semanas se aceleró la crisis. El Gobierno empantanado por la nueva corrida del dólar y las presiones de los “mercados” que exigieron un mayor ajuste anunció una renegociación con el Fondo Monetario Internacional y un paquete de medidas que implican un mayor recorte fiscal y un tibio impuesto a las exportaciones.
En junio la actividad económica cayó un 6,7 % por la devaluación y la sequía, según el Indec. Se trató de la peor baja desde la crisis de Lehman Brother. Este freno afectó el empleo.
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Se perdieron 21.210 empleos registrados en junio con respecto a mayo, según los datos del Ministerio de Trabajo en base al Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA), serie desestacionalizada. En el mismo período las mayores bajas se observaron en trabajadores registrados privados (-13.125), empleados públicos (-5.694) y monotributistas sociales (-9.365).
Daniel Schteingart, Doctor en Sociología, sostuvo a La Izquierda Diario que el deterioro de los últimos meses “se explica mayormente por el empleo privado de calidad y el empleo público, que ambos son asalariados en blanco el empleo más protegido y de mejores salarios que hay. Hay otra parte del trabajo formal pero que es más precario, puede ser el monotributo o el trabajo de casas particulares por ejemplo que es más precario, mucho más fluctuante, etc. Bueno, eso viene deteriorándose en los últimos meses, va a empeorar obviamente con toda esta recesión, no sabemos bien hasta donde pero va a empeorar”.
Ante la consulta al especialista si hay un proceso de destrucción de empleo en 2018, respondió “sí, y particularmente del empleo de mayor calidad. O sea que es probable que vayamos a un escenario más frágil en materia de empleo, después de un 2017 que había sido agridulce, con cierta expansión del empleo, particularmente de la parte más precaria, pero expansión al fin. En 2018 claramente va a ser un año malo”.
Caída en los primeros seis meses del año
Desde diciembre de 2017 a junio de este año hubo una baja de 23.688 empleos registrados (-0,19 %), serie desestacionaliza de SIPA. Los descensos se observaron en trabajadores privados (- 14.273), empleados públicos (-11.066), autónomos (-2.111) y monotributistas sociales (-14.299).
Dentro de los trabajadores privados la reducción varía de acuerdo a las ramas. En el primer semestre del año se registraron caídas en Industrias manufactureras (-19.787), Agricultura, ganadería, caza y silvicultura (-3.869), Construcción (-2.209), Servicio Comunitarios (-1.768), Comercio y reparaciones (-1.361), Hoteles y Restaurantes (-485) y Suministro de Electricidad, gas y agua (-29).
La baja en la industria coincide con la caída de la actividad. La producción industrial se derrumbó 8,1 % en junio con relación a igual mes de 2017, y en julio la baja fue del 5,7 %, según estimaciones del Indec.
Con respecto a qué sectores tendrán más pérdida de empleo Schteingart señaló “tenés por un lado la industria, que viene en caída libre en la era Macri con más o menos unos 85.000 empleos destruidos, es una bestialidad. Es el 7 % de la plantilla industrial con algunos sectores que caen más que otros, pero en toda la industria se han destruido empleos en estos casi tres años”.
“La construcción que el año pasado se había levantado de la mano de la obra pública ya está volviendo a expulsar empleo y eso es una muy mala noticia. Porque si bien es un empleo mayormente masculino es un empleo de hogares que están muy cerca de la línea de pobreza y, en el empleo público está habiendo una contracción de empleo público. El Gobierno la está buscando de hecho adrede en ese caso”, añadió el especialista a este medio.
Trabajo precario
En 2016 hubo una fuerte destrucción del empleo, y en 2017 hubo una recuperación, donde los sectores más dinámicas fueron monotributistas, monotributistas sociales y trabajo en casas particulares que son modalidades más precarias, menores ingresos y mayor inestabilidad laboral.
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Si se comparan los trabajadores registrados de junio (serie desestacionalizada) con respecto a noviembre de 2015, un mes antes de la asunción de Macri, se observa un aumento de 2,5 %, pero esta suba es impulsada por el alza de monotributistas (10,1 %), monotributistas sociales (14,2 %) y asalariados de casas particulares (9,7 %), mientras que el sector privado tuvo una leve mejora de 0,2 %.
El empleo informal aumentó a 33,9 % en el primer trimestre de 2018, según datos de Indec. Los trabajados no registrados o lo que se puede conocer como “changas” son más vulnerables cuando la economía cae.
Daniel Schteingart explicó a La Izquierda Diario que “en general es probable que haya un deterioro en todo lo que es “changa” porque cuando hay menos plata en la calle se cae la changa de reformar la casa o de una niñera para cuidar a los hijos, etc. Eso va a tender a perjudicarse probablemente. Hay un dato que se ve este año, datos del Indec, que el salario de los empleados “en negro” está creciendo casi nada y, en términos nominales contra la inflación está perdiendo como en la guerra creo que ya perdió como 11 puntos en seis meses y eso, quizás es un síntoma de que está habiendo poca demanda de trabajadores informales”.
El especialista sostuvo que “2018 va camino a ser el peor año económico desde 2001/2002, porque hubo otros años muy malos en el medio 2009, 2012 ,2014 ,2016 que fueron recesivos pero este año con esta volatilidad cambiaria y con este descalabro del dólar supera la incertidumbre de todos los otros años”.
El doctor en Sociología advirtió que “la recesión va a ser fuerte. El impacto en el empleo va a ser importante, la inflación va en camino a ser la más alta en veintisiete años y el poder adquisitivo va a caer muy fuerte también. Había empezado los primeros meses del año más o menos había logrado empardar, los primeros tres meses; desde entonces está en caída y va a seguir en caída fuerte seguro los próximos meses”.
Las trabajadoras y trabajadores ya sienten los primeros efectos de la crisis por la caída del poder adquisitivo de los salarios ante la creciente la inflación y es probable que el derrumbe económico provoque mayor desocupación.
El momento de salir a enfrentar el ajuste de Cambiemos es ahora, el saqueo ya comenzó.
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Mónica Arancibia
Nacida en Bs. As. en 1984. Es economista. Miembro del Partido de los Trabajadores Socialistas. Coedita la sección de Economía de La Izquierda Diario.