Además de las y los docentes, en el sector educativo también se encuentran otros sectores que llevan a cabo actividades sustanciales para garantizar educación pública y gratuita. Revisamos el caso de la UACM.
Martes 11 de abril de 2023

Al observar la educación, quizá lo primero que se venga a la mente es a les estudiantes y docentes, sin embargo, cuando ingresamos a las escuelas, vemos que para garantizar que las instalaciones se encuentren en buen estado, higiénicas y se realice el trabajo administrativo, se requiere de otro tipo de trabajo que corresponde al de otros sectores de la educación.
En el caso de la educación superior, tanto en el ámbito privado como en el público, hay una invisibilización de los otros sectores que, al igual que sus compañeros en básica, garantizan la educación. Se trata de las y los trabajadores de intendencia, de comedores, manuales, entre otros.
Los otros sectores que mueven la educación pública
Debido a la división sexual del trabajo, la educación se asumió como una labor llevada a cabo por mujeres. Por lo que actualmente vemos que este gremio está compuesto mayoritariamente por mujeres, que además de la docencia, principalmente desempeñan labores administrativas, de intendencia, en los comedores, bibliotecas y otros.
Las autoridades educativas tienden a separar a los sectores mencionados, mediante diversas formas de contratación y hacen mucha ideología. Un ejemplo de esto último es cuando las autoridades señalan a los sindicalizados como “privilegiados”, por otro lado, cuando señalan a docentes de asignatura como ajenos a la institución y aseveran que “solo están de paso”, sin tomar en cuenta que la actividad docente es vital para las universidades. En el caso de educación básica, las burocracias sindicales continúan el trabajo de las patronales, pues permiten y utilizan estos mecanismos de división. Por ejemplo, en la CDMX, agrupando en secciones distintas del SNTE a docentes por un lado y al personal de asistencia y apoyo a la educación por otro, en las que lejos de representar a cada sector y sus problemáticas, lo utilizan para que se vean mutuamente con desconfianza y las conquistas de uno se contengan en cada sector, sin que se expandan a los otros.
Estos otros sectores, como ocurre con las y los docentes, cada día están siendo golpeados con más condiciones de precarización laboral, impuestas por los gobiernos anteriores y continuadas por el actual. Todo esto trae como resultado condiciones de estudio cada vez más precarias que limitan el desarrollo de la comunidad estudiantil. Para ello, las autoridades tienden a utilizar un discurso en donde contraponen entre sí a sectores de trabajadores de las comunidades educativas, pero también a los estudiantes con los trabajadores, o en el caso de educación básica a los padres y madres de familia contra los docentes. Por el contrario, tendría un gran potencial de cambio la unidad de todos estos sectores contra las autoridades, que son las responsables de administrar el presupuesto y de dar continuidad a una política de la precarización.
El caso de la UACM
En la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM) podemos ubicar a docentes que garantizan la educación y a la par a otros sectores de trabajadores. Sin embargo, desde la actividad docente, surgen divisiones impuestas por las autoridades, en las que separan a docentes en categorías de primera -docentes de tiempo completo que cuentan con todos los derechos laborales- y de segunda, que es el caso de docentes de asignatura, que tienen condiciones laborales ultraprecarias, pero sobre todo son los excluidos del Contrato Colectivo de Trabajo (CCT).
Los docentes de asignatura son de los sectores más precarios de la UACM. No obstante, estar sindicalizado no siempre es sinónimo de mejores condiciones, pues hay sectores que también padecen condiciones precarias como las y los trabajadores de intendencia por los bajos salarios, las pocas prestaciones, y por quedar muy expuestos a los actos arbitrarios de las autoridades, la represión, entre otros.
Para dar cuenta de esto, haremos un breve repaso de las condiciones de cada sector. De entrada, podemos ver a las y los trabajadores de intendencia, integrada por personas que cada vez tienen mayor edad, realizando un trabajo físicamente pesado, quienes perciben salarios parecidos al del mínimo, que fueron conquistando mejoras pues tenían una contratación por outsourcing. Sin embargo, aunque ya tienen base y son parte del CCT, en los últimos años los derechos que tienen en el contrato colectivo han sido incumplidos por las autoridades y la mayoría de las prestaciones que se han logrado no son para elles. Debido a su insistencia en la búsqueda de mejores condiciones, las autoridades les han señalado y perseguido.
Después, las y los trabajadores de jardinería, que realizan labores para mantener las áreas verdes de todos y cada uno de los planteles. Sin embargo, ese trabajo no es reconocido como tendría que ser según el CCT. Por ejemplo, en el plantel Cuautepec, la rectoría intentó retirarlos de sus funciones porque no existían las plazas de jardineros, lo cual representa un enorme problema, ya que además del intento de desaparecer la fuente de trabajo, se busca eliminar una función sustantiva de la Universidad en vez de crear plazas para ello; es decir, una función que se requiere para que ésta pueda seguir operando, ya que si los planteles de la UACM tienen áreas verdes, es indispensable que reciban mantenimiento constantemente.
También están las y los trabajadores de comedores, de bibliotecas y trabajadores que desempeñan labores administrativas, quienes se encargan de realizar los trámites que se necesitan en la institución. Algunos de estos sectores se encuentran sindicalizados; a elles, en la pasada negociación salarial, la rectora Tania Rodríguez les señaló como privilegiados, con lo que reproduce el discurso del priismo en boca de Aurelio Nuño, que llamaba privilegiados a los docentes como trabajadores de la educación. Sin embargo, no hay nada más falso que estas aseveraciones, pues las conquistas que hoy tienen son las que deberían extenderse para el resto de los sectores educativos y de la clase trabajadora.
Por la unidad efectiva en la lucha por mejores condiciones
Ver las labores de cada sector muestra la importancia que tienen para la comunidad universitaria; son quienes hacen posible la educación, pero entonces ¿por qué no pueden participar en la toma de decisiones? ¿por qué las autoridades universitarias son las que deciden sobre el manejo del presupuesto y las condiciones si no conocen o hacen oídos sordos a las necesidades de las y los trabajadores?
Ante el autoritarismo en las universidades, se requiere la unidad de los sectores tanto estudiantiles como de trabajadores para imponerles a las autoridades la mejora de condiciones. Por eso insistimos tanto en medidas como la afiliación al Sindicato Único de Trabajadores de la UACM mediante una convocatoria pública, así como asambleas que integren a todas y todos los trabajadores y a los estudiantes, para empezar a unir todo aquello que las autoridades se han empeñado en dividir, en la perspectiva de conquistar un funcionamiento democrático, mediante un gobierno universitario tripartito de docentes, trabajadores y estudiantes.