Rosca política-judicial. Macri, olvidadizo: si se reforma el Ministerio Público Fiscal, "se acaba la democracia"

El ex presidente Mauricio Macri dijo que si el kirchnerismo consigue los votos para imponer al Procurador General de la Nación, "se acaba la democracia" en el país.

El referente de la oposición de derecha de Juntos por el Cambio se refería así al proyecto impulsado por el oficialismo de reforma del Ministerio Público Fiscal (MPF) que ya cuenta con media sanción en el Senado y que esta semana obtuvo dictamen favorable en Diputados.

Entre otros aspectos, la iniciativa busca cambiar la forma en que se elige a la persona a cargo del MPF, es decir, que ocupa el cargo de la Procuración General de la Nación.

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"Con un procurador, que va a ser un militante político, van a generar lo que ellos cínicamente dicen que han sufrido, que es el famoso lawfare. Nuestro gobierno no lo practicó. La mayoría de las causas que tienen en su contra venían de cuando ella (Cristina Kirchner) era gobierno. Ellos están practicando una persecución en varios campos. El objetivo de esa persecución soy yo”, dijo Macri a La Voz.

Si prospera en Diputados, "nadie va a poder pensar distinto porque va a estar bajo amenaza su libertad", sostuvo Macri. ¿Macri tiene miedo de ir preso? parece chiste. La impunidad de él y su familia en la mega estafa del Correo Argentino, así como la impunidad de los funcionarios denunciados por corrupción durante su mandato, desmienten los fundamentos de su preocupación.

Macri omite, por supuesto, que su gobierno presentó un proyecto casi idéntico al que está tratando de aprobar el Frente de Todos. Consultado por el rechazo de Juntos por el Cambio a la reforma, el ministro de Justicia y Derechos Humanos, Martín Soria, remarcó “la desesperación” de la oposición “ya que es la misma ley que quiso sancionar el macrismo con (Germán) Garavano (exministro de Justicia) en 2016”.

Por qué esto es tan importante para el oficialismo y la oposición

Controlar el MPF y tener un procurador general afín, es importante para las principales fuerzas políticas tradicionales, porque de esto depende el avance o el estancamiento de causas penales por delitos como la corrupción. En Argentina vimos muchas veces cómo suelen tomar impulso las causas en contra de los gobiernos salientes cuando el Poder Ejecutivo cambia de color.

Como ya informó La Izquierda Diario “para el oficialismo, Juntos por el Cambio se niega a votar un nuevo procurador, porque especula con la permanencia de Casal (actual procurador) que le garantizaría impunidad a Mauricio Macri en la causa Correo, entre otras. Para la oposición de derecha, la reforma que impulsa el Frente de Todos, tiene por objetivo poner en ese cargo a alguien que le garantice la impunidad en las causas en las que está imputada Cristina Kirchner”.

El Frente de Izquierda ya anunció que no votará a favor de esta modificación. El diputado nacional por este espacio, Nicolás Del Caño, señaló que la propuesta “del oficialismo implica un mayor control del gobierno de turno sobre el procurador general y la justicia” y denunció que “el macrismo impulsó un proyecto casi idéntico”.

“Este proyecto empeora aún más el sistema actual que elige al procurador a través de acuerdos entre los partidos mayoritarios en el aristocrático Senado, eliminando el requisito de los dos tercios de los votos para su designación. De aprobarse alcanzaría con la mitad más uno de los votos”, indicó el referente del PTS.

Qué hace el Procurador General de la Nación

El cargo de Procurador General de la Nación es ocupado interinamente por Eduardo Casal desde el 31 de diciembre de 2017. Se trata del funcionario que dirige el Ministerio Público Fiscal (MPF), jefe de todos los fiscales que actúan ante tribunales nacionales. A su vez, él mismo es el fiscal ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación y como tal dirige la tarea de los Procuradores Fiscales ante la Corte Suprema. El Procurador o la Procuradora General, es propuesto o propuesta por el Poder Ejecutivo y aprobado por el Congreso de la Nación.

