Tras una semana de conocerse el cierre de Terapia Intensiva y luego de la difusión de una convocatoria vía redes sociales que exigía su reapertura, las autoridades salieron a dar una respuesta.
Martes 6 de diciembre de 2016 12:35
En el día de ayer, tras una semana de anunciarse el cierre de Terapia Intensiva, las enfermeras y trabajadores del servicio del hospital de la ciudad junto a vecinos que se acercaron a la sala y realizaron un abrazo simbólico al hospital pidiendo por la reapertura de la terapia. La convocatoria se difundió por medio de las redes sociales y asistieron más de 200 personas, entre ellas representantes del gremio de Salud, de ATE y militantes de organizaciones sociales y políticas.
La Izquierda Diario dialogó con Nieves, enfermera del servicio de Terapia, quien contó que “estamos todos a la espera, supuestamente hoy hubo un encuentro entre directores, intendentes y el coordinador de la terapia. Hasta ahora no hemos tenido novedades. No sé qué fue lo que arreglaron o cómo va a funcionar, todavía no comunicaron nada”.
Y continuó planteando que “los enfermeros estamos cumpliendo horario en otros servicios, la terapia ya está cerrada. Nos reubicaron. Nosotras pertenecemos al ministerio de salud, tenemos cargo y estamos nombradas. Algunos médicos del servicio no estaban nombrados, tenían contrato. Los que tienen cargo, según tengo entendido, van a cumplir horario como nosotras en otros servicios”.
Una hora antes y de manera imprevista, el intendente Jorge Etcheverry –Cambiemos- junto a los directores del hospital Carlos Panella, Javier Blanco y el coordinador del servicio de terapia Maximiliano Mulassi, llamaba a conferencia de prensa. El director Panella anunciaba que "queremos llevar tranquilidad a la población de Lobos, diciéndoles que en días la terapia volverá a funcionar. Ya tenemos un médico para las guardias de sábado y domingo, pero por una cuestión de fechas recién puede venir desde el 1º de enero. Y hemos recuperado a la médica terapista de los viernes".
El mismo director, durante la semana, responsabilizaba por el cierre del servicio a los médicos de guardia que habían renunciado, que venían varios meses sin cobrar su sueldo con normalidad. En declaraciones encontradas, el Dr. Mulassi había recalcado que la situación era insostenible, ya que se les pagaba en cuotas, se les debía varios sueldos y él mismo había aportado dinero de su bolsillo para que los profesionales siguieran yendo. Según informaba Mulassi “la terapia se abrió con algunas becas, que no son nombramientos, para tres médicos durante la semana y lo otro eran subsidios por parte de la municipalidad, pero cuando hubo cambio de gestión, cambiaron la forma de pago”. El intendente se refirió a esta situación como un problema de carácter administrativo y que con esto se estaba haciendo “politiquería”. Sin embargo, él mismo no evitó cargar el problema a la gestión anterior y se excusó en cuanto a la responsabilidad del gobierno provincial, con quien están trabajando en forma conjunta. Singularmente esto se decía desde su despacho, mientras una hora más después los trabajadores del hospital participarían de la protesta convocada, y solo tendrían conocimiento más tarde de estas declaraciones por medio de las noticias.
Más allá del enfrentamiento discursivo y de los intereses entre referentes de la gestión anterior peronista y la actual de la coalición Cambiemos, ninguno de los dos parece reconocer la irregularidad de la situación de becados y contratados en el hospital, quienes deberían estar nombrados, con cargos en relación de dependencia y estabilidad laboral, para brindar un servicio público básico como es la salud y de calidad.
