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Red Internacional
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Paro de Sanidad. Luego del contundente paro en sanidad: “asambleas para seguir la lucha y ganar”

El pasado viernes se desarrolló un paro de clínicas y sanatorios privados con el 90% de acatamiento. La medida tardía llamada por Héctor Daer responde a la bronca que se viene acumulando desde abajo. El gobierno dictó la conciliación obligatoria, donde FATSA la acatará levantando las medidas, mientras Carla Vizzotti anunció reuniones para la semana próxima. ¿Qué opinan las trabajadoras y trabajadores de sanidad?

Domingo 28 de marzo de 2021 18:54

Desde el jueves, día anterior al paro, los grupos de Whatapp donde nos organizamos las trabajadoras y trabajadores de salud se empezaron a llenar de mensajes para intercambiar como participar de la jornada de paro convocada por los gremios nucleados en FATSA, para el pasado viernes.

Su secretario adjunto Héctor Daer, cotitular de la Confederación General del Trabajo (CGT) viene manteniendo la tregua con el gobierno, dejando pasar todo ajuste a la salud privada en lo que va de la pandemia. La bronca por lo tardío de la medida no opacó la necesidad de salir a las calles y que se expresen los reclamos, en un gremio donde el sueldo promedio ronda los $45000.

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En la puerta del sanatorio Franchin lo explicaba una enfermera terapista, que nos contaba:

“Comenzamos el paro hoy a la madrugada con todos los compañeros del turno noche. En esta instancia lo estamos llevando adelante con el turno tarde. La medida se está haciendo justamente porque la cámara empresarial no le estaría dando bolilla al pedido que se le está haciendo. Nos cansamos de esperar a que decidan si nos van a pagar o no nos van a pagar. Es una recomposición del salario del 2020, imaginate que dentro de 3 meses tenemos que volver a negociar y no está bueno saber que la cámara empresarial les importa muy poco y ni siquiera llega a dar una contra oferta.”

Es que FATSA negoció el aumento miserable del 10% en negro que recién en febrero pasó al básico y ahora sólo pide el 16 % de revisión de lo acordado en el 2020. Cómo expresaba una enfermera del Mitre:

“Queremos una respuesta de los empresarios. Casi el 80 % del personal de salud y en especial los enfermeros tenemos dos trabajos por eso llegamos a subsistir. El que no tiene dos trabajos mete horas extras, recargos, prácticamente vive en el sanatorio o la clínica.”

Con sueldos que promedian los $45.000 la realidad de las trabajadoras está muy lejos de la realidad de Claudio Belocopitt, presidente de la Unión Argentina de Salud, quien en el día de hoy declaró, que acá no hay “una situación de trabajadores contra empresarios.” Y que “El sector salud lo que está planteando es lo mismo que está pasando en las otras actividades económicas. Si hasta YPF ha tenido que aumentar 12 o 14 veces en los últimos meses para sostener su operación”

Una visión muy distinta a la de un trabajador de la clínica Zabala: “Son unos sinvergüenzas, la cuota de las obras sociales aumentaron y la gente sigue pagando. Plata siempre hubo para el sector sanitario ya sea privado o público pero como siempre en este país está mal administrada por gente que tiene otros valores personales.”

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A los únicos a los que nos interesan los pacientes es a los trabajadores de la salud y de sanidad. Belocopitt, que no dejó de acumular millonarias ganancias durante la pandemia, pretende volver a descargar los costos de la crisis en los usuarios de las obras sociales y prepagas. En esta oportunidad pretende aprovechar la bronca genuina de los trabajadores para exigir mayores subsidios y un aumento en las cuotas. En 2019 las subas autorizadas alcanzaron el 60,7 por ciento mediante ocho incrementos habilitados a lo largo del año, en 2020 de 10 por ciento en diciembre.

