Entrevistamos a Macarena Escudero quien fue diputada provincial por el Frente de Izquierda hasta fines de 2019. Ahora volvió a su trabajo como apoyo en la inclusión de niños y niñas con discapacidad en dos escuelas de Guaymallén
Mercedes Gomez @mechagmz
Miércoles 11 de marzo de 2020 15:05
Empezaron las clases en Mendoza y entre los miles de trabajadores y trabajadoras de la educación que, junto a los estudiantes, volvieron a las escuelas, Macarena Escudero volvió a su trabajo tras finalizar su mandato como diputada provincial. “Volví a mi trabajo en la inclusión de niños y niñas con discapacidad en la escuelas”, nos cuenta al entrevistarla.
La joven de 30 años cuenta que “estoy muy contenta de volver a la escuela, trabajo en dos escuelas de Guaymallén y es lo que me gusta hacer, además soy estudiante del Profesorado en Pedagogía Terapéutica en Discapacidad Intelectual en la UNCuyo”.
Justamente en estas semanas se desató la polémica en la provincia por los altos sueldos de los funcionarios políticos y judiciales. Al respecto, Escudero nos dijo que “hay mucha hipocresía de todos los partidos patronales. Hacen declaraciones porque saben el rechazo que causa entre la gente que cobren más de diez veces lo que cobra cualquier trabajador, pero no están dispuestos a renunciar a sus privilegios. Nunca quisieron tratar nuestro proyecto para que todos los funcionarios cobren como una maestra”.
Macarena, al igual que los demás legisladores y legisladoras del FIT-U, presentó durante su mandato un proyecto para que las dietas de los diputados sean igualadas a lo que cobra una maestra con 26 años de antigüedad y 30% de zona. Pese a la negativa para tratarlo, todos los legisladores y legisladoras del FIT lo llevaron a la práctica y donaron el resto a luchas populares: “Al igual que los otros diputados del FIT-U, como diputada presenté y peleé por el proyecto en la Legislatura. Y, como cualquier trabajador después de ser diputada volví a trabajar de lo que trabajaba antes, como ya lo había hecho mi compañera Noelia Barbeito, que cuando terminó su mandato como senadora, volvió a dar clases como profesora de historia”.
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Hoy en Mendoza un legislador cobra una dieta que ronda los $ 200 mil pesos, mientras que una docente que recién se inicia cobra un sueldo que apenas supera los $ 22 mil. El salario de un cargo de maestra con 10 años de antigüedad cubre un poco más de la mitad de una Canasta Básica Total más un alquiler, mientas que un legislador percibe mensualmente casi 6 Canastas Básicas.
“Mientras en el Congreso Nacional votan recortar jubilaciones, o acá en la provincia quieren quitarle la cláusula gatillo a los trabajadores y trabajadoras estatales, ellos tienen dietas que superan los $200 mil pesos. Viven como millonarios y gobiernan para ellos”, denunció Macarena sobre los dichos del gobernador Suárez sobre la “inequidad” de los sueldos.
“así como me tocó llevar la voz de las maestras, junto a mi compañera Mailé Rodriguez Abalo, hoy voy a seguir defendiendo la educación pública y el salario desde las escuelas y las calles, donde siempre estuvimos”
Macarena es parte de una nueva generación de militantes de izquierda que, pese a su juventud, “hicieron ruido” en la Legislatura y los consejos deliberantes con sus denuncias e intervenciones: “empecé a militar cuando tenía 18 años, luego asumí el desafío de llevar la voz de los trabajadores, las mujeres y la juventud de Mendoza al concejo deliberante de la Ciudad, luego como diputada provincial y ahora vuelvo a mi trabajo, como hacen todos los legisladores y legisladoras del FIT. Nosotros militamos para transformar esta sociedad injusta que arroja a miles a la miseria mientras un puñado se enriquece a costa del trabajo ajeno”.
Sobre su paso por la legislatura provincial planteó que “es un lugar hostil para la izquierda. Peronistas y radicales conviven mientras deciden sobre la vida del pueblo trabajador y cualquier posición independiente molesta”. Y agregó que “a su vez, para mí fue un orgullo llevar la voz de los y las trabajadoras, de la juventud y de las mujeres a ese lugar en donde no quieren que se escuchen los reclamos del pueblo trabajador”.
“Nadie nos tuvo que contar que las escuelas se mantienen por el esfuerzo de toda la comunidad educativa porque el presupuesto educativo no alcanza, mientras el gobierno beneficia a los empresarios amigos con beneficios impositivos. Nadie nos tuvo que contar nada porque nostras mismas somos trabajadoras de la educación y sabemos que pasa en las escuelas. Sin embargo fue un orgullo llevar la voz de las maestras contra el ítem aula o la lucha de los estudiantes de los institutos de educación superior para garantizar la continuidad de sus carreras”, continúa Macarena sobre las luchas de las que fue parte, acompañando desde las bancas del FIT.
Hoy los trabajadores y trabajadoras de la educación se encuentran en lucha por su salario y Escudero nos dijo que “así como me tocó llevar la voz de las maestras, junto a mi compañera Mailé Rodriguez Abalo, hoy voy a seguir defendiendo la educación pública y el salario desde las escuelas y las calles, donde siempre estuvimos”.