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Red Internacional
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SIGUEN LOS “DIÁLOGOS” A ESPALDAS DEL PUEBLO. Los encuentros secretos con EE. UU. y las negociaciones entre Maduro y la oposición de Guaidó

A pesar de que las reuniones en Barbados se habían congelado eso no era sinónimo que los encuentros más discrecionales estuvieran paralizados. De manera frenética éstos han tenido continuación, tal como quedaron de manifiesto este martes con las declaraciones de Trump primero y Maduro después, algunas de esas reuniones se dieron en el propio Washington.

Miércoles 21 de agosto de 2019 15:01

También negociadores de la oposición que forman parte de la mesa de diálogo con el gobierno de Maduro, y que media Noruega, viajan esta semana a Estados Unidos a reunirse con representantes del gobierno de Trump. Una de las cuestiones a discutir sería revisar con las autoridades estadounidenses los puntos tratados hasta ahora en las conversaciones.

La semana pasada una delegación del gobierno de Noruega estuvo en Venezuela para reunirse por separado tanto con la oposición como el gobierno de Maduro, para buscar nuevas fechas de encuentro. Si bien no hay información de las tratativas, por las declaraciones individuales de cada parte, todo apuntaría que se estarían encaminando a una nueva reunión.

Pero mientras tanto el gobierno de Trump se mantuvo activo con reuniones secretas mientras mantiene el bloque económico y continúa imponiendo, que no hacen más que aumentar las calamidades ya existentes, sanciones apoyadas por la propia oposición de derecha criolla servil a los intereses de Washington.

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Pero los encuentros secretos mantenidos hasta ahora no dejaron de tener su suspicacia. El asunto es que la agencia de noticias estadounidense Associated Press (AP) dio a conocer este lunes que el llamado “número 2” del chavismo, Diosdado Cabello, venía manteniendo encuentros con el Gobierno estadounidense. Reveló que el mes pasado, en Caracas, Diosdado se había encontrado “con alguien que está en contacto cercano con la administración Trump”.

Como escribimos en un reciente artículo: “Como las reuniones están cargadas de secretismo, los contactos más herméticos aún, ya sea por interpuestas personas o no, de lo que ni siquiera se hace alusión, seguramente se continúan llevando a cabo para darle movimiento a las articulaciones. Y es lo que Noruega a cada tanto hace alusión. Todo esto tomando en cuenta que las reuniones han estado envueltas en misterio, ya que ningún bando revela detalles”. Y es lo que viene a confirmar las revelaciones hechas por AP.

La suspicacia está ahora en el punto en que si tales encuentros, de Diosdado, estaban en sintonía con lo que viene haciendo Maduro. Este martes Trump vino a ratificar que las reuniones secretas existían, afirmando que la Casa Blanca mantiene contactos con el chavismo "a muy alto nivel", al ser preguntado por las informaciones sobre un diálogo entre Washington y el considerado "número dos" del chavismo, Diosdado Cabello. "No quiero decir con quién, pero estamos hablando con ellos a muy alto nivel" remarcaba Trump.

Ese mismo día, pero horas después, Maduro va a ratificar tales encuentros. Lo quiso presentar como si fuese una revelación de su parte, pero salía a declarar en función de las afirmaciones previas de Trump. "Confirmo que desde hace meses hay contactos de altos funcionarios del Gobierno de Estados Unidos de Donald Trump y del Gobierno bolivariano que yo presido", dijo durante un acto transmitido en cadena por radio y televisión. "Voy a contar algo que es secreto, nadie lo puede saber", pero ya era sabido, tanto por lo revelado por AP y luego por el jefe de la Casa Blanca.

Buscó reiterar que el acercamiento entre la Administración Trump y emisarios de su Gobierno se ha producido bajo su "autorización expresa, directa, varios contactos, varias vías, para buscar regular este conflicto", un mensaje que iba dirigido a responder a las suspicacias por los supuestos encuentros de Cabello. Pero hay que observar que cuando AP hizo las revelaciones hubo un largo silencio en la sede presidencial de Miraflores, y Maduro sostuvo que se trataba de funcionarios bajo su autorización, pero Diosdado Cabello no es “un funcionario”, es pieza clave entre los grupos de poder del chavismo.

En un artículo que escribimos hace dos semanas, luego que Maduro declaraba que congelaba por ahora las reuniones en Barbados tras los anuncios del bloqueo de Trump, indicábamos que no se trataba de una suspensión definitiva de los encuentros. Resaltábamos el por qué, a Maduro, “no le convenía” patear la mesa, sumido en una gran catástrofe interna que tiende a agudizarse. Pero hacíamos alusión también a una declaración de un analista de The New York Times que sostenía que “una presencia continua en Barbados también le permitiría a Maduro mantener el control de las principales negociaciones sobre el futuro del país al neutralizar las facciones rivales en el partido gobernante (…) Si Maduro no está en la mesa, corre el riesgo de que alguien negocie por él". Lo de Diosdado Cabello, para algunos analistas, se leería en este enfoque.

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Si Diosdado juega paralelamente a Maduro o en completa coordinación, es difícil de saber, pero la situación concreta es el llamado “número dos”, desde que se han venido dando las reuniones hace años, nunca había aparecido –al menos públicamente- en el entramado de los encuentros. Al final de cuentas, comparten los mismos intereses de una casta burocrática y con intereses propios, pero en los entramados de poder poco sale a la luz las pugnas internas.

Aún está por verse cuales son los entramados que seguirán tomando, secreta o públicamente, los caminos de las negociaciones en busca de un pacto entre las cúpulas. Hemos venido sosteniendo que “a ninguno les conviene” levantarse de la mesa de negociaciones en función de sus intereses. Con un país que continúa sumergido en la catástrofe económica y social, aumentada por la incidencia de las sanciones, Maduro busca salidas políticas a sabiendas que el panorama sólo avizora más que desplomes.

Por su parte, la oposición, sumergida en su laberinto de intentos fracasados, dividida y sin políticas claras, con un Guaidó que ha perdido impulso desde que se declaró presidente interino en enero y falladas sus tentativas golpistas, se agarra de algún tipo de negociación. Habrá que ver lo que sale de los encuentros con Washington que llevan a cabo tanto la oposición encabeza por Guaidó como el gobierno de Maduro.

Ellos juegan a sus intereses muy alejados del que tienen los trabajadores y el pueblo pobre que viene sufriendo las calamidades de esta catástrofe económica. Si se juzga por las medidas antiobreras del autoritario gobierno de Maduro, como de las propuestas contempladas en el Plan País de la oposición, y todo el entreguismo que ya ejecutan como se ha visto con el caso de Citgo, en algo sí tienen acuerdo, y es que esta catástrofe la siga pagando el pueblo.

Mientras estas declaraciones de Trump, Maduro y la oposición se realizaban, este martes también se cumplía un año de la llamada “reconversión monetaria”, como parte del “Plan de recuperación, crecimiento y prosperidad”, justo cuando el salario mínimo mensual ha llegado a su punto más bajo en la historia del país, al equivaler, en el momento que escribimos este artículo, a 2,76 dólares según la tasa oficial. La pobreza y la miseria aumentaron vertiginosamente en estos años, con la voraz inflación –devenida luego hiperinflación– haciendo pagar la crisis a la clase trabajadora y los sectores populares. Una política en total consonancia con los empresarios de todos los colores, y con una oposición que también lo que propone es más ajuste, pero de la mano del FMI y el imperialismo. Más que nunca los trabajadores necesitan buscar un norte propio independiente de estas variantes, que negocian y pactan a sus espaldas.

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