Aún así, recibieron el ATP y el Repro como nos contaba una enfermera del Sanatorio Mitre:

“Estuvimos mucho tiempo desde el inicio de la pandemia cobrando un subsidio. La empresa nos pagaba medio sueldo y el otro medio sueldo lo pagaba el gobierno. Hoy por hoy los empresarios se niegan a pagar lo que nos corresponde. Somos el peor sueldo, no llegamos ni a la canasta básica. Nosotros tenemos un básico de $45 mil. No nos quieren pagar el aumento. Había una cláusula gatillo que tiene que reajustarse por la devaluación que hubo. No se ajustó nada y entonces ahora se para unas horas por turno y después si no se llega a un acuerdo va a haber un paro de 24 horas”

Si ganan las trabajadoras y trabajadores de sanidad ganamos todos

Aunque el reclamo salarial es crítico no es lo único que se expresó en la jornada de hoy. También en el Mitre se expresó el agotamiento por las condiciones laborales en la pandemia:

“Al principio de la pandemia eran muy mezquinos, te daban un barbijo por turno a los enfermeros y en cuanto se fueron dando más contagios ahí empezaron a cambiarlos como corresponde. Pero tuvimos que esperar a que haya gran cantidad de contagiados y ahí empezaron a cambiar. No tenemos todos los elementos que corresponden como los hidrorepelentes, usamos unos que son lavables. Cumplimos todos los horarios, estamos excedidos de pacientes. Nosotros teníamos un tope de clínica médica de 6 pacientes y hemos llegado a tener más y son más complejos, paciente postrado, añoso, que en una internación normal está con la familia que lo asiste en la comida. En cambio cuando se internan por COVID tienen que estar aislados y nosotros hacemos el doble trabajo. Y nunca nos bajaron la cantidad de pacientes, cada vez tenemos más y no pusieron más personal.”

A esta situación, se suma la situación crítica de clínicas como el Sanatorio Plaza desde junio del 2020, Clínica el Talar y otros, que afrontan cierres y vaciamientos. Este sábado 27 se realizó un encuentro en las puertas de la Clínica San Andrés en Caseros, paralizada tras el intento de cierre de sus dueños. Sus 144 trabajadores se encuentran peleando por sus puestos de trabajo por la apertura y la estatización. Al borde de la segunda ola y siendo que 18 mil pacientes de PAMI se quedaron sin atención en plena pandemia no puede haber clínicas cerradas.

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Estas son parte de las entregas de Hector Daer, que a su vez, como secretario general de la CGT viene sosteniendo una tregua con el gobierno que mantiene a todos los trabajadores bajo la línea de pobreza. También es la misma que tenemos que enfrentar en los hospitales públicos donde UPCN, SUTECBA y ATE insisten en dividir al equipo de salud. Es por eso que el encuentro de la clínica San Andrés recibió una amplia solidaridad de otros sectores en lucha.

Frente al paro de sanidad, Daer y compañía ya aceptaron la conciliación obligatoria y automáticamente levantaron las medidas programadas, durante 15 días. Ante la noticia muchas de las compañeras y compañeros que seguían en las puertas de las clínicas repudiaron la intervención del ministerio de Carla Vizzoti en favor de los empresarios “sin considerar a los que que ponemos el cuerpo”. Es que no se puede dejar nuestro futuro en la rosca de los ministerios entre quienes se borraron durante un año de pandemia, mientras vimos compañeras y compañeros morir en la primera línea.

Tenemos el desafío de rodear a las trabajadoras y trabajadores de la sanidad de la más amplia solidaridad y rechazar ampliamente cualquier tipo de represalia por la contundente medida de hoy.

Es necesario apoyarse en la fuerza desplegada para exigir asambleas de base en todas las clínicas y sanatorios para debatir cómo seguir y votar un plan de lucha para ganar. Organizarnos en todas las instituciones de salud sean públicas o privadas, unificar la pelea de las y los trabajadores de la salud, y exigir un nuevo paro nacional con movilización y un plan de lucha hasta ganar el aumento salarial y el conjunto de nuestras demandas,

La lucha de la sanidad tiene que ganar para fortalecer la lucha de quienes sostenemos el sistema sanitario y las millones de familias que se atienden en él.

Desde la Agrupación Marrón Clasista en Salud venimos exigiendo desde el principio de la pandemia la unificación del sistema de salud, la centralización de los recursos públicos y privados bajo control de los trabajadores de salud y pacientes. Esta medida junto al aumento de presupuesto en base al no pago de la deuda externa es una medida de emergencia para afrontar la segunda ola. Para que los recursos sean destinados en función del acceso universal a una salud de calidad y no al lucro de un puñado de empresarios como Bellocopit.

Te invitamos a contactarte con nosotras y tomar Izquierda Diario en tus manos para enviarnos tu denuncia y organizarnos: