La cuarentena masiva es un golpe directo para casi un tercio de la población de la provincia que casi de inmediato queda sin ingresos. La AUH y tarjeta alimentar no alcanzaría a cubrir ni la mitad de los ingresos necesarios para llegar a la canasta básica familiar.
Domingo 22 de marzo de 2020 15:25
La cuarentena forzosa que rige, en principio, hasta el 31 de marzo golpea directamente a cientos de miles de personas que viven con los ingresos del día. Estamos hablando de unas 425 mil personas entre cuentapropistas, desocupados y asalariados en negro. Casi un tercio de la población de la provincia, que seguramente se amplía si consideramos al núcleo familiar completo.
Según datos del Ministerio de Trabajo de la Nación, estamos hablando de unos 141 mil cuentapropistas, entre formales e informales. Dentro de los informales (93.000), son 43 mil trabajadores sin capital (vendedores ambulantes), unos 15 mil profesionales y técnicos (psicólogos, abogados, gasistas, técnicos, etc) y 35 mil cuentapropistas informales con un pequeño capital (puesteros, almacenes de barrio no registrados, etc.).
En gran medida estas actividades están orientadas al consumo de la población que circula por la vía pública o a la prestación de servicios en el domicilio y por lo general, son sectores con escasa o nula capacidad de ahorro. Viven al día.
Hasta el tercer trimestre de 2019, el Indec registraba un desempleo en nuestra provincia del 11,1% de la población económicamente activa. Es decir, casi unas 84 mil personas desocupadas en todo el territorio provincial. Y también registró un nivel de informalidad del 45,3% de los ocupados. Si descontamos el sector cuentapropista informal, son poco más de 200 mil los asalariados informales.
El trabajo asalariado informal se extiende por todas las ramas de la economía (desde los comercios, pasando la industria y la cosecha) con diversas formas de contratación (mensuales, quincenales, pago al día, temporarios, etc). El decreto nacional que establece el licenciamiento forzoso de la mayoría de las actividades con goce de sueldo si apenas se cumple para algunos sectores en blanco, deja totalmente a la deriva a los asalariados informales que han sido enviados a sus casas de un día para el otro y sin ningún tipo de ingreso garantizado.
Estos datos no contemplan a la población económicamente inactiva, que además de niños menores de 15 años y jubilados o pensionados, incluye también a las personas en edad laboral que dejaron de buscar empleo de manera activa y se sostienen con el ingreso de algun familiar o por las subvenciones del estado.
Para todos estos sectores, la Asignación Universal por Hijo (AUH), que en nuestra provincia alcanzó a unas 177 mil personas y representó una suma de entre 3 a 6 mil pesos en promedio. Dentro de ese total, la tarjeta alimentaria (4 a 6 mil pesos) alcanza a unas 70 mil personas. Es decir que una familia tipo de 4 personas con AUH y tarjeta alimentaria, apenas alcanza ingreso familiar de 12 mil pesos por mes, cuando la canasta básica total familiar, según el Indec, alcanzó los 40.780 pesos en febrero de 2020.
La parálisis impuesta por la cuarentena golpea con crudeza sobre estos sectores. Es por eso que urge un plan de emergencia que contemple la prohibición de los despidos por dos años, el pase a planta permanente de todos los asalariados informales y un subsidio extraordinario de al menos 30 mil pesos para los cuentapropistas y desocupados. En Tucumán una medida semejante costaría unos 6700 millones de pesos, que podrían financiarse con impuestos progresivos sobre las grandes empresas del citrus, ingenios, cereleras, etc., que hace años gozan de exenciones impositivas como la alícuota cero en ingresos brutos y con apoyo de los recursos nacionales en base al no pago de la deuda externa.