Son cientos las denuncias de jóvenes que llegan a las páginas de La Izquierda Diario y la Juventud del PTS las que reflejan cómo los empresarios dueños de las cadenas de comida, bares, pizzerías, restaurantes, y distintos comercios, tratan como material descartable a los pibes y pibas.
Martes 14 de abril de 2020 10:23
Despidos, suspensiones, rebajas salariales, ausencia de condiciones de seguridad e higiene en los lugares de trabajo y la incertidumbre de no saber si alcanza la tela para fin de mes son el virus que se extienden rápidamente entre la clase trabajadora, y de forma particular entre la juventud.
Hace unas semanas venimos comprobando que a los empresarios no les importa nada. Los despidos no sólo aumentan día a día sino que, como muestra el observatorio de despidos de La Izquierda Diario, se incrementaron exponencialmente luego del DNU de Alberto Fernández. Además, se suman casos de suspensiones sin licencias pagas, reducciones salariales, entre otros ataques a miles de trabajadores.
El Gobierno, que supuestamente iba a ser duro con los que despidiesen, avaló junto con la burocracia sindical los 1500 despidos en Techint, deja pasar nuevos casos día a día, y nos mostró su verdadera cara reprimiendo a los trabajadores de Penta que reclamaban por sus sueldos y puestos de trabajo. La dureza con los mediocres que despiden, a Marzo.
Los pibes y las pibas no se callan
Las cadenas de comida rápida reducen los sueldos y despiden sin reconocer fronteras. Hablamos de multinacionales que concentran riquezas más grandes que la de muchos países. 62 millones de dólares es lo que Mc Donald´s factura… por día.
Pero así como los empresarios hacen gala de sus asquerosas prácticas, sectores de la clase trabajadora muestran el camino para enfrentarlos. Las y los jóvenes que dejan sus días en estos lugares comienzan a organizarse como en EEUU, Chile y Argentina. Acá se están coordinando trabajadores de distintas cadenas que sufren los mismos ataques para aumentar la fuerza de su denuncia. Desde La Izquierda diario y desde el PTS colaboramos en impulsar activamente su campaña.
Partiendo de estos ejemplos, desde la Juventud del PTS de La Plata decidimos impulsar la campaña #LxsJóvenesTenemosDerechos, y poner en pie una coordinadora de jóvenes precarizados junto al CeProDH (Centro de Profesionales por los Derechos Humanos).
Las denuncias continúan llegando, y nos llena de bronca ver cómo los dueños de todo tratan a la juventud. “Los que menos necesitan pueden darle una parte del salario a los que tienen más necesidades”, dicen algunos de los que se llenan los bolsillos a costa de nuestro trabajo, nos pagan lo que equivale a seis pintas y nos despiden o rebajan los miserables salarios.
En La Plata hay un pequeño grupo de empresarios que se creen los “dueños de la noche” propietarios de los cientos de bares y restaurantes. Son algunos de los que nos suspenden, y entregan a los pibes que despiden bolsitas de comida rancia que les sobró. A todos los que tienen en negro les aconsejan que pidan el subsidio de $10 mil del gobierno, que alcanza para vivir 8 míseros días, y hay muchos que quedaron afuera.
Pero esa juventud que los ricos opinan es desechable, que tiene los peores trabajos y los peores sueldos, que deja sus horas en las cocinas de los bares y en las bicicletas de Rappi, a la que le dicen que se tiene que quedar en el molde, no se calla más.
Por eso impulsamos esta campaña y esta coordinadora, para organizarnos y pelear por todos nuestros derechos y para que esta crisis no recaiga sobre nuestras espaldas. ¡Que paguen los platos rotos los ricos! No vamos a negociar nuestros derechos. Contactate con nosotros para enviarnos tu denuncia, la de cualquier caso que conozcas, o para sumarte a la coordinadora.
La Universidad y los centros de estudiantes.
Mientras las conducciones de los centros de estudiantes en manos de agrupaciones peronistas o de la Franja Morada se reúnen con las autoridades de la UNLP para discutir la “continuidad académica” vía clases virtuales, la mayoría de los pibes y pibas están lejos de poder pensar en conectarse al wifi con una computadora. Miles no saben cómo llegar a fin de mes, de qué van a vivir o qué va a pasar con su trabajo.
Desde la Juventud del PTS exigimos a los centros de estudiantes que se pongan a disposición de organizar al movimiento estudiantil para que todos los recursos materiales y técnicos de la universidad se pongan a disposición de relevar la situación de los miles jóvenes que estudian en la Universidad y no tienen ingresos, fueron despedidos, o cuyos salarios fueron reducidos.
No podemos permitir que a las autoridades y al gobierno nuestra realidad les pase por al lado. Es imperante organizarnos para pelear contra los despidos y los ataques al salario de la juventud y de la clase trabajadora en general, organizando comisiones de crisis en las universidades, entre estudiantes, docentes y no docentes para debatir cómo intervenir en este contexto. Que los consejos directivos sean abiertos al conjunto del estudiantado. ¡Basta de que decidan entre cuatro paredes y a espaldas de las y los estudiantes y la juventud!
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La coordinación es la clave
La organización es la vía que las y los trabajadores se dieron a lo largo de la historia para conseguir sus derechos. Hoy surgen formidables ejemplos de esto incluso en el corazón del capitalismo.
En Francia, la juventud precarizada de Mc Donald´s tomó el control de un local y distribuyó comida a la población más necesitada del norte de Marsella. En Estados Unidos los trabajadores de General Electric se manifestaron para que la fábrica produzca respiradores en este contexto de pandemia, en vez de estar parada por no producir componentes aeronáuticos.
Estos ejemplos emocionantes muestra que es el control de los trabajadores el único que puede dar respuesta a las necesidades sociales, de la misma forma que en Argentina las fábricas recuperadas producen para la comunidad: Madygraf, alcohol en gel; la tetix Traful Newen, barbijos.
Tenemos que tomar estos ejemplos. Es fundamental que en la región de La Plata, Berisso y Ensenada nos liguemos a los trabajadores de Astilero Río Santiago, que están exigiendo insumos y financiamiento del gobierno para producir las camas que hacen falta en el sistema de salud, y otros elementos básicos de higiene.
También con los trabajadores de YPF, que sufrieron despidos, y con todos los sectores industriales que pueden ofrecer una salida de conjunto a esta crisis. Unificando las luchas, peleando por reorientar la producción y por repartir las horas de trabajo entre ocupados y desocupados sin reducción salarial podemos cambiar el rumbo.
La clase obrera junto con la juventud puede volverse una fuerza social imparable y pelear por medidas que pongan por delante las necesidades de las mayorías, y no las ganancias de los dueños de todo.
Esta salida, que nace de las entrañas de las propias necesidades de la mayoría de la población, es diametralmente opuesta a la lógica de este sistema podrido hasta la médula: la lógica de la ganancia privada. Privada porque priva a la inmensa mayoría, y llena de millones de dólares las arcas de 20 tipos que tienen la misma riqueza que la mitad más pobre del planeta.
Coordinar y organizar las luchas en cada lugar de trabajo por condiciones dignas, contra los despidos y ataques patronales; pelear por licencias pagas y un impuesto a las grandes fortunas para lograr un salario de emergencia de $30 mil para todas y todos los que no tengan ingresos, entre otros puntos que planteamos desde el Frente de Izquierda, son medidas imprescindibles y de autodefensa de la clase trabajadora.