El Gobierno azuza el fantasma de CFK como el factor que ahuyenta las inversiones. ¿Cuánto de real y cuánto de relato hay en esta campaña?
Juana Galarraga @Juana_Galarraga
Miércoles 2 de agosto de 2017
La apuesta marketinera del oficialismo en esta campaña, consistió en correr el eje todo lo que se pueda de la discusión sobre la economía, que bastante lejos está de dar señales que garanticen una buena performance electoral. La polarización intentó instalarse entre Cambiemos y el pasado kirchnerista, con el acento puesto en la corrupción, como bien se evidenció con el circo montado en el Congreso por el desafuero de Julio de Vido, denunciado por la izquierda.
Esta fue la lógica que primó durante buena parte de lo que va de campaña. Sin embargo, como se vio en los últimos días, el oficialismo pasó por alto algunos consejos de Durán Barba y se atrevió a hablar sobre algunos aspectos de la economía.
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Por otra parte, en medio de la campaña que Cambiemos impulsó con apoyo mediático, el factor económico también se filtró como uno de los aspectos por los que habría que temer el regreso del "populismo extremo" k. Como se sabe, las tan anunciadas inversiones de los empresarios que Mauricio Macri prometió entusiasta al comienzo de su gestión, nunca llegaron. No hubo viaje al exterior, ni acto protocolar, ni anuncio oficial que hasta el momento haya hecho efectiva la llegada de inversiones que harían crecer la economía Argentina reconectada con el mundo.
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Un eventual triunfo de Cristina Fernández en la provincia de Buenos Aires, sería según el Gobierno y sus esbirros mediáticos, el "bu" que asusta a los empresarios para invertir. Según esta versión en la que el factor decisivo es el potencial triunfo de la ex mandataria, ¿qué fue lo que los mantuvo alejados durante el período previo a la campaña electoral? No sabe no contesta.
Ante los ojos del empresariado
Recientemente circularon los números sobre el panorama electoral, arrojados por la última encuesta de la consultora Management & Fit (M&F). El sondeo midió distritos populosos y claves en las elecciones, como la provincia de Buenos Aires, la ciudad de Buenos Aires y la provincia de Córdoba. El dato, es que las cifras fueron presentadas el lunes ante una cámara empresaria, en la que según expresó el sitio Infobae, se reúnen "los empresarios más importantes de la Argentina".
Los números que el empresariado estaría observando, dan cuenta de un escenario en el que CFK resulta ganadora con un 30,9% de intención de voto como senadora en la provincia. Atrás queda el candidato de Cambiemos, Esteban Bullrich, con un 23,1%.
En la carrera por los puestos en el Senado, Sergio Massa se ubica tercero. Su proyección muestra los límites de la polarización entre oficialismo y kirchnerismo, con un 22,7% de intención de votos. Florencio Randazzo quedó muy atrás, con un 4,8%.
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El estudio presentado es de julio. Como conclusión general se observa un crecimiento de Cristina Kirchner de 3,1 puntos y una caída en el apoyo a Cambiemos de 5,4 puntos respecto a junio. Según MyF la diferencia entre CFK y Bullrich se debería a una desilusión de los votantes de Cambiemos con el Gobierno, que ahora se suman a las filas de los indecisos.
El panorama es distinto si se analiza la intención de voto de los candidatos a ocupar bancas en la Cámara de Diputados por la provincia. En este caso Cambiemos gana con el 27,6% de intención de voto. El frente kirchnerista Unidad Ciudadana, se quedaría con un 19,1% y el armado de Massa y Stolbizer, 1País, solo con el 14%. Según los analistas de M&F el triunfo oficialista en la categoría de diputados, se debe a que Graciela Ocaña es más conocida que los candidatos que postula la oposición.
Desnudando al cuco
Según la teoría oficialista y mediática, los hombres de negocios, el sector del empresariado frente al cual se anunciaron estos guarismos, deberían estar preocupados por el futuro de la economía argentina.
Por un lado, siempre según el relato oficial, las inversiones no se atreverían a llegar dado el panorama inestable que garantizaría el retorno del populismo K. Las especulaciones no se limitan a pensar solo estas elecciones, si no que proyectan los "cucos" hacia el 2019.
Como se insistió en estos días en los medios de comunicación afines al Gobierno, particularmente el Grupo Clarín, de haber ganado Scioli el balotaje en 2015, Argentina hoy sería Venezuela y Mauricio Macri Leopoldo López. ¿Qué ánimos podrían tener los empresarios para invertir en Argentina con semejante panorama?
Por otro lado, los porcentajes de legisladores oficialistas y opositores sentados en las bancas del Congreso nacional, sería algo a atender por parte de los empresarios. De ello dependería el margen necesario para que Cambiemos avance con las reformas necesarias en términos laborales e impositivos, para favorecer la actividad empresaria y el crecimiento de la economía.
Pero ¿acaso no es la oposición la que cuenta con la mayoría en ambas cámaras desde el minuto cero de la gestión de Cambiemos? Claramente, la composición del Congreso de la nación no es lo que más debería preocupar al empresariado. La mal llamada oposición del FpV y el massismo, votaron las principales leyes de ajuste que presentó el Gobierno y favorecieron las ganancias de las patronales. ¿Jugaría el nuevo armado de CFK, Frente de Unidad Ciudadana, un rol diferente al colaboracionismo que caracterizó al FpV durante todo este tiempo?
Por otro lado hay que remarcar que el ataque a las ganancias del empresariado, no fue precisamente lo que caracterizó a los gobiernos kirchneristas. De hecho, la misma Cristina fue quien aseguró que durante todo el período, las patronales se la llevaron "en pala". Mauricio Macri y su gabinete de CEO’s, representan de manera más directa y natural sus intereses, eso es innegable. De hecho, el empresariado se envalentonó desde el inicio de su gestión y está agazapado esperando más ajuste de este Gobierno. Pero las sumas de dinero fugadas al exterior, los subsidios a la ganancia empresaria y el festival de modos de contratación precarios que prevalecieron a lo largo de toda la década anterior, no dan cuenta de un mal momento para las patronales, si no todo lo contrario.
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Si el cuco de Cristina y el kirchnerismo es, como se ve, un invento de campaña, habrá que preguntarse cuáles son los reales motivos por los que las inversiones no llegan.
"¿Qué mueve a un empresario a invertir? La rentabilidad. ¿Qué evalúa antes de realizar un desembolso? Las colocaciones alternativas de esos fondos. ¿Cuál es la alternativa más a mano para cualquiera que tenga pesos? Las Lebacs. ¿Cuánto debe rendir entonces un emprendimiento productivo para resultar atractivo hoy? Más del 25,5% anual. ¿Acaso los hay?". La cita corresponde a una columna del especialista en temas económicos, Alejandro Bercovich. Como bien se desprende del artículo publicado a fines de junio, al empresariado le resulta más interesante el negocio especulativo que la inversión en cualquier emprendimiento productivo. Puro cálculo en función de la obtención de ganancias con el menor costo y riesgo posible. Lo demás, es puro cuento con fantasmas que no asusta ni a los chicos.