La banda de Aldo Bonzi hizo un show memorable para despedir el 2023, adelantando que se preparan para un hito en 2024: tocar en Obras. Crónica de una noche de agite en el Oeste.
Gustavo Grazioli @Discolo1714
Martes 19 de diciembre de 2023 16:30
Es sorprendente ver cómo la música o, mejor dicho, un show de rock todavía convoca a tanta gente y en ese ritual, llamado recital, se exorcizan las penas de la semana o los últimos malestares del año, en medio de un diciembre que parece ser la antesala del apocalipsis. Al menos es esa la postal que dejaron Los Pérez García el sábado pasado en Pinar de Rocha. Es llamativa y característica la fidelidad de su público. A donde sea, allá van con las banderas y los tragos para ver mejor. La última estación esperanza del 2023 fue el emblemático complejo bailable de Ramos Mejía y la responsabilidad de renovar el estado de ánimo de esos peregrinos – que dijeron que el “que no salta votó a Milei” - fue de los tipos que tocaron rocanrol.
Cada arreglo de guitarra, cada estrofa de canción latió en el pulso de los fanáticos. Cada introducción de tema, durante y después, fue festejado como un gol. Las letras, coreadas de principio a fin. Las sonrisas se adueñaron de esos cuerpos que bailaron y se subieron a los hombros de sus amigos. En el piso el charco de cerveza, la pisada del baile, la transpiración de vivir el minuto a minuto y la humareda londinense que aterrizó con aires conurbanos. Un recital de Los Pérez García es entrar a un túnel del tiempo sin salir del estado presente de las cosas y saber que, si algo no anda bien, lo que sobran son las razones para pedir revancha, como dicen en su tema “Después de hora”.
El grupo de Aldo Bonzi coronó un gran 2023, a pesar de todo y del futuro aciago que se avecina. Recorrieron distintas provincias del país, cruzaron su música a Uruguay y llegaron al Luna Park, la catedral del boxeo y el lugar de los artistas nacionales e internaciones de mayor renombre. Y ahora, como anunciaron en este último show de Pinar de Rocha, la primera parada del 2024 en Ciudad de Buenos Aires será nada más y nada menos que el 4 de mayo en el tan esperado Estadio Obras. Algo que originalmente tendría que haber sucedido en 2020 y pandemia de por medio, tuvieron que suspender, después se reprogramó para 2021, pero tampoco pudo ser.
Alguna vez Beto Olguin, cantante de la banda, en esas charlas nocturnas donde el único sueño que perdura es el de la vida, ante mi consulta por Obras, porque ya estaba todo para que se diera sin problemas, respondió con la paciencia de esos 10 tiempistas, que saben meter la pausa en los momentos justos: “Ya se va a dar. Por ahora no”. En el medio pasaron muchas cosas: viajes, ruta, notas, el último disco Después de la tormenta y los calendarios marcharon, hasta dar con el asombro de pensar que pronto van a festejar 30 años de existencia.
Pero ahora van por el 2024: guitarra al hombro y el público que los respalda. Sin títulos de nobleza ni apellidos que los hagan sentar al lado del rey. Desde las profundidades de Aldo Bonzi, un barrio de La Matanza con menos de 15 mil habitantes, directo a la sensibilidad de la gente. Una tarea no muy sencilla. Con canciones propias - algo que escasea en los parlantes modernos – y una obra bajo el brazo. Un trabajo de orfebrería, donde cada pieza tiene una razón de ser. Con la emoción como estandarte y los algoritmos fuera de juego. Con los puños en alto, como canta el Indio Solari, y el deseo de hacer la revolución con una canción de amor.