Según su sitio oficial el MPF, “es parte fundamental en la administración de justicia, compuesta por el Poder Judicial (integrado por jueces, juezas, funcionarios, funcionarias, empleados y empleadas) y los Ministerios Públicos: Fiscal y de la Defensa. En su conjunto, conforman las tres partes fundamentales en un proceso judicial”.

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Es un órgano formalmente independiente, incluso del Poder Judicial (encabezado por la Corte Suprema de Justicia). Esa "independencia" -desmentida totalmente en la realidad con las discusiones que hoy lo atraviesan- fue introducida en la Reforma Constitucional de 1994, que estableció su autonomía.

El MPF tiene a su cargo las causas federales en todo el país y las “locales” de la Capital Federal. Interviene en las mismas en representación “del interés general” y del Estado. “Los fiscales federales sólo se ocupan de determinadas causas: aquellas que versan sobre cuestiones tratadas en nuestra Constitución y en leyes federales”, explica el sitio del organismo.

El procurador general determina “cómo se persiguen determinados delitos que pueden tener una relevancia mayor en la defensa de los intereses generales de la sociedad. Por ejemplo, aquellos que atentan contra la vida, contra la humanidad, los vinculados al narcotráfico, a la violencia institucional, o al lavado de dinero”.

En los procesos penales, los y las fiscales “llevan adelante la investigación de los delitos. Esa dinámica (fiscal que investiga y juez que decide) se corresponde con un sistema llamado ‘acusatorio’, donde es el fiscal quien debe realizar la acusación durante todo el proceso. Esto garantiza un juez imparcial que, a la hora de tomar decisiones, simplemente deberá valorar aquello que le presentan las partes”. Sin embargo, “a los fiscales les corresponde la iniciativa en la investigación en determinados casos; por ejemplo, cuando no hay un autor del delito identificado o cuando el juez le ‘delega’ la causa para que la investigue”.

De qué se trata el proyecto y en qué instancia está

Martín Soria destacó este miércoles que la reforma a la Ley Orgánica del MPF "va a devolverle legitimidad a la Procuración". "El Presidente me pidió generar los consensos para mejorar esta ley y terminar esta situación anómala de tener un jefe de los fiscales interino hace cuatro años", dijo el titular de la cartera de Justicia en declaraciones a Radio 10.

Durante la madrugada de este miércoles 19 de mayo, el Frente de Todos consiguió el dictamen para avanzar en el tratamiento del proyecto de reforma del MPF que establece plazos y nuevos términos de elección de la figura del Procurador.

La ley de reforma del MPF propuesta por el oficialismo implica un mayor control del gobierno de turno sobre el procurador general y la justicia. El macrismo impulsó un proyecto casi idéntico en 2017. Vamos a rechazarlo como lo hicimos en su momento y no aportaremos al quórum.

— Nicolas del Caño (@NicolasdelCano) May 18, 2021

En vez de la mayoría calificada (dos tercios de los presentes) actual, establece la mayoría absoluta (la mitad más uno en el Senado). Otra modificación instaura la posibilidad de suspender al jefe de los fiscales en caso de que se active el proceso de remoción, y acerca de quienes decidirían tal remoción, lo cual en el proyecto es dejado en manos de una comisión afín a quien esté en el poder Ejecutivo.

El cambio de la modalidad para elegir al jefe de los fiscales facilitará a los gobiernos de turno nombrar a un procurador alineado a las decisiones del Poder Ejecutivo, porque en líneas generales el espacio político en el Gobierno obtiene mayoría o tiene peso preponderante en ambas Cámaras. La discusión sobre cómo se nombra al Procurador, se agrava con la reforma del Código Procesal Penal que se va a implementar, que hace que los fiscales tengan a su cargo la instrucción de una causa penal, cuestión que hoy está en manos de los jueces.

El proyecto oficialista también facilita la remoción del procurador y de los fiscales, no teniendo que iniciar un juicio político a tal fin. Por lo tanto, cualquier fiscal tendrá la amenaza de que el poder de turno pueda echarlo, por lo que se puede presumir que actuarán en sintonía con el oficialismo de turno.